martes, 27 de octubre de 2009

FIESTA DE TODOS LOS SANTOS


Lectura del libro del Apocalipsis 7,2‑4.9‑14
Apareció en la visión una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de toda nación, raza, pueblo y lengua

Yo, Juan, vi a otro ángel que subía del oriente llevando el sello del Dios vivo. Gritó con voz potente a los cuatro ángeles encargados de dañar a la tierra y al mar, diciéndoles: "No dañéis a la tierra ni al mar ni a los árboles hasta que marquemos en la frente a los siervos de nuestro Dios." Oí también el número de los marcados, ciento cuarenta y cuatro mil, de todas las tribus de Israel. Después esto apareció en la visión una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de toda nación, raza, pueblo y lengua, de pie delante del trono y del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos. Y gritaban con voz potente: "¡La victoria es de nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero!" Y todos los ángeles que estaban alrededor del trono y de los ancianos y de los cuatro vivientes cayeron rostro a tierra ante el trono, y rindieron homenaje a Dios, diciendo: "Amén. La alabanza y la gloria y la sabiduría y la acción de gracias y el honor y el poder y la fuerza son de nuestro Dios, por los siglos de los siglos. Amén."
Y uno de los ancianos me dijo: "Ésos que están vestidos con vestiduras blancas, ¿quiénes son y de dónde han venido?" Yo le respondí: "Señor mío, tú lo sabrás." Él me respondió: "Éstos son los que vienen de la gran tribulación: han lavado y blanqueado sus vestiduras en la sangre del Cordero.

Salmo Responsorial: 23

Éste es el grupo que viene a tu presencia, Señor.
Del Señor es la tierra y cuanto la llena, /
el orbe y todos sus habitantes: /
él la fundó sobre los mares, /
él la afianzó sobre los ríos. R.
Éste es el grupo que viene a tu presencia, Señor.
¿Quién puede subir al monte del Señor? /
¿Quién puede estar en el recinto sacro? /
El hombre de manos inocentes / y puro corazón, /
que no confía en los ídolos. R.
Éste es el grupo que viene a tu presencia, Señor.
Ése recibirá la bendición del Señor, /
le hará justicia el Dios de salvación. /
Éste es el grupo que busca al Señor, /
que viene a tu presencia, Dios de Jacob. R.
Éste es el grupo que viene a tu presencia, Señor.

Lectura de la carta primera de S. Juan 1Juan 3,1‑3
Veremos a Dios tal cual es

Queridos hermanos: Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos! El mundo no nos conoce porque no le conoció a él. Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es. Todo el que tiene esperanza en él, se purifica a sí mismo, como él es puro.


Lectura del santo evangelio según S. Mateo 5,1‑12a
Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo

En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió a la montaña, se sentó, y se acercaron sus discípulos; y él se puso a hablar, enseñándoles:
"Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
Dichosos los que lloran, porque ellos serán consolados.
Dichosos los sufridos, porque ellos heredarán la tierra.
Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados.
Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán los Hijos de Dios.
Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
Dichosos vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo."
Palabra del Señor

REFLEXIÓN


¡¡¡VENDO FELICIDAD !!!

