martes, 24 de noviembre de 2009

DOMINGO - I - de ADVIENTO - C-


PRIMERA LECTURA

Lectura del libro de Jeremías 33, 14‑16
Suscitaré a David un vástago legítimo

“Mirad que llegan días -oráculo del Señor- en que cumpliré la promesa que hice a la casa de Israel y a la casa de Judá.
En aquellos días y en aquella hora, suscitaré a David un vástago legítimo, que hará justicia y derecho en la tierra.
En aquellos días se salvará Judá, y en Jerusalén vivirán tranquilos, y la llamarán así: "Señor-nuestra-justicia"”
Palabra de Dios.

REFLEXIÓN

“LA MUERTE NO HA DE IMPONER SU REINADO”

El profeta Jeremías venía advirtiendo al pueblo desde hacía mucho tiempo sobre la deriva en la que había entrado y le advierte de las amenazas que les espera si es que persisten en su desvarío e infidelidad, (lo que les ha venido diciendo durante tanto tiempo ya es inminente: nos encontramos en el año 587 a.C. cuando Jerusalén está a punto de caer en manos de sus enemigos)
Pero al mismo tiempo les anuncia que Dios va a hacer justicia y no va a dejar que sea el caos el que establezca su señorío, como ellos han querido, sino que va enviar a quien establecerá la justicia y se llamará: “El Señor nuestra Justicia”.
Es imposible volver la cabeza y cerrar los ojos y los oídos ante esto que denuncia el profeta Jeremías y la realidad que estamos viviendo: si echamos mano a los medios de comunicación: el 90% de lo que nos transmiten es olor a corrupción y a podredumbre: robos, personas corrompidas, mafias, engaños, muertes, mentiras de los políticos burlándose del pueblo y tomándole el pelo, personas y familias atropelladas por el sistema que los van dejando en la cuneta de la vida, gente ha perdido la dignidad y exponen sus vergüenzas al público para ganar dinero...
En esta situación suena con una fuerza enorme el grito de esperanza del profeta: esto que estamos sufriendo no lo arregla la política, que es la que lo ha producido, ni el dinero, ni el poder ni la violencia… Esto solo lo arregla el establecimiento de la JUSTICIA. El profeta nos ha dicho que Dios no va a dejar que se salgan con la suya los que pregonan la muerte pues Jesús se ha vinculado a la historia de la humanidad y no va a dejar que sea la muerte la que impere. Yo quiero sentir que esto está dicho para nosotros, para hoy; que el Señor ponga su mano y ¡QUE SE HAGA JUSTICIA!

Salmo responsorial Sal 24, 4bc‑5ab. 8‑9. 10 y 14 (R.: 1b)

R. A ti, Señor, levanto mi alma.
Señor, enséñame tus caminos,
instrúyeme en tus sendas:
haz que camine con lealtad;
enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador. R.
R. A ti, Señor, levanto mi alma.
El Señor es bueno y es recto,
y enseña el camino a los pecadores;
hace caminar a los humildes con rectitud,
enseña su camino a los humildes. R.
R. A ti, Señor, levanto mi alma.
Las sendas del Señor son misericordia y lealtad
para los que guardan su alianza y sus mandatos.
El Señor se confía con sus fieles
y les da a conocer su alianza. R.
R. A ti, Señor, levanto mi alma.

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 3, 12- 4, 2
Que el Señor os fortalezca internamente, para cuando Jesús vuelva

Hermanos: Que el Señor os colme y os haga rebosar de amor mutuo y de amor a todos, lo mismo que nosotros os amamos.
Y que así os fortalezca internamente, para que, cuando Jesús, nuestro Señor, vuelva acompañado de todos sus santos, os presentéis santos e irreprensibles ante Dios, nuestro Padre.
En fin, hermanos, por Cristo Jesús os rogamos y exhortamos: Habéis aprendido de nosotros cómo proceder para agradar a Dios; pues proceded así y seguid adelante.
Ya conocéis las instrucciones que os dimos, en nombre del Señor Jesús.
Palabra de Dios.

REFLEXIÓN

VIVIR EN AUTENTICIDAD, BASE PARA LA ESPERANZA”

La comunidad de Tesalónicas vive momentos muy duros pero se mantiene firme en la fraternidad; todos esperan y desean un cambio radical en las estructuras de la sociedad; Pablo les invita a no perder la calma y a continuar dando el testimonio de fraternidad y de caridad que vienen dando; ese es el camino más seguro y certero para conseguir lo que desean y de responder al proyecto que Dios ha establecido para ellos; no seguir por ahí, es convertirse en obstáculo para que se acelere el cambio. Esto es lo que hará que cuando llegue el momento del encuentro, el Señor los hallará dispuestos. Esta es la forma de mantener la “tensión” del reino, de vivir en esperanza, lo demás, es de ilusos.
La otra gran preocupación que han de tener es la de agradar a Dios y no buscar el que los hombres los aplaudan: vivir en autenticidad. Esta forma de existencia va a hacer que cada día crezcan en el conocimiento de Dios y en el fortalecimiento de su vida cristiana y va a ser lo único que convenza ante el mundo, pues ante la verdad no hay posibilidad de negar lo evidente.


Aleluya Sal 84, 8
Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación.


EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Lucas 21, 25‑28. 34‑36
Se acerca vuestra liberación

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Habrá signos en el sol y la luna y las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, enloquecidas por el estruendo del mar y el oleaje. Los hombres quedaran sin aliento por el miedo y la ansiedad ante lo que se le viene encima al mundo, pues los astros se tambalearán.
Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube, con gran poder y majestad.
Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza: se acerca vuestra liberación.
Tened cuidado: no se os embote la mente con el vicio, la bebida y los agobios de la vida, y se os eche encima de repente aquel día; porque caerá como un lazo sobre todos los habitantes de la tierra.
Estad siempre despiertos, pidiendo fuerza para escapar de todo lo que está por venir y manteneros en pie ante el hijo del hombre" Palabra del Señor.

REFLEXIÓN


¡¡OJALÁ LLEGARA MAÑANA!!

S. Lucas mira también la realidad del mundo y ve que todo lo que hay montado sobre la mentira, la injusticia, el atropello… todo eso se ha de venir abajo: las grandes potencias apoyadas en el dinero, en la opresión “quedarán violentamente sacudidas”
De la misma manera que han quedado al descubierto aquellos que mataron a Jesús, cuya muerte es la certificación de su fracaso, así los grandes del mundo constatarán que su acción ha sido un fracaso estrepitoso.
Esas manifestaciones de las que habla Jesús en el evangelio serán los signos que van apareciendo en la misma vida y en la naturaleza que nos van indicando que el camino es errado. No será algo que en una noche nos asuste terroríficamente, sino algo que va dándose y que nos indica que el camino que hemos cogido, que lo que hemos montado no nos lleva a ningún sitio, sino a la muerte y a la destrucción: podemos pensar en lo que estamos haciendo con la destrucción del planeta, es nuestra casa la que estamos rompiendo ¿Para qué querrán tanto dinero cuando ya no tengan qué comprar? ¿A dónde lleva el armamento nuclear? ¿Ese es el poderío y el señorío de los hombres, la muerte? ¿El terror? ¿Qué pretenden los políticos con la vertiente que están cogiendo corrompiendo la política y utilizando al pueblo para engordarse, en lugar de servir y hacer posible la convivencia y la paz?
Esos signos negativos se están dando y nos indican que ese camino no nos lleva a ninguna parte. El Señor nos está diciendo que no tengamos miedo, que todo esto es la señal de que están llegando al tope, de que se les ha acabado ya la imaginación y lo que viene después de todo esto, es su destrucción y la liberación de esa pesadilla. Ya no pueden llegar a más y lo único que se espera es su destrucción.
Pero el Señor nos advierte que tengamos cuidado no vaya a ser que también nosotros entremos en el rollo, por eso nos dice: “Procurad” no mezclarse con esa podredumbre, “velad” para no equivocarse en las posturas que tomamos y “orad” para que no falten las fuerzas para mantenerse en la verdad y en la justicia: “no se os embote la mente con el vicio, la bebida y los agobios de la vida, y se os eche encima de repente aquel día; porque caerá como un lazo sobre todos los habitantes de la tierra”. La advertencia de jesús tiene una actualidad enorme: Un cristiano no puede renunciar a la esperanza y quedarse a gusto en un mundo que se ha estructurado sobre la injusticia. Tenemos el gran peligro de embotar nuestro corazón con un montón de cosas y sentirnos a gusto adaptándonos al ambiente de consumo que se ha implantado; cuando una persona tiene embotado el estómago, se encuentra “harto” y ante la “hartura” ya le trae sin cuidado todo, ha perdido la esperanza, se hacen insensibles al dolor y al sufrimiento de los demás.
Es el único cuidado que hemos de tener, para no entrar en la dinámica de la muerte, que es la pérdida de todo sentido, de la esperanza y de la posibilidad de un mundo mejor en el que vivamos todos como hermanos.
Por lo demás, ¡¡Ojala llegue mañana mismo el reino de Dios y desaparezca de la tierra toda la maldad, el atropello, la injusticia, la podredumbre que tienen a la humanidad angustiada y oprimida!.

martes, 17 de noviembre de 2009

DOMINGO XXXIV -CRISTO REY- -B-

PRIMERA LECTURA

Lectura de la profecía de Daniel 7, 13‑14
Su dominio es eterno y no pasa

Mientras miraba, en la visión nocturna vi venir en las nubes del cielo como un hijo de hombre, que se acercó al anciano y se presentó ante él.
Le dieron poder real y dominio; todos los pueblos, naciones y lenguas lo respetarán. Su dominio es eterno y no pasa, su reino no tendrá fin.
Palabra de Dios.


REFLEXIÓN

“DIOS PERMANECE EN LA HISTORIA, ÉL NO PASA”
En el capítulo 7 Daniel cuenta la revelación que ha tenido sobre la historia y ve cómo han ido pasando varios reinos representados por animales espantosos, pero la fuerza de esas fieras es caduca, todas acaban y de ellas no queda ni el recuerdo.
Pero Dios permanece por encima de esos animales que llegan y parece que van a destruir todo, pero pasan y Dios queda, perdura sobre cada uno y los juzga y son condenados bajo su luz en la historia; otros, en cambio, ve cómo, por culpa de esas fieras, sufrieron en el tiempo, pero han dejado huellas por las que son exaltados en la historia.
En medio de estos reinos poderosos está el “Hijo del Hombre” que está por encima de todos los acontecimientos de la historia y de los poderosos que se suceden acompañando el camino y juzgando con justicia la acción de los poderosos.
Aquellos que confiaron en Él y se dejaron conducir por sus huellas, conformaron un cuerpo del que Él es la cabeza y su triunfo es el de todo el cuerpo.
El juicio final se va realizando en el vivir de cada día siguiendo sus huellas o apartándose de ellas. Todo va a depender del juicio que vayamos haciendo de cada momento y cada acontecimiento que vamos viviendo en cada momento de la historia en la que estamos involucrados.

