jueves, 13 de enero de 2011

NACIMIENTO DE JESÚS

PRIMERA LECTURA

Lectura del libro de Isaías 52, 7‑10
Los confines de la tierra verán la victoria de nuestro Dios

¡Qué hermosos son sobre los montes
lospies del mensajero que anuncia la paz,
que trae la buena nueva,
que pregona la victoria,
que dice a Sión: «Tu Dios es Rey»!
Escucha: tus vigías gritan,
cantan a coro,
porque ven cara a cara al Señor,
que vuelve a Sión.
Romped a cantar a coro,
ruinas de Jerusalén,
que el Señor consuela a su pueblo,
rescata a Jeusalén:
el Señor desnuda su santo brazo
a la vista de todas las naciones,
y verán los confines de la tierra
la victoria de nuestro Dios.
Palabra de Dios.

REFLEXIÓN

“¿DÓNDE ESTÁN LOS MENSAJEROS?”

El profeta Isaías anuncia al pueblo la salvación y alaba al Señor dando gracias por los mensajeros que anuncian la paz y traen la Buena Noticia proclamando la salvación; éstos serán los centinelas que están atentos a la vida del pueblo, los verdaderos pastores que cuidan de sus ovejas.
Pero el profeta entiende que el único y verdadero pastor es Dios, que es al único a quien interesan las ovejas y Él mismo ha de venir. En la cumbre de los tiempos se hará realidad en Jesús la esperanza del profeta y Él mismo se llamará el mismo se llamará “El Pastor” de sus ovejas, pero al mismo tiempo, advertirá de la presencia de otros pastores que confundirán al rebaño.
Las palabras de Isaías siguen resonando hoy en otra situación distinta: Cristo ya vino, pero los mensajeros que anuncian la paz y traen la “Buena Nueva” se volvieron rebeldes y no han entrado todavía en razones.
A este mundo en situación de caos ha perdido la capacidad de discernimiento y no reconoce al salvador.
Hoy no podemos decir “Qué hermosos los pies del mensajero” porque no son anunciadores de la paz, sino de la división de la calumnia, de la mentira… asalariados del poder de las tinieblas.
Estamos viendo con estupor cómo al que anuncia la paz y la justicia, todo se le revuelve en contra, hasta las mismas leyes, por el contrario sale triunfante el que va atropellando.
El profeta termina diciendo que “todos los pueblos verán la victoria de nuestro Dios” pero a esta conclusión solo se puede llegar por un acto de conversión o por un camino que termina en el caos y el absurdo; cuando ya se llega al final,, no queda más remedio que aceptar la evidencia: el hombre no tiene más salida que la que Dios le da.


Salmo responsorial Sal 97, 1. 2‑3ab. 3cd‑4. 5‑6

V/. Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios.

V/. Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios.

V/. Su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo;
el Señor da a conocer su victoria,
revela a las naciones su justicia:
se acordó de su misericordia y su fidelidad
en favor de la casa de Israel.

V/. Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios.

Aclama al Señor, tierra entera,
gritad, vitoread, tocad.

R/. Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios.

V/. Tocad la cítara para el Señor,
suenen los instrumentos:
con clarines y al son de trompetas
aclamad al Rey y Señor.

R/. Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios.



SEGUNDA LECTURA:

Lectura de la carta a los Hebreos 1, 1‑6
Dios nos ha hablado por su Hijo

En distintas ocasiones y de muchas maneras
habló Dios antiguamente a nuestros padres por los Profetas.
Ahora, en esta etapa final,
nos ha hablado por el Hijo,
al que ha nombrado heredero de todo,
y por medio del cual ha ido realizando las edades del mundo.
El es reflejo de su gloria, impronta de su ser.
El sostiene el universo con su palabra poderosa.
Y, habiendo realizado la purificación de los pecados,
está sentado a la derecha de Su Majestad en las alturas;
tanto más encumbrado sobre los ángeles,
cuanto más sublime es el nombre que ha heredado.
Pues, ¿a qué ángel dijo jamás: «Hijo mío eres tú, hoy te he engendrado»,
o: ¿«Yo seré para él un padre y él será para mí un hijo»?
Y en otro pasaje, al introducir en el mundo al primogénito, dice:
«Adórenlo todos los ángeles de Dios.»
Palabra de Dios.