Da la sensación que la felicidad es algo que puedes llegar a cualquiera de las grandes
superficies comerciales y te encuentras una de las secciones en la que hay Afelicidad@ de diferentes marcas y la gente va y compra la que más le gusta o la que más se lleva en la temporada y: o te llevas la que ese año pega, o vas haciendo el ridículo.
De la misma manera, hay épocas en las que hay que pensar y vivir de acuerdo a un esquema preestablecido o eres un retrógrado atrasado con quien no se puede contar para nada y a quien no se le puede tomar en cuenta. Es decir: la sociedad tiene programada "SU" felicidad y de una forma agresiva nos la quiere imponer ya que de ella come y se sustenta; el sistema nos crea al vacío y nos presenta los productos con qué llenarlo, luego nos deja colgados, porque normalmente no podemos llegar a satisfacer todas las necesidades que nos crea y siempre nos deja con la insatisfacción y el deseo sin satisfacer pues la alegría, la amistad, la comprensión, la ternura, el acogimiento, la escucha... que son las necesidades más fuertes que el ser humano tiene para poder ser feliz, eso no se puede comprar con dinero.
El éxito, la grandeza, la aceptación de la persona la establece en tener cosas, títulos, dinero, prestigio, fachada... y quien no da el nivel establecido no puede ser feliz, pero esto es un engaño.
Frente a esta propuesta de felicidad engañosa presenta Jesús la suya basada en la felicidad interior que no consiste en ALlenarse de cosas@, sino en liberarse de ellas hasta conseguir la completa libertad, de tal forma que no haya nadie ni nada que amarre y ahogue a la persona y le quite su libertad, por eso: frente al miedo y la inseguridad que el hombre tiene y que el dinero ofrece solucionar llenándose de cosas, Jesús plantea el perder el miedo a esa inseguridad aferrándose a Dios que es el único futuro cierto que existe.
Frente al terror que le tenemos al dolor, al sacrificio, cosa que nadie nos va a quitar, Jesús ofrece la fortaleza para hacerle frente y sacarle el máximo provecho y no para huir de él como del enemigo que nos persigue.
Frente al miedo al ridículo y a mantener una imagen falsa, propone la aceptación de la propia grandeza que cada uno tenemos, pues cada persona es única e irrepetible en el universo y convertirse en creador de paz y alegría antes que vivir como enemigo y contrincante de los demás.
Jesús invita a enfrentarse al mundo de nuestros deseos que nos tienen dominados, de modo que seamos nosotros los dueños y no al contrario; nos invita también a ser auténticos y sinceros, de manera que la verdad será la que de limpieza a nuestra vida y eso será la fuente de toda felicidad.
Lógicamente, su programa de vida es un verdadero proyecto de felicidad, que no hay ningún establecimiento que nos lo venda, sino que es algo que se va construyendo hasta conseguir su plenitud en el cielo.
Son, como podemos ver, dos ofertas: una que se va agotando en lo inmediato y nos deja siempre insatisfechos y vacíos, la otra que nos abre a la esperanza y al infinito y en la que vamos creciendo, sintiéndonos nosotros mismos dueños y señores de nuestra propia historia.

DOMINGO XXXI DEL T.ORDINARIO -B-

PRIMERA LECTURA

Lectura del libro del Deuteronomio 6, 2‑6
Escucha, Israel: Amarás al Señor con todo el corazón

En aquellos días, habló Moisés al pueblo, diciendo:
-“Teme al Señor, tu Dios, guardando todos sus mandatos y preceptos que te manda, tú, tus hijos y tus nietos, mientras viváis; así prolongarás tu vida. Escúchalo, Israel, y ponlo por obra, para que te vaya bien y crezcas en numero. Ya te dijo el Señor, Dios de tus padres: “Es una tierra que mana leche y miel.”
Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es solamente uno. Amarás al Señor, tu Dios, con todo el corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas.
Las palabras que hoy te digo quedarán en tu memoria.”
Palabra de Dios.

REFLEXIÓN

"LA "CARTA MAGNA DEL PUEBLO DE ISRAEL"

En este pasaje se concentra la síntesis de toda la espiritualidad bíblica del A.T.: se trata de la fidelidad del hombre a Dios como respuesta a la fidelidad de Dios al hombre.
Dios ha dado al hombre unas normas sabias, que lo van a mantener con su dignidad inquebrantable siempre que él sea fiel a lo pactado. Dios va repitiendo la motivación del pacto y de las normas: “Para que sea dichoso” el hombre con toda su familia. La finalidad, por tanto, de estas normas que Dios da es para que sea feliz, que en definitiva es la máxima aspiración del hombre en la tierra.
No es la “felicidad” que da el mundo basada en el “tener” cosas, riquezas, prestigio, poder… Todo eso está vacío si es que no se tiene la felicidad interior, la que da Dios, que es la que llena de sentido toda la existencia.
El fundamente de una verdadera felicidad está en una relación íntima y personal con Dios al que lo escucho desde mi corazón, pues es ahí donde Dios se encuentra conmigo.
Dios es la fuente de la felicidad, por eso invita a estar siempre conectado a Él pues de lo contrario, irse a otras fuentes, solo encontraríamos falsificaciones que nos llenarán de vacío y sin sentido.
Trayendo esta actitud al momento actual que vivimos, vuelve a sonar con una fuerza enorme la palabra de Dios que se acerca a cada uno en este sin fin de normas en leyes, indicaciones, ofertas de libertad y de felicidad… en el que vivimos. En medio de todo esto, dios se acerca a nuestro oído y nos dice: “Escucha, cumplo lo que yo te digo y serás feliz”, porque no hay otra fuente de felicidad y de paz.
¡Cuánto estamos necesitados, todos, de pararnos y escuchar en el silencio la voz de Dios y su invitación amorosa a ser feliz.