Salmo responsorial Sal 92, 1ab. 1c‑2. 5

R/. El Señor reina, vestido de majestad.
El Señor reina, vestido de majestad,
el Señor, vestido y ceñido de poder. R/.
R/. El Señor reina, vestido de majestad.
Así está firme el orbe y no vacila.
Tu trono está firme desde siempre,
y tú eres eterno. R/.
R/. El Señor reina, vestido de majestad.
Tus mandatos son fieles y seguros;
la santidad es el adorno de tu casa, Señor,
por días sin término. R/.
R/. El Señor reina, vestido de majestad.

SEGUNDA LECTURA

Lectura del libro del Apocalipsis 1, 5‑8
El príncipe de los reyes de la tierra nos ha convertido en un reino y hecho sacerdotes de Dios

Jesucristo es el testigo fiel, el primogénito de entre los muertos, el príncipe de los reyes de la tierra.
Aquel que nos ama, nos ha librado de nuestros pecados por su sangre, nos ha convertido en un reino y hecho sacerdotes de Dios, su Padre.
A él la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén.
Mirad: El viene en las nubes. Todo ojo lo verá; también los que lo atravesaron. Todos los pueblos de la tierra se lamentaran por su causa. Sí. Amén.
Dice el Señor Dios: "Yo soy el Alfa y la Omega, el que es, el que era y el que viene, el Todopoderoso."
Palabra de Dios

REFLEXIÓN

“LA VERDAD SERÁ LA LUZ QUE JUZGUE AL MUNDO”
Todos estos domingos pasados la liturgia nos ha venido presentando la carta a los hebreos donde nos mostraba la obra de Jesús que ha cogido la naturaleza humana y ha asumido todo su dolor y su historia y la ha transformado desde dentro haciendo una naturaleza humana completamente nueva.
Él ha entrado en la naturaleza y le ha metido una dinámica nueva que le ha cambiado su destino: ya no es la muerte, sino la vida. Él ha sido el primero que ha recorrido el camino, de ahora en adelante quien sigue sus huellas tiene el mismo destino.
Él ha sido el primero, Él es el testigo que ha vivido en su propia carne esta nueva dimensión que Dios ha establecido.
Frente a Él no queda más remedio que hacer un juicio, que es el nuestro propio: o acepto y asumo su proyecto y su triunfo, o lo desprecio y me hago yo el mío.
Aquí cobra pleno sentido y se cumple la promesa hecha en Ex. 19,6 :”Si me obedecéis y guardáis mi alianza, vosotros seréis mi pueblo y seréis para mi un reino de sacerdotes, una nación santa”, pero de la misma manera se establece la exclusión para el que no quiera hacerlo.
En este momento cumbre, nada quedará escondido y hasta los que lo rechazaron, tendrán que ver y asumir todo el mal que han hecho, pues será algo que quede evidente ante el mundo, lo mismo que quedará el bien que se haya hecho y la participación en el triunfo.


Aleluya Mc. 11, 9b‑10a
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Bendito el reino que llega, el de nuestro padre David.


EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Juan 18, 33b‑37
Tú lo dices: soy rey

En aquel tiempo, dijo Pilato a Jesús:
-“¿Eres tú el rey de los judíos?”
Jesús le contestó:
-“¿Dices eso por tu cuenta o te lo han dicho otros de mí?”
Pilato replicó:
-“¿Acaso soy yo judío? Tu gente y los sumos sacerdotes te han entregado a mí; ¿qué has hecho?”
Jesús le contestó:
-“Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mi guardia habría luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero mi reino no es de aquí.”
Pilato le dijo:
-“Conque, ¿tú eres rey?”
Jesús le contestó:
-“Tú lo dices: soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo; para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz.”
Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

UN REINADO INCONTROLABLE”
Todo el tiempo hemos venido viendo cómo el discurso de Jesús difiere del de los apóstoles: hablan un mismo lenguaje, pero expresan dos realidades distintas..
El pasaje de Juan muestra de forma evidente esta realidad: Pilatos está hablando de un reinado político-militar, tal como lo entienden los romanos, pero los judíos, por su parte, que tienen la promesa en las escrituras de un reinado diferente, tampoco quieren entender otra cosa y reniegan de la promesa de Dios: “Nosotros no queremos otro rey que el Cesar”.
Jesús le explica a Pilatos que hay una dimensión diferente de reinado al que no se pertenece por una ley o por un sometimiento por la fuerza, sino desde el corazón, es un reino que pertenece a otra dimensión: “Mi reino no es de este mundo” aunque se desarrolle en el mundo, su pertenencia no es a intereses de aquí abajo.
Es el reinado de la VERDAD, de la JUSTICIA, de la PAZ, del AMOR. Esto no es controlable por los bancos, ni por las grandes potencias, ni por las armas, ni hay alguien que lo posea en exclusiva y lo imponga o lo retire; esta fuerza no es controlable por los poderes de este mundo, pero sí será ella la que juzgue a todos aquellos que lo impidieron.
Sin embargo es curioso constatar cómo nadie se manifiesta en este mundo en contra de la mentira en la que andamos envueltos.
Resulta que la mentira es el presupuesto del que partimos; mentir parece que es condición indispensable con la que contamos como punto de partida y como algo necesario para vivir.
Vemos que hay protestas en contra de la “injusticia”, pues nos sentimos agredidos y de alguna manera víctimas, pero contra la mentira y el engaño en el que nos movemos, nadie mueve un dedo, nadie levanta la voz… ¿no será porque nos sentimos sin fuerzas para hacerlo porque el que más y el que menos vive en la mentira y en el engaño haciendo de nuestra vida una comedia?
Cuando hoy nos dice Cristo: “Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo; para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz.” Me deja fuera de juego, ya que el seguimiento lo hemos puesto en un sin fin de “cositas” mientras que aquello que da luz a la vida y lo ilumina todo lo vamos dejando a un lado y hemos aceptado vivir en la oscuridad del engaño, la mentira y hasta la corrupción, aceptando que eso sea así a todos los niveles, mientras que nos hemos tapado los oídos a las palabras de Jesús: “La verdad os hará libres”. Y nos estamos conformando con vivir una farsa llamada “libertad”
Es imposible pensar en una sociedad humana en la que reine la justicia, el amor, la paz… queriendo asentar todo esto en la mentira.

lunes, 9 de noviembre de 2009

DOMINGO XXXIII DEL T.ORDINARIO -B-

PRIMERA LECTURA

Lectura de la profecía de Daniel 12, 1‑3
Por aquel tiempo se salvará tu pueblo

Por aquel tiempo se levantará Miguel, el arcángel que se ocupa de tu pueblo: serán
tiempos difíciles, como no los ha habido desde que hubo naciones hasta ahora.
Entonces se salvará tu pueblo: todos los inscritos en el libro.
Muchos de los que duermen en el polvo despertarán: unos para vida eterna, otros para
ignominia perpetua.
Los sabios brillarán como el fulgor del firmamento, y los que enseñaron a muchos la
justicia, como las estrellas, por toda la eternidad.
Palabra de Dios.


REFLEXIÓN

“SENTENCIA CONTRA LOS APÓSTOLES DE LA MUERTE”

Daniel se enfrenta a la realidad corrompida que existe en su pueblo a pesar de estar en la esclavitud y, en esa situación, ve cómo los más corrompidos son sus propios hermanos, de lo que él se escandaliza, pues son los mismos israelitas los peores enemigos de los israelitas (recuerdo que en América se decía que “no hay peor enemigo del indio que el indio” y en África, “No hay peor enemigo del negro que el negro”), pues aquí se cumple el dicho, en nuestra tierra se dice: “No sirvas a quien sirvió ni pidas a quien pidió”.
Pero la realidad vuelve a repetirse exactamente en el tiempo que vivimos: los peores enemigos de los inmigrantes son sus propios paisanos, y en muchos casos sus mismos familiares y en nuestro país estamos viendo cómo los peores nacionalistas, que hacen la guerra a sus hermanos, son gente que dejaron su tierra y se instalaron en otra.
Daniel sufre en su propia carne las consecuencias de esta lacra y llega a exclamar: “En aquel tiempo” –refiriéndose al momento en que llegue todo a su tope-, cuando llegue ese límite, en el que se colme la paciencia de Dios y de todos, ahí se acabarán todas esas estupideces y aquellos que se aliaron con el mal tendrán que rendir cuentas de todo lo que han hecho; ese momento será de extrema angustia para todos aquellos que se instalaron en el mal y en la corrupción, será una auténtica hecatombe , mientras que para los que se mantuvieron en el bien, será un triunfo.
Daniel habla de la resurrección universal de todos aquellos que se pusieron al servicio de la paz, ellos serán los sabios, ya que son los que han de triunfar; se hará un examen de la conducta de los hombres y se establecerá la justicia, el juicio de Dios se hará sobre los hombres y Dios pondrá a cada uno en su sitio: “unos para vida eterna, otros para ignominia perpetua. Los sabios brillarán como el fulgor del firmamento, y los que enseñaron a muchos la justicia, como las estrellas, por toda la eternidad.”
Todo esto que Daniel piensa y anuncia, tiene su ratificación en Cristo. La muerte que los malvados llegan a creerse que es el máximo triunfo, es justamente su peor fracaso: Cristo ha resucitado y ha quedado firmada con su resurrección la sentencia de los malvados.
Es imposible quedarse imposible y no dar luz al momento que vivimos en el que estamos colmando la paciencia de Dios y de la misma naturaleza; el triunfo aparente de los poderosos que no les importa el futuro de la humanidad y menos aún el presente en el que están sembrando la muerte, el odio, la división, el racismo, la angustia, el miedo, las guerras… Tienen los días contados y su sentencia está firmada.


Salmo responsorial Sal 15, 5 y 8. 9‑10.11

R/. Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.
El Señor es el lote de mi heredad y mi copa;
mi suerte está en tu mano.
Tengo siempre presente al Señor,
con él a mi derecha no vacilaré. R/.
R/. Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.
Por eso se me alegra el corazón, se gozan mis entrañas,
y mi carne descansa serena.
Porque no me entregarás a la muerte,
ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción. R/.
R/. Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.
Me enseñarás el sendero de la vida,
me saciarás de gozo en tu presencia,
de alegría perpetua a tu derecha. R/.
R/. Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta a los Hebreos 10, 11‑14.18
Con una sola ofrenda ha perfeccionado para siempre a los que van siendo consagrados

Cualquier otro sacerdote ejerce su ministerio, diariamente, ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, porque de ningún modo pueden borrar los pecados.
Pero Cristo ofreció por los pecados, para siempre jamás, un solo sacrificio; está sentado a la derecha de Dios y espera el tiempo que falta hasta que sus enemigos sean puestos como estrado de sus pies.
Con una sola ofrenda ha perfeccionado para siempre a los que van siendo consagrados.
Donde hay perdón, no hay ofrenda por los pecados.
Palabra de Dios.