REFLEXIÓN

“LA BUENA NOTICIA DE JESÚS”

Dios ha venido conduciendo al hombre a través de los siglos con una pedagogía cargada de paciencia y de misericordia haciéndole notar su presencia y su decisión de no dejarlo solo hasta que en la cumbre de los tiempos decide bajarse a la tierra y hacerse presente.
Jesús es la presencia visible y sensible de Dios en la tierra. El mismo Dios que creó el universo, que está antes de todo lo que existe, toma un cuerpo y se mete en este mundo como un hombre más.
Jesús está por encima de todo lo creado, de cualquier institución religiosa, social, económica o política; por encima de cualquier ley. Él no está sometido a nada.
Él ha traído una misión: anunciar a los hombres que Dios ha pasado la página, que ha borrado la deuda de los hombres y les ofrece la posibilidad de restablecer su grandeza y pasar a participar en la comunión con Dios.
Pablo deja bien claro que el hombre ha entrado en una nueva dimensión abierta con la resurrección de Jesús: ni la angustia, ni la enfermedad, ni la espada, ni la guerra, ni otra criatura alguna podrá hacer que cambie la decisión de Dios. Tan solo mi estupidez es capaz de anular el don que Dios me hace en cuanto que yo puedo despreciarlo.


Aleluya

Aleluya, aleluya.
Nos ha amanecido un día sagrado:
venid, naciones, adorad al Señor,
porque hoy una gran luz ha bajado a la tierra.
Aleluya.

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según San Juan 1, 1‑18
La Palabra se hizo carne, y acampó entre nosotros

En el principio ya existía la Palabra,
y la Palabra estaba junto a Dios,
y la Palabra era Dios.
La Palabra en el principio estaba junto a Dios.
Por medio de la Palabra se hizo todo,
y sin ella no se hizo nada de lo que se ha hecho.
En la Palabra había vida,
y la vida era la luz de los hombres.
La luz brilla en la tiniebla,
y la tiniebla no la recibió.
[ Surgió un hombre enviado por Dios,
que se llamaba Juan:
éste venía como testigo,
para dar testimonio de la luz,
para que por él todos vinieran a la fe.
No era él la luz,
sino testigo de la luz. ]
La Palabra era la luz verdadera,
que alumbra a todo hombre.
Al mundo vino y en el mundo estaba;
el mundo se hizo por medio de ella,
y el mundo no la conoció.
Vino a su casa, y los suyos no la recibieron.
Pero a cuantos la recibieron,
les da poder para ser hijos de Dios,
si creen en su nombre.
Estos no han nacido de sangre,
ni de amor carnal,
ni de amor humano,
sino de Dios.
Y la Palabra se hizo carne,
y acampó entre nosotros,
y hemos contemplado su gloria:
gloria propia del Hijo único del Padre,
lleno de gracia y de verdad.
[ Juan da testimonio de él y grita diciendo:
—Este es de quien dije: «el que viene detrás de mí pasa delante de mí, porque existía antes que yo».
Pues de su plenitud todos hemos recibido gracia tras gracia:
porque la ley se dio por medio de Moisés,
la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.
A Dios nadie lo ha visto jamás:
El Hijo único, que esta en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer.]
Palabra del Señor


REFLEXIÓN

“VINO SIN ESTRIDENCIAS”

Cuando observamos todo lo que se ha montado en torno a la navidad y en nombre de Jesús, no nos queda más remedio que concluir que todo esto no tiene que ver absolutamente nada con el misterio del amor de Dios que se hace presente en medio de nosotros.
Y es que el mundo parece que no es capaz de entender las cosas de otra manera, se dice, incluso que no existe aquello que no se mete en el mundo de la propaganda, como si la vida dependiera de una empresa de publicidad.
Y vino a su casa y los suyos no lo recibieron, no lo conocieron, pues no venía envuelto en el papel de regalo de moda, apoyado por la propaganda oficial… Dios hace las cosas completamente diferentes a nosotros: desde el silencio, desde la sencillez, desde lo simple, desde aquello que nadie lo nota… de la misma forma que actúa la vida, de la manera más simple y sin estridencias; la muerte en cambio lo hace con grandes estrépitos, era hermosa la reflexión del poeta que decía que hace más ruido un árbol que cae que una selva que nace y crece.
También Dios entra en el mundo y en la vida así, sin romper nada, sin estruendos: no fue reconocido en la ciudad y se fue a nacer en un establo, entre los animales y fue entendido por los que no tienen estudios ni están en los puestos de dirección, sino por unos pastores, marginados de la sociedad.
También hoy se sigue la misma estructura: no es reconocido en los grandes acontecimientos, en las grandes liturgias, en las grandes campañas… sino en el día a día hecho vida y solidaridad, en la actitud sencilla y callada del que demuestra su amor, su solidaridad, su paz, su autenticidad.
Por eso, hay que sostener que NAVIDAD no es un gran acontecimiento que llega y pasa, sino una actitud que se mantiene y que envuelve a la persona y la compromete con el amor, con la justicia, con la paz, con la verdad, con la libertad, con la fraternidad… y esto no es cosa de un momento, sino de la definición de una perfsona o de una sociedad o institución.