REFLEXIÓN


“CRISTO HA VENCIDO LA MUERTE”

La muerte de Cristo, que es el aparente triunfo de los aliados del mal, es justamente todo lo contrario: esa muerte ha sido la ratificación de su error, pues con ella ha sido liberado el hombre contra el que se dirige el daño.
Cristo, a quien se ha quitado de en medio como el máximo obstáculo, se les ha convertido en la perenne pesadilla, por eso será considerado salvación y esperanza para unos y estorbo odioso para otros.
Con Cristo, los hombres han quedado ubicados, unos a un lado y otros a otro; en otro momento nos dice que la palabra de Dios es como una espada de dos filos que coloca a unos a un lado y a otros en el otro. Ya no es posible andar camuflados.
Cristo ha vencido las fuerzas del mal y con él a todos sus seguidores; ahora se las tendrán que ver con Él todos aquellos que optaron por ser obstáculos para el reino.
En la vida sigue el mismo planteamiento: o nos fiamos de Él y nos vamos siguiendo sus huellas, o lo despreciamos y seguimos otras huellas. Pero lo que sí es cierto que al final, las cosas son como son y no como cada uno hayamos dispuesto que sean, pues ese momento final no está bajo nuestro control y, si no somos nosotros los que lo controlamos, ¿bajo el poder de quién está?


Aleluya Lc 21, 36
Estad siempre despiertos, pidiendo fuerza para manteneros en pie ante el Hijo del hambre.


EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Marcos 13, 24‑32
Reunirá a sus elegidos de los cuatro vientos

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
-“En aquellos días, después de esa gran angustia, el sol se hará tinieblas, la luna no dará su resplandor, las estrellas caerán del cielo, los astros se tambalearan.
Entonces verán venir al Hijo del hombre sobre las nubes con gran poder y majestad; enviará a los ángeles para reunir a sus elegidos de los cuatro vientos, de horizonte a horizonte.
Aprended de esta parábola de la higuera: Cuando las ramas se ponen tiernas y brotan las yemas, deducís que el verano está cerca; pues cuando veáis vosotros suceder esto, sabed que él está cerca, a la puerta. Os aseguro que no pasará esta generación antes que todo se cumpla. El cielo y la tierra pasarán, mis palabras no pasarán, aunque el día y la hora nadie lo sabe, ni los ángeles del cielo ni el Hijo, sólo el Padre.”
Palabra del Señor.


REFLEXIÓN

“DIOS ES SEGURO, SU JUSTICIA NO FALLA”
Con este pasaje culmina S. Marcos el discurso de Jesús en el que habla del momento final, pues es algo ineludible hacia donde caminamos; ese momento final escapa absolutamente a nuestras posibilidades: nosotros podremos disponer de nuestra vida, de nuestros bienes de nuestras cosas… pero al final, no controlamos ni siquiera nuestra última voluntad: de mi harán lo que quieran y no lo que yo diga.
Es el momento tremendo por el que ha de pasar todo este mundo y ese momento va a ser un verdadero cataclismo: nuestros brillos se han de apagar y caerán nuestros estrellatos y se acabarán nuestros poderíos, lo mismo que los de todos los poderosos; ahí, cuando ya se nos haya acabado todo nuestro protagonismo, es cuando nos encontraremos con nuestra verdadera realidad; ahí solo nos quedará como signo que nos haga reconocibles el amor, la justicia, la verdad, la paz, la solidaridad que hayamos ido construyendo; lo demás se nos revolverá en contra.
Dios es grande y tiene paciencia, pues sabe que tarde o temprano todos vamos llegando, es la estación de destino de este viaje que iniciamos el día que nacimos..
La forma cómo S. Marcos expresa esta realidad es uniendo elementos históricos y apocalípticos para hacer comprender la situación del fracaso impresionante que ha de vivir aquel que se equivocó de camino y se empecinó en su postura de perdición; es la sensación tremenda del fracaso total, sin posibilidad de retroceder y enmendar el daño. Pero al contrario, así como es terrible el fracaso, es grandioso el triunfo.
Estamos viendo cómo mucha gente quiere convertirse en “Mesías”, hacer un mundo a su imagen y semejanza, pero observamos cómo vamos de fracaso en fracaso: cada vez hay más pobreza, más dolor, más sufrimiento, más guerras y cada vez las distancias fraternas son más grandes. El hombre, al estilo de Adán, quiere hacer las cosas a su manera y no se quiere enterar que la mejor manera para el hombre es la que Dios le tiene planificada: solo Él es capaz de hacer feliz al hombre.
El hombre se empecina en quitar de en medio a Dios y sentirlo como un estorbo, pero el tiempo le hará convencerse que sin él no llega sino a su propia destrucción, cosa que la misma naturaleza se lo va advirtiendo.
Pero aunque el hombre se empecine en su insensatez, la decisión de Dios es inquebrantable: “El cielo y la tierra pasarán, mis palabras no pasarán” y habrá un cielo nuevo y una tierra nueva donde reine la paz, se acabe el sufrimiento, la división, la guerra… y se establezca la fraternidad y la paz, quedando cada uno en su sitio, según la opción que haya hecho en su vida.

lunes, 2 de noviembre de 2009

DOMINGO XXXII DEL T.ORDINARIO -B-

PRIMERA LECTURA

Lectura del primer libro de los Reyes 17, 10‑16
La viuda hizo un panecillo y lo llevó a Elías


En aquellos días, el profeta Elías se puso en camino hacia Sarepta, y, al llegar a la puerta de la ciudad, encontró allí una viuda que recogía leña. La llamó y le dijo:
-“Por favor, tráeme un poco de agua en un jarro para que beba.”
Mientras iba a buscarla, le gritó:
-“Por favor, tráeme también en la mano un trozo de pan.”
Respondió ella:
-“Te juro por el Señor, tu Dios, que no tengo ni pan; me queda sólo un puñado de harina en el cántaro y un poco de aceite en la alcuza. Ya ves que estaba recogiendo un poco de leña. Voy a hacer un pan para mí y para mi hijo; nos lo comeremos y luego moriremos.”
Respondió Elías:
-“No temas. Anda, prepáralo como has dicho, pero primero hazme a mí un panecillo y tráemelo; para ti y para tu hijo lo harás después.
Porque así dice el Señor, Dios de Israel:
“La orza de harina no se vaciará, la alcuza de aceite no se agotará, hasta el día en que el Señor envíe la lluvia sobre la tierra.”
Ella se fue, hizo lo que le había dicho Elías, y comieron él, ella y su hijo.
Ni la orza de harina se vació, ni la alcuza de aceite se agotó, como lo había dicho el Señor por medio de Elías.
Palabra de Dios.


REFLEXIÓN

“DIOS CURA CON EL MISMO INSTRUMENTO QUE MATA”

Es curioso ver cómo Dios dispone las cosas de tal manera que sana con lo mismo que nos mata: ya en el Gn. Muestra el mal entrando en el mundo por una mujer, en la cumbre de los tiempos el BIEN entrará de nuevo por una mujer; aquí nos encontramos Elías perseguido por la reina Jezabel que se ha metido en Israel, ha introducido el mal hasta el punto que ha logrado desviar al pueblo.
Elías tiene que huir y refugiarse en tierra enemiga y allí va a ser socorrido por una mujer viuda y muy pobre, esta mujer se convierte en instrumento de salvación en tiempos de carestía y de dificultad.
Por otro lado, nos presenta el gesto de la viuda que rompe el esquema del nacionalismo y acoge en su casa a un extranjero y enemigo y el renunciar a lo que necesita, que es un gesto de autentica caridad, se convierte también para ella en salvación, con lo que nos queda certificado cómo Dios no es indiferente a cualquier gesto de bondad, que es lo que a Él le compromete.
De hecho Israel no ha dudado en seguir la ideología insolidaria que ha introducido Jezabel y lo ha apartado de Yahvé, en cambio se hace presente en el gesto humilde y sencillo de esta pobre viuda.


Salmo responsorial Sal 145, 7. 8‑9a. 9bc‑10
R/. Alaba, alma mía, al Señor.
Que mantiene su fidelidad perpetuamente,
que hace justicia a los oprimidos,
que da pan a los hambrientos.
El Señor liberta a los cautivos. R/.
R/. Alaba, alma mía, al Señor.
El Señor abre los ojos al ciego,
el Señor endereza a los que ya se doblan,
el Señor ama a los justos,
el Señor guarda a los peregrinos. R/.
R/. Alaba, alma mía, al Señor.
Sustenta al huérfano y a la viuda
y trastorna el camino de los malvados.
El Señor reina eternamente,
tu Dios, Sión, de edad en edad. R/.
R/. Alaba, alma mía, al Señor.



SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta a los Hebreos 9, 24‑28
Cristo se ha ofrecido una sola vez para quitar los pecados de todos

Cristo ha entrado no en un santuario construido por hombres -¡imagen del auténtico-, sino en el mismo cielo, para ponerse ante Dios, intercediendo por nosotros.
Tampoco se ofrece a sí mismo muchas veces -como el sumo sacerdote, que entraba en el santuario todos los años y ofrecía sangre ajena; si hubiese sido así, tendría que haber padecido muchas veces, desde el principio del mundo-. De hecho, él se ha manifestado una sola vez, al final de la historia, para destruir el pecado con el sacrificio de sí mismo.
Por cuanto el destino de los hombres es morir una sola vez. Y después de la muerte, el juicio.
De la misma manera, Cristo se ha ofrecido una sola vez para quitar los pecados de todos.
La segunda vez aparecerá, sin ninguna relación al pecado, a los que lo esperan, para salvarlos.
Palabra de Dios.


REFLEXIÓN

“UN SUEÑO HECHO REALIDAD”
El texto presenta la superación de la Antigua Alianza que ha sido como una imagen, una idea, un sueño de lo que debería ser la realidad: era soñar que el hombre, por medio de unos sacrificios, mantuviera contento a Dios y sostuviera de es forma su amistad, pero basado todo en un gesto estructurado por una ley, que es la que indica lo que hay que hacer para mantener contento a Dios..
Cristo ha superado esta dimensión idealista y la ha convertido en una realidad palpable: Dios ha establecido su amistad, su perdón y su acogida para todos y no porque haya una ley que le obligue y lo someta a cumplir unas normas determinadas. Lo ha hecho por pura gracia: Él ha tomado nuestros pecados y los ha destruido, Él ha destruido la página “negra” de nuestra historia y ha inaugurado una página nueva. Por eso el hombre es completamente nuevo, libre, salvado. La acción de Cristo ha cambiado por completo la realidad del hombre.

Aleluya Mt. 5, 3
Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.



EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Marcos 12, 38‑44
Esa pobre viuda ha echado más que nadie

En aquel tiempo, entre lo que enseñaba Jesús a la gente, dijo:
-¡Cuidado con los escribas! Les encanta pasearse con amplio ropaje y que les hagan reverencias en la plaza, buscan los asientos de honor en las sinagogas y los primeros puestos en los banquetes; y devoran los bienes de las viudas, con pretexto de largos rezos. Estos recibirán una sentencia más rigurosa.”
Estando Jesús sentado enfrente del arca de las ofrendas, observaba a la gente que iba echando dinero: muchos ricos echaban en cantidad; se acercó una viuda pobre y echó dos reales. Llamando a sus discípulos, les dijo:
-“Os aseguro que esa pobre viuda ha echado en el arca de las ofrendas más que nadie. Porque los demás han echado de lo que les sobra, pero ésta, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir.”
Palabra del Señor.

O bien más breve:

Lectura del santo evangelio según san Marcos 12, 41‑44
En aquel tiempo, estando Jesús sentado enfrente del arca de las ofrendas, observaba a la gente que iba echando dinero: muchos ricos echaban en cantidad; se acercó una viuda pobre y echó dos reales. Llamando a sus discípulos, les dijo:
-“Os aseguro que esa pobre viuda ha echado en el arca de las ofrendas más que nadie. Porque los demás han echado de lo que les sobra, pero ésta, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir.”
Palabra del Señor.


REFLEXIÓN

MONUMENTOS AL “TENER” Y OLVIDOS DEL “SER”
El pasaje del evangelio de Marcos nos muestra las dos caras de la moneda: los ricos y poderosos que buscan el reconocimiento de su situación y eligen el momento en el que su acción sea vista y su imagen sea expuesta para que quede constancia ante todos de lo que son; eso es lo que buscan y eso es lo que desean: que todos los reconozcan, dando de lo que les sobra y pagando con ello el reconocimiento que desean, con lo cual, ellos no necesitan dar gracias de nada a nadie, su situación se creen que la tienen bien merecida.
Jesús hace caer en la cuenta de esa actitud de prepotencia y de orgullo; el contrapunto lo marca la viuda que ha esperado que no haya nadie para llegar a las alcancías del templo y poner en ellas lo que necesita para comer; ha puesto en aquella alcancía parte de su vida que espera sea acogida por Dios y sea Él quien la sostenga, pues tiene bien claro que solo Él puede mantenerla con vida en la existencia.
Resuenan en mis oídos las palabras de Paquita: lo que le sobra cada mes de la comida, la luz y el agua, entiende que no es suyo, que debe darlo para que alcance a todos y todavía siente necesidad de dar gracias a Dios porque le da para que le sobre; ella cobra 500€ de pensión.
Ciertamente, ni el planteamiento de Paquita, y menos el de Jesús tienen hoy aceptación en una sociedad en la que el canon establecido para valorar a la persona es el “TENER”(poder, prestigio, dinero) y el referente o modelo no son aquellos que luchan por hacer este mundo más humano, sino aquellos que acumulan millones en cantidades astronómicas. Por eso vemos cómo, desde pequeños, a los niños se los va preparando para que el día de mañana “TENGAN” un buen porvenir, un buen sueldo, una buena posición, una buena casa, una buena fortuna… lo que menos importa es que sean personas de paz y de bien.
Y estamos viendo cómo la sociedad se va empobreciendo en solidaridad, afecto, amistad, ternura y creciendo en violencia, en soledad, y la gente se va incapacitando para el servicio gratuito, para la amistad, para la confianza, para la comunicación… quedando todo reducido a “amontonar” cosas.
Incluso podemos observar cómo la gente cuando tiene que definirse no dice lo que es, sino lo que tiene, con lo que va dejando ver que no es un cualquiera.
Por eso, la llamada de atención que hace Jesús es formidable en un ambiente como el que vivimos, pues “esa pobre viuda ha echado en el arca de las ofrendas más que nadie.” Pues con su vida sencilla es probable que esté haciendo por crear un mundo mejor más que todos los ricos juntos.
Es curioso ver cómo se le hacen monumentos a famosos acaudalados de un pueblo al que jamás hicieron algo por crear unas condiciones mejores de fraternidad en él y en cambio se le hace la vida imposible a una persona que crea puestos de trabajo y ayuda a mantener dignamente a varias familias, o se recluye y se ningunea a un pobre que siempre estuvo colaborando con el barrio y entregó su vida por hacer que la vida entre los vecinos fuera más humana y fraterna.

martes, 27 de octubre de 2009

FIESTA DE TODOS LOS SANTOS


Lectura del libro del Apocalipsis 7,2‑4.9‑14
Apareció en la visión una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de toda nación, raza, pueblo y lengua

Yo, Juan, vi a otro ángel que subía del oriente llevando el sello del Dios vivo. Gritó con voz potente a los cuatro ángeles encargados de dañar a la tierra y al mar, diciéndoles: "No dañéis a la tierra ni al mar ni a los árboles hasta que marquemos en la frente a los siervos de nuestro Dios." Oí también el número de los marcados, ciento cuarenta y cuatro mil, de todas las tribus de Israel. Después esto apareció en la visión una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de toda nación, raza, pueblo y lengua, de pie delante del trono y del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos. Y gritaban con voz potente: "¡La victoria es de nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero!" Y todos los ángeles que estaban alrededor del trono y de los ancianos y de los cuatro vivientes cayeron rostro a tierra ante el trono, y rindieron homenaje a Dios, diciendo: "Amén. La alabanza y la gloria y la sabiduría y la acción de gracias y el honor y el poder y la fuerza son de nuestro Dios, por los siglos de los siglos. Amén."
Y uno de los ancianos me dijo: "Ésos que están vestidos con vestiduras blancas, ¿quiénes son y de dónde han venido?" Yo le respondí: "Señor mío, tú lo sabrás." Él me respondió: "Éstos son los que vienen de la gran tribulación: han lavado y blanqueado sus vestiduras en la sangre del Cordero.

Salmo Responsorial: 23

Éste es el grupo que viene a tu presencia, Señor.
Del Señor es la tierra y cuanto la llena, /
el orbe y todos sus habitantes: /
él la fundó sobre los mares, /
él la afianzó sobre los ríos. R.
Éste es el grupo que viene a tu presencia, Señor.
¿Quién puede subir al monte del Señor? /
¿Quién puede estar en el recinto sacro? /
El hombre de manos inocentes / y puro corazón, /
que no confía en los ídolos. R.
Éste es el grupo que viene a tu presencia, Señor.
Ése recibirá la bendición del Señor, /
le hará justicia el Dios de salvación. /
Éste es el grupo que busca al Señor, /
que viene a tu presencia, Dios de Jacob. R.
Éste es el grupo que viene a tu presencia, Señor.

Lectura de la carta primera de S. Juan 1Juan 3,1‑3
Veremos a Dios tal cual es

Queridos hermanos: Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos! El mundo no nos conoce porque no le conoció a él. Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es. Todo el que tiene esperanza en él, se purifica a sí mismo, como él es puro.


Lectura del santo evangelio según S. Mateo 5,1‑12a
Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo

En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió a la montaña, se sentó, y se acercaron sus discípulos; y él se puso a hablar, enseñándoles:
"Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
Dichosos los que lloran, porque ellos serán consolados.
Dichosos los sufridos, porque ellos heredarán la tierra.
Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados.
Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán los Hijos de Dios.
Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
Dichosos vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo."
Palabra del Señor

REFLEXIÓN


¡¡¡VENDO FELICIDAD !!!

Da la sensación que la felicidad es algo que puedes llegar a cualquiera de las grandes
superficies comerciales y te encuentras una de las secciones en la que hay Afelicidad@ de diferentes marcas y la gente va y compra la que más le gusta o la que más se lleva en la temporada y: o te llevas la que ese año pega, o vas haciendo el ridículo.
De la misma manera, hay épocas en las que hay que pensar y vivir de acuerdo a un esquema preestablecido o eres un retrógrado atrasado con quien no se puede contar para nada y a quien no se le puede tomar en cuenta. Es decir: la sociedad tiene programada "SU" felicidad y de una forma agresiva nos la quiere imponer ya que de ella come y se sustenta; el sistema nos crea al vacío y nos presenta los productos con qué llenarlo, luego nos deja colgados, porque normalmente no podemos llegar a satisfacer todas las necesidades que nos crea y siempre nos deja con la insatisfacción y el deseo sin satisfacer pues la alegría, la amistad, la comprensión, la ternura, el acogimiento, la escucha... que son las necesidades más fuertes que el ser humano tiene para poder ser feliz, eso no se puede comprar con dinero.
El éxito, la grandeza, la aceptación de la persona la establece en tener cosas, títulos, dinero, prestigio, fachada... y quien no da el nivel establecido no puede ser feliz, pero esto es un engaño.
Frente a esta propuesta de felicidad engañosa presenta Jesús la suya basada en la felicidad interior que no consiste en ALlenarse de cosas@, sino en liberarse de ellas hasta conseguir la completa libertad, de tal forma que no haya nadie ni nada que amarre y ahogue a la persona y le quite su libertad, por eso: frente al miedo y la inseguridad que el hombre tiene y que el dinero ofrece solucionar llenándose de cosas, Jesús plantea el perder el miedo a esa inseguridad aferrándose a Dios que es el único futuro cierto que existe.
Frente al terror que le tenemos al dolor, al sacrificio, cosa que nadie nos va a quitar, Jesús ofrece la fortaleza para hacerle frente y sacarle el máximo provecho y no para huir de él como del enemigo que nos persigue.
Frente al miedo al ridículo y a mantener una imagen falsa, propone la aceptación de la propia grandeza que cada uno tenemos, pues cada persona es única e irrepetible en el universo y convertirse en creador de paz y alegría antes que vivir como enemigo y contrincante de los demás.
Jesús invita a enfrentarse al mundo de nuestros deseos que nos tienen dominados, de modo que seamos nosotros los dueños y no al contrario; nos invita también a ser auténticos y sinceros, de manera que la verdad será la que de limpieza a nuestra vida y eso será la fuente de toda felicidad.
Lógicamente, su programa de vida es un verdadero proyecto de felicidad, que no hay ningún establecimiento que nos lo venda, sino que es algo que se va construyendo hasta conseguir su plenitud en el cielo.
Son, como podemos ver, dos ofertas: una que se va agotando en lo inmediato y nos deja siempre insatisfechos y vacíos, la otra que nos abre a la esperanza y al infinito y en la que vamos creciendo, sintiéndonos nosotros mismos dueños y señores de nuestra propia historia.

DOMINGO XXXI DEL T.ORDINARIO -B-

PRIMERA LECTURA

Lectura del libro del Deuteronomio 6, 2‑6
Escucha, Israel: Amarás al Señor con todo el corazón

En aquellos días, habló Moisés al pueblo, diciendo:
-“Teme al Señor, tu Dios, guardando todos sus mandatos y preceptos que te manda, tú, tus hijos y tus nietos, mientras viváis; así prolongarás tu vida. Escúchalo, Israel, y ponlo por obra, para que te vaya bien y crezcas en numero. Ya te dijo el Señor, Dios de tus padres: “Es una tierra que mana leche y miel.”
Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es solamente uno. Amarás al Señor, tu Dios, con todo el corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas.
Las palabras que hoy te digo quedarán en tu memoria.”
Palabra de Dios.

REFLEXIÓN

"LA "CARTA MAGNA DEL PUEBLO DE ISRAEL"

En este pasaje se concentra la síntesis de toda la espiritualidad bíblica del A.T.: se trata de la fidelidad del hombre a Dios como respuesta a la fidelidad de Dios al hombre.
Dios ha dado al hombre unas normas sabias, que lo van a mantener con su dignidad inquebrantable siempre que él sea fiel a lo pactado. Dios va repitiendo la motivación del pacto y de las normas: “Para que sea dichoso” el hombre con toda su familia. La finalidad, por tanto, de estas normas que Dios da es para que sea feliz, que en definitiva es la máxima aspiración del hombre en la tierra.
No es la “felicidad” que da el mundo basada en el “tener” cosas, riquezas, prestigio, poder… Todo eso está vacío si es que no se tiene la felicidad interior, la que da Dios, que es la que llena de sentido toda la existencia.
El fundamente de una verdadera felicidad está en una relación íntima y personal con Dios al que lo escucho desde mi corazón, pues es ahí donde Dios se encuentra conmigo.
Dios es la fuente de la felicidad, por eso invita a estar siempre conectado a Él pues de lo contrario, irse a otras fuentes, solo encontraríamos falsificaciones que nos llenarán de vacío y sin sentido.
Trayendo esta actitud al momento actual que vivimos, vuelve a sonar con una fuerza enorme la palabra de Dios que se acerca a cada uno en este sin fin de normas en leyes, indicaciones, ofertas de libertad y de felicidad… en el que vivimos. En medio de todo esto, dios se acerca a nuestro oído y nos dice: “Escucha, cumplo lo que yo te digo y serás feliz”, porque no hay otra fuente de felicidad y de paz.
¡Cuánto estamos necesitados, todos, de pararnos y escuchar en el silencio la voz de Dios y su invitación amorosa a ser feliz.


Salmo responsorial Sal 17, 2‑3a. 3bc‑4. 47 y 51ab

R/. Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza.
Yo te amo, Señor, tú eres mi fortaleza;
Señor, mi roca, mi alcázar, mi libertador. R/.
R/. Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza.
Dios mío, peña mía, refugio mío,
escudo mío, mi fuerza salvadora, mi baluarte.
Invoco al Señor de mi alabanza
y quedo libre de mis enemigos. R/.
R/. Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza.
Viva el Señor, bendita sea mi Roca,
sea ensalzado mi Dios y Salvador.
Tú diste gran victoria a tu rey,
tuviste misericordia de tu Ungido. R/.
R/. Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza.

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta a los Hebreos 7, 23‑28
Como permanece para siempre, tiene el sacerdocio que no pasa

Hermanos: Ha habido multitud de sacerdotes del antiguo Testamento, porque la muerte les impedía permanecer; como éste, en cambio, permanece para siempre, tiene el sacerdocio que no pasa. De ahí que puede salvar definitivamente a los que por medio de él se acercan a Dios, porque vive siempre para interceder en su favor.
Y tal convenía que fuese nuestro sumo sacerdote: santo, inocente, sin mancha, separado de los pecadores y encumbrado sobre el cielo.
El no necesita ofrecer sacrificios cada día -como los sumos sacerdotes, que ofrecían primero por los propios pecados, después por los del pueblo- , porque lo hizo de una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo.
En efecto, la Ley hace a los hombres sumos sacerdotes llenos de debilidades. En cambio, las palabras del juramento, posterior a la Ley, consagran al Hijo, perfecto para siempre.
Palabra de Dios.

REFLEXIÓN

"JESUCRISTO, ÚNICO ACCESO AL PADRE"

La carta a los hebreos pone especial énfasis en dejar claro el papel de Cristo dentro de lo que supone la figura del sumo sacerdote de la antigua alianza: era pieza clave para la relación de Dios con el pueblo y del pueblo con Dios.
El sumo sacerdote, un hombre débil, mortal, caduco, no hace sino llevar a cabo la ley por la que cada uno se purifica de sus pecados y puede continuar llamándose “pueblo”, pero es la ley la que, en definitiva, impera por encima de los hombres. Y cada acción del hombre ha de ser sancionada por la ley y para ello el sumo sacerdote tenía que actuar en conformidad con lo establecido por la ley, por eso, para poder realizarlo, él es el primero que tiene que purificarse para poder reintegrar al hombre al orden establecido.
Cristo supera esta situación: la ley está puesta para aplacar y satisfacer a Dios, pero Dios se ha bajado y ha tomado naturaleza humana, con lo que ésta, al ser asumida por Dios, ha quedado restaurada y purificada para siempre; ya no necesita más sacrificios expiatorios, únicamente necesita la adhesión del hombre a Cristo.
Se han terminado los sacrificios puesto que Dios mismo ha ofrecido lo único que Él quiere: su Hijo Jesús, que le ha ofrecido su vida como sacrificio expiatorio, por tanto ya terminaron los sacrificios y los sumos sacerdotes, pues Cristo se ha convertido en único sumo sacerdote, mediador y recuperados absoluto de la dignidad humana.
De ahora en adelante, el único sacrificio expiatorio, la única ofrenda agradable será la adhesión a Cristo y a su causa. Será el único sacrificio y ofrenda agradable a Dios ya que Cristo se ha convertido en el único camino de acceso a Dios.
Vivir en Cristo es vivir amando, con la verdad, con la justicia, construyendo la paz, con la fraternidad es la única garantía de salvación y de felicidad presente y futura.


Aleluya Jn.14, 23
El que me ama guardará mi palabra -dice el Señor-,
y mi Padre lo amará, y vendremos a él.


EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Marcos 12, 28b‑34
No estás lejos del reino de Dios

En aquel tiempo, un escriba se acercó a Jesús y le preguntó:
-“¿Qué mandamiento es el primero de todos?”
Respondió Jesús:
-“El primero es: “Escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único Señor: amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser.” El segundo es éste: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo.” No hay mandamiento mayor que éstos.”
El escriba replicó:
-“Muy bien, Maestro, tienes razón cuando dices que el Señor es uno solo y no hay otro fuera de él; y que amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todo el ser, y amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios.”
Jesús, viendo que había respondido sensatamente, le dijo:
-“No estás lejos del reino de Dios.”
Y nadie se abrevió a hacerle más preguntas.
Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

EL AMOR DE DIOS SE HA HECHO HUMANO
Cuando se le acerca a Jesús un maestro de la ley para preguntarle qué es lo más importante de toda la ley y la espiritualidad bíblica, Jesús no duda en responderle con lo que todos repiten tres veces al día: ““Escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único Señor: amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser.”. Esto es algo que lo tienen muy claro, es el espíritu de la alianza, eso es lo que le da sentido a toda la vida, pero eso no es una “idea”, una frase, un principio… eso solo se entiende y se cree cuando se hace realidad palpable y esa realidad entre los hombres solo tiene una forma de expresarse, aquella que los hombres entienden: EL AMOR HUMANO por eso, Dios se bajó de la nubes y se hizo humano y amó como los humanos y cuando se encontraba un enfermo no se ponía a darle un discurso y a hacerle entender la teoría del amor divino ni a hacerle una declaración de principios, sino que le preguntaba ¿qué quiere? Y, lógicamente le mostraba su necesidad: ¡Cúrame! Y cuando se muere su amigo o se encuentra a la viuda de Naín se estremece y llora y devuelve con vida a la persona.
Por eso, cuando el maestro de la ley le pregunta, le contesta con lo que dice la ley, pero inmediatamente la hace aterrizar porque una falta de fidelidad y lealtad a la ley es dejarla solo en los principios, en las nubes, o en la mera aplicación al individuo y nosotros nos quedamos fuera.
Cuando esto no se tiene claro o se quiere desviar, entonces nos vamos por las leyes en donde nos enzarzamos en discusiones inútiles: los judíos habían puesto 248 mandatos y 365 prohibiciones divididas por categorías según la importancia que tenía, con lo que el núcleo fundamentas se perdía.
Algo muy parecido es lo que hoy nos ocurre dentro y fuera de la iglesia: nos quedamos en cositas, en preceptos y nos perdemos en interpretaciones minuciosas y nos dejamos a un lado la justicia y el amor que son los que nos deberían distinguir

martes, 20 de octubre de 2009

DOMINGO XXX DEL T.ORDINARIO -B-

PRIMERA LECTURA

Lectura del libro de Jeremías 31, 7‑9
Guiaré entre consuelos a los ciegos y cojos

Así dice el Señor:
*Gritad de alegría por Jacob, regocijaos por el mejor de los pueblos;
proclamad, alabad y decid: El Señor ha salvado a su pueblo, al resto de Israel.
Mirad que yo os traeré del país del norte, os congregaré de los confines de la tierra.
Entre ellos hay ciegos y cojos, preñadas y paridas: una gran multitud retorna.
Se marcharon llorando, los guiaré entre consuelos;
los llevaré a torrentes de agua, por un camino llano en que no tropezarán.
Seré un padre para Israel, Efraín será mi primogénito.+
Palabra de Dios.

REFLEXIÓN

“DIVIDE Y VENCERÁS”

El pueblo ha caído en lo más profundo, ha tocado fondo: se ha dividido en dos partes : el reino del norte y el del sur y ha sido llevado al exilio; este ha sido el resultado del desorden en el que se ha entrado. Cuando las esperanzas parecen perdidas, cuando ya no se ve solución, pues nadie sabe cómo va a salir del hueco donde se han metido, los pobres tienen todas las esperanzas perdidas y se sienten sin fuerzas, ellos claman al cielo y Dios no se deja insistir, ahí suena su voz con el profeta Jeremías anunciando la liberación y el retorno de la alegría; Dios va a hacer una alianza que garantizará la libertad y la prosperidad, pero esto no va a venir de aquellos que han hundido al pueblo, ni de los poderosos que no sienten deseo de liberación, ellos lo tienen todo y no van a poner las bases para que se les venga abajo su estatus de privilegio; la liberación va a venir de ese pequeño grupo que se ha mantenido fiel al Señor, que siente que le han quitado la voz, esos que han sufrido en silencio y que no tenían ni autoridad ni fuerza para nada, por ellos se salvará Israel y ADios será un Padre para ellos y Efraín será su hijo primogénito@
El profeta invita a levantar los ánimos, que será la base para que renazca la esperanza. Con un pueblo hundido y desmotivado no se puede pensar en nada. Dios se ha puesto de su parte, ellos tendrán que responder arrimando el hombro.
La situación vuelve a repetirse y el problema vuelve a ser el mismo: frente al poderoso, la masa de los débiles se agacha, se inhibe, se asusta y se humilla dejándose que le hagan lo que quieran, incluso llegan a pensar que no vale la pena luchar, que mejor es unirse y apoyar al enemigo.
El profeta viene a plantear la lucha contra esa postura de pérdida de la esperanza, como lo más negativo que puede ocurrir. Dios se acerca para hacer ver a este pueblo humillado y roto que la salvación la tiene en sus manos, basta que recuperen la confianza en ellos mismos, en que restablezcan la solidariddad y destruyan la competencia, eso solo lo puede hacer el pueblo, los tiranos no lo van a hacer de ninguna forma, a ellos no les interesa y por eso nos inducirán como borregos a lo contrario.
Un ejemplo claro lo tenemos en momentos de crisis como el actual, que estamos viviendo: vemos que cada uno va a solucionar “su” problema sin importarle el de los demás y jamás se arregla nada.
Basta con que cada uno arrime su hombro y piense en el bien de todos antes que en el suyo propio y, sobre todo, no cometan la estupidez de poner en la cabeza a alguien que no esté en esta onda.
La utopía se hizo realidad muchas veces en muchos sitios y esta actitud logró sacar del caos a muchos pueblos, pues en es dinamica de solidaridad Dios se compromete y lucha junto al pueblo.


Salmo responsorial Sal 125, 1‑2ab. 2cd‑3. 4‑5. 6

R/. El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres.
Cuando el Señor cambió la suerte de Sión,
nos parecía soñar: la boca se nos llenaba de risas,
la lengua de cantares. R/.
R/. El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres.
Hasta los gentiles decían:
“El Señor ha estado grande con ellos.”
El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres. R/.
R/. El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres.
Que el Señor cambie nuestra suerte,
como los torrentes del Negueb.
Los que sembraban con lágrimas cosechan entre cantares. R/.
R/. El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres.
Al ir, iba llorando, llevando la semilla;
al volver, vuelve cantando,
trayendo sus gavillas. R/.
R/. El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres.

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta a los Hebreos 5, 1‑6
Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec

Hermanos:
Todo sumo sacerdote, escogido entre los hombres, está puesto para representar a los hombres en el culto a Dios: para ofrecer dones y sacrificios por los pecados.
Él puede comprender a los ignorantes y extraviados, ya que él mismo está envuelto en debilidades.
A causa de ellas, tiene que ofrecer sacrificios por sus propios pecados, como por los del pueblo.
Nadie puede arrogarse este honor: Dios es quien llama, como en el caso de Aarón. Tampoco Cristo se confirió a sí mismo la dignidad de sumo sacerdote, sino aquel que le dijo: “Tú eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy”, o, como dice otro pasaje de la Escritura: “Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec.”
Palabra de Dios.


REFLEXIÓN

CRISTO MEDIADOR Y SACERDOTE UNICO”

Según la ley antigua, el que cometía un pecado debía pagar una multa y, saldada ésta, quedaba libre de la pena y recuperaba su estado de libertad. Esta multa se pagaba con un animal en perfectas condiciones y con características especiales de perfección establecidas por la ley.
Este animal era entregado al templo como primicia y después era comprado en el templo para el sacrificio que se hacía para expiación por el pecado cometido.
Una vez al año, el Sumo sacerdote entraba en el santuario para ofrecer el sacrificio expiatorio por los pecados del pueblo, pero antes debía ofrecer él un sacrificio para limpiarse de sus propios pecados y así poder ofrecer el sacrificio por el pecado de los demás.
Este era el esquema antiguo a través del cual la persona podía recuperar su estado de “ciudadano”
Cristo es presentado como el Sumo y eterno Sacerdote de la Nueva Alianza, puesto y llamado por Dios Padre, el que ha de recibir la alabanza y la expiación de los pecados, pero El es AEl Cordero puro y santo que no ha conocido el pecado ni ha sido manchado por él@. Su sacrificio y entrega en favor de los hombres se convierte en la abolición de todos los sacrificios anteriores; por él queda regenerado y santificado todo para siempre.
Con el sacrificio de Cristo el hombre ha recuperado para siempre su dignidad de “ciudadano del Pueblo de Dios” de Hijo de Dios.


Aleluya cf. 2 Tm 1, 10
Nuestro Salvador Jesucristo destruyó la muerte y sacó a la luz la vida, por medio del Evangelio.

EVANGELIO


Lectura del santo evangelio según san Marcos 10, 46‑52
Maestro, haz que pueda ver

En aquel tiempo, al salir Jesús de Jericó con sus discípulos y bastante gente, el ciego Bartimeo, el hijo de Timeo, estaba sentado al borde del camino, pidiendo limosna. Al oír que era Jesús Nazareno, empezó a gritar:
-“Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí.”
Muchos lo regañaban para que se callara. Pero él gritaba más:
-“Hijo de David, ten compasión de mí.”
Jesús se detuvo y dijo:
-“Llamadlo.”
Llamaron al ciego, diciéndole:
-“ánimo, levántate, que te llama.”
Soltó el manto, dio un salto y se acercó a Jesús.
Jesús le dijo:
-“¿ Qué quieres que haga por ti?”
El ciego le contestó:
-“Maestro, que pueda ver.”
Jesús le dijo:
-“Anda, tu fe te ha curado.”
Y al momento recobró la vista y lo seguía por el camino.
Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

“NO SEGUIMOS A UN DESCONOCIDO”

En estos domingos nos viene presentando la liturgia varios episodios que suceden en el camino, mientras Jesús va hacia Jerusalén: uno se le acerca para preguntarle qué es lo que tiene que hacer para entrar en la vida eterna; Santiago y Juan que se le acercan para pedirle que les ubique en el mejor puesto del reino, a ambos les aclara el tema, pues ninguno está dispuesto a liberarse del prestigio que da el poder y, en definitiva, es esto lo que buscan.
Hoy aparece un ciego, Bartimeo, que se encuentra a la orilla del camino, en la soledad y en la exclusión, ciego: sin posibilidades de levantarse; le pide a Jesús recuperar la vista y cuando Bartimeo se encuentra con Jesús de un salto se incorpora y lo sigue. No ocurrió así con el otro que tenía mucho dinero.
La noticia de la presencia de Jesús hace nacer el deseo de conocerlo y da posibilidad para reconocer las expectativas y hasta las esperanzas de la gente: unos quieren compaginar lo irreconciliable, otros buscan equivocadamente algo que no es posible y otros, como el ciego, poniendo su esperanza en el único que puede devolver el sentido de la vida, se levantan y lo siguen. Pero ha sido necesario un anuncio de su presencia.
Bartimeo se aferra a Jesús como su única esperanza, pues ante los demás se encuentra en la marginación total, Jesús es el único que puede tener compasión de él, pues ve que los que se sienten seguros hasta le reprochan que pronuncie el nombre de Jesús y le impiden que se levante; ellos pasan de largo a su lado y piensan que su sitio es la marginalidad.
Pero Jesús no es indiferente y se detiene ante su grito: pide que lo llamen y el ciego salta de alegría al percibir que Jesús le ha tomado en cuenta. El encuentro con Jesús le colma todas sus expectativas y Bartimeo se convierte en su discípulo: oye hablar de Jesús, se encuentra con Él y lo sigue en el camino.
El gran problema nuestro hoy es que tenemos reparo en hablar de Jesús, y estamos privando de una gran cantidad de posibilidades que podrían darse a todos los niveles: suscitar el deseo de conocerlo, posibilitar un encuentro y, lógicamente, abrir cauces para que la gente se abra al reino, pero al faltar esto, no hay deseos de encuentro, no se da la posibilidad de un conocimiento y lógicamente, tampoco habrá seguimiento. Lo triste es que a esa situación de rechazo de la propuesta de Jesús le llamamos “seguimiento de Cristo”.

jueves, 15 de octubre de 2009

DOMINGO XXIX DEL T.ORDINARIO -B-

PRIMERA LECTURA


Lectura del libro de Isaías 53, 10‑11
Cuando entregue su vida como expiación, verá su descendencia, prolongará sus años

El Señor quiso triturarlo con el sufrimiento, y entregar su vida como expiación: verá su descendencia, prolongará sus años, lo que el Señor quiere prosperará por su mano.
Por los trabajos de su alma verá la luz, el justo se saciará de conocimiento.
Mi siervo justificará a muchos, porque cargó con los crímenes de ellos.
Palabra de Dios.

REFLEXIÓN:


“DIOS SE HA PUESTO DE NUESTRO LADO”

La acción salvadora de Dios se realiza en medio de un mundo dominado por el mal y éste produce la muerte, es, por tanto, la lucha de la vida en el imperio de la muerte, en consecuencia, no es nada agradable el trabajo que hay que hacer: el creyente vive como un retoño verde en medio de un campo desierto y quemado.
Su acción de vida es despreciada y rechazada por el mundo que no la soporta. Queda claro y evidente que la fidelidad a Dios y la lealtad a su causa, no es nada fácil ni bien recibido, sino todo lo contrario.
Dios, en su plan, podía haber hecho las cosas de otra manera, pero asumió el mismo mundo y la misma dinámica que el hombre ha establecido y por la que tiene que pasar; entrando de esta manera en él, se somete al dolor y al sufrimiento, pero con la certeza de que de ese dolor nace la alegría.
Como podemos ver, es una manera completamente distinta de hacer y pensar las cosas a como las hace el hombre, aunque sea desde dentro: el triunfo de la vida sobre la muerte se ha de hacer desde el dolor que produce la muerte, desde dentro y no desde fuera.
Es el problema constante que nos acosa: el rechazo que sentimos al dolor y al sufrimiento, a la lucha y a la complicación y cuando las cosas no resultan como a nosotros nos gustarían, entonces sacamos el hombro y desde fuera nos dedicamos a decir cómo se tienen que hacer y a criticar al que está implicado, corrigiendo lo que ha hecho o criticando las equivocaciones que comete, pero siempre desde fuera, que es desde donde más cómodamente se ven los toros, con lo cual nos convertimos en los nuevos obstáculos que hacen más doloroso el camino, ya que ni hacemos ni dejamos que se haga.



Salmo responsorial Sal 32, 4‑5. 18‑19. 20 y 22

R/. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.
Que la palabra del Señor es sincera,
y todas sus acciones son leales;
él ama la justicia y el derecho,
y su misericordia llena la tierra. R/.
R/. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.
Los ojos del Señor están puestos en sus fieles,
en los que esperan en su misericordia,
para librar sus vidas de la muerte
y reanimarlos en tiempo de hambre. R/.
R/. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.
Nosotros aguardamos al Señor:
él es nuestro auxilio y escudo.
Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros,
como lo esperamos de ti. R/.
R/. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.


SEGUNDA LECTURA


Lectura de la carta a los Hebreos 4, 14‑16
Acerquémonos con seguridad al trono de la gracia

Hermanos:
Mantengamos la confesión de la fe, ya que tenemos un sumo sacerdote grande, que ha atravesado el cielo, Jesús, Hijo de Dios.
No tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino que ha sido probado en todo exactamente como nosotros, menos en el pecado.
Por eso, acerquémonos con seguridad al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y encontrar gracia que nos auxilie oportunamente.
Palabra de Dios.


REFLEXIÓN


“SI DIOS ESTÁ DE NUESTRA PARTE…”


La carta a los hebreos hace una proclamación de la obra de Jesús: Él no se salió escurriendo el bulto –como se suele decir- sino que se metió de lleno en la dinámica de la muerte que el hombre ha establecido, para dar la derrota desde dentro, rompiéndole el ritmo al meter el revulsivo de la vida: al odio le puso en contra el amor, a la mentira le opuso la verdad, a la injusticia le opuso la justicia, a la violencia y a la división les contrapuso la paz y la unidad; es decir: se metió de lleno en la pelea y probó todo el dolor y el sufrimiento que supone el enfrentamiento de cualquiera, por eso se ha convertido en el Sumo Sacerdote, que entiende a la perfección el dolor y la dificultad de sus hermanos y por eso también, se convierte en la base de la confianza que podemos tener en Dios, pues sabemos que nos comprende, cosa que durante muchos siglos había sido un acto simbólico, con el que esperaban que Dios quedara complacido y creyera la buena voluntad del hombre, expresándolo con un rito en el que se sacrificaba un animal, como gesto visible del agradecimiento y de la voluntad que el hombre tenía de agradar a Dios, aunque sus fuerzas no dieran para más.
Cristo hace real todo esto que era simbólico para el hombre, ha cambiado todo y desde ahora, el hombre ha encontrado el camino abierto a Dios y la seguridad de que es escuchado y atendido, gracias al camino que Cristo ha recorrido y ha dejado abierto para todos.
En esta obra, Cristo no aparece como alguien extraño y lejano a los hombres, sino todo lo contrario: Él se ha embarrado hasta los ojos, Él ha pasado por todas las tribulaciones de la naturaleza humana y, de esa forma, ha derribado la gran barrera que nos apartaba de Dios, ha sido el mismo Dios quien la ha derribado y se ha puesto a nuestro lado.
Pensar en todo esto nos llena de alegría y de esperanza, hasta el punto que nos hace gritar con S. Pablo: “Si Dios está de nuestra parte ¿quién se nos podrá poner en contra?” pues no tengo un Dios vengativo que espera mi fracaso para castigarme, sino a un Dios Padre y amigo que cuando caigo se para a mi lado para levantarme, curarme y cogerme en sus brazos, si es que fuera necesario.



Aleluya Mc 10, 45
El Hijo del hombre ha venido para servir y dar su vida en rescate por todos.



EVANGELIO


Lectura del santo evangelio según san Marcos 10, 35‑45
El Hijo del hombre ha venido para dar su vida en rescate por todos

En aquel tiempo, se acercaron a Jesús los hijos de Zebedeo, Santiago y Juan, y le dijeron:
-“Maestro, queremos que hagas lo que te vamos a pedir.”
Les preguntó:
-“¿Qué queréis que haga por vosotros?”
Contestaron:
-“Concédenos sentarnos en tu gloria uno a tu derecha y otro a tu izquierda.”
Jesús replicó:
-“No sabéis lo que pedís, ¿sois capaces de beber el cáliz que yo he de beber, o de bautizaros con el bautismo con que yo me voy a bautizar?”
Contestaron:
-“Lo somos.”
Jesús les dijo:
-“El cáliz que yo voy a beber lo beberéis, y os bautizaréis con el bautismo con que yo me voy a bautizar, pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; está ya reservado.”
Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra Santiago y Juan.
Jesús, reuniéndolos, les dijo:
-“Sabéis que los que son reconocidos como jefes de los pueblos los tiranizan, y que los grandes los oprimen.
Vosotros, nada de eso: el que quiera ser grande, sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos.
Porque el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por todos.”
Palabra del Señor.
O bien más breve:
Lectura del santo evangelio según san Marcos 10, 42‑45
En aquel tiempo, Jesús, reuniendo a los Doce, les dijo:
-“Sabéis que los que son reconocidos como jefes de los pueblos los tiranizan, y que los grandes los oprimen.
Vosotros, nada de eso: el que quiera ser grande, sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos.
Porque el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por todos.”
Palabra del Señor.



REFLEXIÓN


“JESÚS NO ACEPTA EL JUEGO SUCIO”


Jesús ha venido presentando con toda claridad su proyecto en todo momento, pero por más que se lo ha hecho ver con sus palabras y con sus obras, ellos siguen sin dar a torcer su brazo sosteniendo su idea. Su proyecto no coincide en absoluto con el de sus discípulos, sin embargo, ellos siguen a su lado esperando, quizás que cambie en algún momento; las expectativas y el proyecto de los discípulos es el que tiene todo el mundo: ser grandes, ocupar puestos de honor, ser reconocidos por todo el mundo como grandes, tener éxito y poder… son las aspiraciones de todo ser humano, muy lícitas por su parte, pero en una onda completamente distinta a lo que viene planteando Jesús.
Juan y Santiago, por su cercanía con Jesús por su amistad y por su parentesco, se atreven a plantearle su ambición: “queremos que hagas lo que te vamos a pedir.” Y lo que quieren es que Jesús los ponga por encima de los demás, cosa que cuando los otros se dan cuenta, se enfadaron cuando vieron que los dos hermanos se les adelantaron: quieren los primeros puestos en el reino y eso era lo que todos esperaban.
Jesús les da la primera lección directa sobre el tema: no han entendido de lo que va la película. Ellos tienen aspiraciones normales de gloria, todos desean ser los primeros y Jesús no les rompe su aspiración, simplemente les aclara los términos, pues se ve que están hablando las mismas palabras pero el contenido es distinto: “Ser el primero y el más importante” no consiste en ocupar un puesto de honor, sino en ejercer una función en la que hay que “beber la copa del dolor” y sufrir el “bautismo de sangre”, es decir: enfrentarse al dolor, al sufrimiento, sumergirse en la muerte; eso significa ser consecuentes con el puesto de honor que ellos buscan, eso no se gana con el esfuerzo, sino que es Dios quien lo concede; ese puesto no es de gloria humana, al estilo de la grandeza de los que se suben al poder aupados por el pueblo y luego se convierten en sus verdugos y en unos tiranos oprimiendo a quienes los subieron al puesto. “No ha de ser así entre vosotros”. Y si alguien funciona así se convierte en un estorbo para el reino de Jesús
Nuestro modelo de grandeza no es ese, sino el que Cristo mismo ha planteado: Él se ha hecho el “servidor” humilde que se pone en el último puesto para sostenerlos a todos: la imagen de poder que se tiene tradicionalmente de una pirámide que en el vértice está el poder asentado sobre una serie de peldaños y al final todos descansan sobre la base, Cristo la invierte y el vértice lo coloca en la base, sosteniendo a toda la estructura. Él se ha colocado en la base y quien quiera ser el primero que se una a Él.
Cuando la iglesia, o cualquier cristiano entiende esto así, se convierte en una luz importantísima para el mundo que refleja con toda claridad el rostro de Cristo, por el contrario, cuando la pirámide la deja asentada sobre la base e incita a subir hasta el vértice, deja de ser signo de Cristo y del reino y se convierte en una imagen más de las que presenta el mundo con el agravante de que se vale de lo “sagrado” y juega con la conciencia que es lo más sagrado de la persona..

martes, 6 de octubre de 2009

DOMINGO XXVIII DEL T.ORDINARIO -B-




PRIMERA LECTURA


Lectura del libro de la Sabiduría 7, 7‑11
En comparación de la sabiduría, tuve en nada la riqueza

Supliqué, y se me concedió la prudencia; invoqué, y vino a mí el espíritu de sabiduría.
La preferí a cetros y tronos, y, en su comparación, tuve en nada la riqueza.
No le equiparé la piedra más preciosa, porque todo el oro, a su lado, es un poco de arena, y, junto a ella, la plata vale lo que el barro.
La quise más que la salud y la belleza, y me propuse tenerla por luz, porque su resplandor no tiene ocaso.
Con ella me vinieron todos los bienes juntos, en sus manos había riquezas incontables.
Palabra de Dios.


COMENTARIO:

“LA VERDADERA SABIDURÍA”
El autor del libro de la Sabiduría intenta dar un testimonio de la sabiduría como la expresión más genuina de la presencia de Dios en medio del pueblo. Esta sabiduría que no es el resultado de un cúmulo de éxitos y consensos humanos, sino de la constatación de momentos concretos en los que Dios se hace presente en la sensatez del hombre y en la bondad natural de su corazón.
El texto recoge aquella actitud que tuvo el rey Salomón que prefirió la sabiduría y la rectitud de corazón antes que los cetros, los tronos, la riqueza, el oro, la plata, la salud, la belleza y la misma luz de los ojos; Dios se sintió tan complacido por aquel gesto de sensatez, que junto a la sabiduría le regaló todo el resto de cosas que Salomón había puesto en un segundo plano.
El texto está escrito para los judíos que viven en la diáspora y que tienen el peligro de perderse en medio de tantas ideas y culturas y modas existentes, el principal peligro será el que se les llene la mente de “cosas” y lleguen a creer que la felicidad está en “Tener” y llenarse bienes mientras van perdiendo la fraternidad.
El pasaje adquiere una actualidad enorme para nosotros que vivimos una realidad muy parecida en la que la mentira se ha puesto como bandera e instrumento de poder haciendo que tanta gente viva confundida huyendo del dolor, del sufrimiento, del compromiso y embarcados en un viaje hacia el absurdo, como es el vivir la vida sin ilusión y sin esperanza y en la insaciable agonía de acumular cosas, pues nos instalamos en un camino que no lleva a ningún sitio.
El hombre más realizado y feliz no es, como todo el mudo cree, aquél que logra hacer una fortuna y toda su vida se la pasa pensando cómo acumular más, sino quien sabe vivir como amigo y hermano de aquellos que le rodean. En cambio, cuando una persona renuncia a vivir en fraternidad y construyendo la alegría entre los que le rodean, lo vemos que se va encerrando y convirtiéndose en enemigo de todos, pues llega a creer que todos le atacan y se refugia en su riqueza creyendo que eso le basta; al final termina fracasado como persona.
Sabio no es el que Asabe muchas cosas, es avezado en los negocios del mundo y hábil para salir siempre victorioso. Desde esta mentalidad, un Asabio se encontraría siempre en una constante confrontación con el mundo y por eso necesita de todos los recursos para atacar y defenderse.
Por el contrario, Asabio para Dios es aquel que se siente parte integrante de este mundo y hace suyos los sufrimientos y alegrías de sus hermanos y su vida la convierte en un aporte positivo para la felicidad de este mundo, hasta el punto que él mismo se convierte en parte esencial de esa felicidad. Sentir y vivir así, es más valioso que todos los tesoros del mundo juntos.
La invitación que nos hace la palabra de Dios es a hacer nuestra la actitud de Salomón y presentar al Señor nuesstra petición: “Danos, Señor, un corazón puro, un espíritu fuerte y capaz de discernir entre el bien y el mal, que no nos dejemos guiar por lo fácil, por lo placentero, sino sino por la verdad y la justicia, que son el único bien supremo.


Salmo responsorial Sal 89, 12‑13.14‑15. 16‑17

R/. Sácianos de tu misericordia, Señor. y toda nuestra vida será alegría.
Enséñanos a calcular nuestros años,
para que adquiramos un corazón sensato.
Vuélvete, Señor, ¿hasta cuando?
Ten compasión de tus siervos. R/.
R/. Sácianos de tu misericordia, Señor. y toda nuestra vida será alegría.
Por la mañana sácianos de tu misericordia,
y toda nuestra vida será alegría y júbilo.
Dános alegría, por los días en que nos afligiste,
por los años en que sufrimos desdichas. R/.
R/. Sácianos de tu misericordia, Señor. y toda nuestra vida será alegría.
Que tus siervos vean tu acción,
y sus hijos tu gloria.
Baje a nosotros la bondad del Señor
y haga prósperas las obras de nuestras manos. R/.
R/. Sácianos de tu misericordia, Señor. y toda nuestra vida será alegría.

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta a los Hebreos 4, 12‑13
La palabra de Dios juzga los deseos e intenciones del corazón

La palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, penetrante hasta el punto donde se dividen alma y espíritu, coyunturas y tuétanos. Juzga los deseos e intenciones del corazón.
No hay criatura que escape a su mirada. Todo está patente y descubierto a los ojos de aquel a quien hemos de rendir cuentas.
Palabra de Dios.

COMENTARIO:

“LA VERDADE MEDICINA PARA LA FELICIDAD”

Todavía resuena en mis oídos el grito enfurecido de una chica jóven que me atacaba por dcir que abortar es un crimen y me gritaba diciendo que me callara, que “le hacían daño mis palabras, que no quería oírme…” Y se tapaba los oídos.
Después vino a protestarme su madre diciéndome que yo no tenía derecho a herir la sensibilidad de nadie ni a trastornar su conciencia.
¡Hasta esos niveles estamos llegando! Y cuando estamos ahí, lógicamente, la palabra de Dios es una espada cortante e hiriente, lo mismo que lo es el bisturí de un cirujano que separa la carne sana de la dañada. La estupidez más grande es no aceptar que hay que quitar la carne podrida que nos lleva a la muerte; cualquiera puede cometer un fallo en su vida, pero lo que no se puede aceptar es quedarse instalado en él asumiendolo como la mejor situación, eso es optar por la muerte como unico horizonte de la vida.
La palabra de Dios es esa espada afilada, porque delante de Dios no hay engaño, todo está al desnudo y la luz de la verdad, como la del sol, no podemos taparla por mucho que nos escondamos en la oscuridad de la mentira.
El pueblo de Israel se separó torpemente de la sabiduría divina expresada en la sensatez y en el sentido común de la persona, cayendo en el absurdo y en aberraciones; será necesario que vuelva a estos principios elementales para que pueda recuperar la vida de nuevo.
En este mundo que nos hemos inventado, en el que llegamos a estupideces tan grandes como el decir que lo que hay en el vientre de una mujer no es un ser humano y esto lo sostenemos en aras a justificar otros disparates como es el perderle el respeto a la vida en aras del placer y del bienestar material, a partir de ahí podemos imaginar todo lo imaginable.
Los “brotes verdes” –de los que hoy se habla- han de empezar por recuperar el conocimiento y el sentido común y en estas circunstancias, la palabra de Dios es el bisturí que corta por lo sano y purifica.
Aunque sigan empecinados, no podemos dejar de admitir que de la corrupción y la podredumbre moral solo se puede esperar, porque eso es lo que genera, la muerte y la destrucción, pero jamás la vida y la felicidad.
El gran peligro que siempre nos acecha es el de intentar coger el camino de enmedio y vemos la lucha que constantemente mantenemos por defender la imagen y los intereses que a cada uno nos conviene y para ello hacemos todos los malabarismos posibles buscando argumentos que convenzan a los demás y a nosotros mismos. Pero al final siempre volvemos a nuestro propio interior que es el que nos aprueba o nos reprocha. La Palabra de Dios es como el espejo interior ante el que nos miramos y no hay posibilidad de esconder o camuflar nada. La Palabra de Dios es la VERDAD y es la única alternativa de felicidad y de libertad.
Aceptar a Dios, aunque cueste romper y cortar con el mal, siempre será optar por la esperanza y cuando nuestra vida se ve iluminada por la Palabra de Dios y nos sentimos en consonancia con ella, es lo único que nos hace recuperar la paz, la alegría, la estabilidad y la felicidad.


Aleluya Mt 5, 3
Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.

EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Marcos 10, 17‑30
Vende lo que tienes y sígueme

En aquel tiempo, cuando salía Jesús al camino, se le acercó uno corriendo, se arrodilló y le preguntó: -“Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?”
Jesús le contestó: -“¿Por qué me llamas bueno? No hay nadie bueno más que Dios.
Ya sabes los mandamientos: no matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no estafarás, honra a tu padre y a tu madre.”
El replicó: -“Maestro, todo eso lo he cumplido desde pequeño.”
Jesús se le quedó mirando con cariño y le dijo: -“Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, dale el dinero a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego sígueme.”
A estas palabras, él frunció el ceño y se marchó pesaroso, porque era muy rico.
Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: -“¡Qué difícil les va a ser a los ricos entrar en el reino de Dios!”
Los discípulos se extrañaron de estas palabras. Jesús añadió: -“Hijos, ¡qué difícil les es entrar en el reino de Dios a los que ponen su confianza en el dinero! Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios.”
Ellos se espantaron y comentaban: -“Entonces, ¿quién puede salvarse?”
Jesús se les quedó mirando y les dijo: -“Es imposible para los hombres, no para Dios. Dios lo puede todo.”
Pedro se puso a decirle: -“Ya ves que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido.”
Jesús dijo: -“Os aseguro que quien deje casa, o hermanos o hermanas, o madre o padre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, recibirá ahora, en este tiempo, cien veces más -casas y hermanos y hermanas y madres e hijos y tierras, con persecuciones- y en la edad futura, vida eterna."
Palabra del Señor.

O bien mas breve:
Lectura del santo evangelio según san Marcos 10, 17‑27

En aquel tiempo, cuando salía Jesús al camino, se le acercó uno corriendo, se arrodilló y le preguntó: -“Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?”
Jesús le contestó: -“¿Por qué me llamas bueno? No hay nadie bueno más que Dios.
Ya sabes los mandamientos: no matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no estafarás, honra a tu padre y a tu madre.”
EL replicó: -“Maestro, todo eso lo he cumplido desde pequeño.”
Jesús se le quedó mirando con cariño y le dijo: -“Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, dale el dinero a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego sígueme.”
A estas palabras, él frunció el ceño y se marchó pesaroso, porque era muy rico.
Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: -“¡Qué difícil les va a ser a los ricos entrar en el reino de Dios!”
Los discípulos se extrañaron de estas palabras. Jesús añadió: -“Hijos, ¡qué difícil les es entrar en el reino de Dios a los que ponen su confianza en el dinero! Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios.”
Ellos se espantaron y comentaban: -“Entonces, ¿quién puede salvarse?”
Jesús se les quedó mirando y les dijo: -“Es imposible para los hombres, no para Dios. Dios lo puede todo.”
Palabra de1 Señor


COMENTARIO:

¿POR QUÉ SE HUYE DE CRISTO?

El personaje que nos muestra S. Marcos es genial, pues en él nos vemos todos retratados: comienza diciendo que se le acercó “UNO”, es un indefinido, por lo que podemos ser tú, yo, cualquiera… Ese “Uno” es la persona que se plantea el tema de su vida: ¿Qué hacer y cómo hacer para vivir en paz , con alegría y ser feliz por haber realizado la misión para la que nacimos?
La pregunata se la plantea a Jesús “UNO” a quien, sin titubear, Jesús le da como respuesta los principios básicos sobre los que se ha de construir todo el proyecto de acción y formación de una PERSONA: los DIEZ MANDAMIENTOS, que son los fundamentos naturales sobre los que se apoya la vida de la PERSONA. Estas Diez Palabras son los ejes en torno a los que gira la actuación de alguien que se desarrolla y actúa como tal con otras personas, con el universo y con Dios.
Cuando el individuo que ha preguntado a Jesús, escucha la respuesta que le da, feliz responde contento que todo eso lo conoce y lo ha cumplido desde pequeño. Jesús se siente feliz de encontarse con una “PERSONA” que se ha tomado en serio su dignidad, tiene las bases y cimientos para poder pensar en otro proyecto superior: “Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, dale el dinero a los pobres, … y luego sígueme”. Condición básica que pone Jesús: “Ser persona” y sobre eso vendrá el paso siguiente: “Ven y sígueme”
El individuo cambió su gesto cuando escuchó que debía ahora liberarse de aquello que le tenía amarrado el corazón: “sus muchos bienes”, ante este reto, prefirió quedarse como “buena persona” antes que aceptar el proyecto del reino que le plantea Jesús.
Hay algo que Jesús tiene clarísimo y que se lo plantea: la vida no se nos ha dado para que acumulemos dinero o cosas, sino para que la vivamos como hermanos. Esto no lo tenía muy claro el individuo que había querido tapar el vacío que tenía con el cumplimiento exacto de unas normas.
Si nos damos cuenta, esta es la situación que constanemente se repite, pero lo más triste es ver cómo queremos cambiar las cosas y compaginar lo irreconciliable: la avaricia que llevamos enganchada en el corazón, que nos lleva necesariamente a la codicia, al egoísmo, a la insolidaridad, al atropello…con la solidaridad, la gratuidad, la fraternidad…y se hacen malabarismos para demostar que se puede ser persona renunciando al principio básico que Dios ha establecido como ley natural e incluso, se pretende militar en el proyecto de Jesús, no solo prescindiendo de la base, sino teniendo el corazón amarrado al dinero, al poder y a otros intereses contrarios, incluso, al mismo reino.
Es el gran problema que estamos viendo en nuestras comunidades cristianas: nos instalamos cómodamente en nuestra practica religiosas, con nuestras devociones, nuestros ritos y nos fastidia escuchar el evangelio “crudo” que nos reta a cambiar nuestra vida.
Nuestra vivencia cristiana la hemos convertido en algo que no nos exige cambiar; constantemente vamos rebajando el listón de tal forma que cada vez ponemos más bajos lo mínimos y nos damos cuenta que cada vez nos sentimos más vacíos y la vivencia del cristianismo no es fuente de alegría, de consuelo y de esperanza.
La pregunta de Jesús sigue siendo hoy la misma: ¿Conoces y cumples los mandamientos primeros? Que dicho con otras palabras sería: ¿Vives y actúas como una persona con dignidad?.
Lo que ya no podemos asegurar, por haber rebajado tanto el listón, es si seríamos capaces de responder con la misma alegría que respondió el “individuo”: “Maestro, todo eso lo he cumplido desde pequeño.”. El resto… ya podemos imaginarlo.