Salmo responsorial Sal 17, 2‑3a. 3bc‑4. 47 y 51ab

R/. Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza.
Yo te amo, Señor, tú eres mi fortaleza;
Señor, mi roca, mi alcázar, mi libertador. R/.
R/. Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza.
Dios mío, peña mía, refugio mío,
escudo mío, mi fuerza salvadora, mi baluarte.
Invoco al Señor de mi alabanza
y quedo libre de mis enemigos. R/.
R/. Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza.
Viva el Señor, bendita sea mi Roca,
sea ensalzado mi Dios y Salvador.
Tú diste gran victoria a tu rey,
tuviste misericordia de tu Ungido. R/.
R/. Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza.

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta a los Hebreos 7, 23‑28
Como permanece para siempre, tiene el sacerdocio que no pasa

Hermanos: Ha habido multitud de sacerdotes del antiguo Testamento, porque la muerte les impedía permanecer; como éste, en cambio, permanece para siempre, tiene el sacerdocio que no pasa. De ahí que puede salvar definitivamente a los que por medio de él se acercan a Dios, porque vive siempre para interceder en su favor.
Y tal convenía que fuese nuestro sumo sacerdote: santo, inocente, sin mancha, separado de los pecadores y encumbrado sobre el cielo.
El no necesita ofrecer sacrificios cada día -como los sumos sacerdotes, que ofrecían primero por los propios pecados, después por los del pueblo- , porque lo hizo de una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo.
En efecto, la Ley hace a los hombres sumos sacerdotes llenos de debilidades. En cambio, las palabras del juramento, posterior a la Ley, consagran al Hijo, perfecto para siempre.
Palabra de Dios.

REFLEXIÓN

"JESUCRISTO, ÚNICO ACCESO AL PADRE"

La carta a los hebreos pone especial énfasis en dejar claro el papel de Cristo dentro de lo que supone la figura del sumo sacerdote de la antigua alianza: era pieza clave para la relación de Dios con el pueblo y del pueblo con Dios.
El sumo sacerdote, un hombre débil, mortal, caduco, no hace sino llevar a cabo la ley por la que cada uno se purifica de sus pecados y puede continuar llamándose “pueblo”, pero es la ley la que, en definitiva, impera por encima de los hombres. Y cada acción del hombre ha de ser sancionada por la ley y para ello el sumo sacerdote tenía que actuar en conformidad con lo establecido por la ley, por eso, para poder realizarlo, él es el primero que tiene que purificarse para poder reintegrar al hombre al orden establecido.
Cristo supera esta situación: la ley está puesta para aplacar y satisfacer a Dios, pero Dios se ha bajado y ha tomado naturaleza humana, con lo que ésta, al ser asumida por Dios, ha quedado restaurada y purificada para siempre; ya no necesita más sacrificios expiatorios, únicamente necesita la adhesión del hombre a Cristo.
Se han terminado los sacrificios puesto que Dios mismo ha ofrecido lo único que Él quiere: su Hijo Jesús, que le ha ofrecido su vida como sacrificio expiatorio, por tanto ya terminaron los sacrificios y los sumos sacerdotes, pues Cristo se ha convertido en único sumo sacerdote, mediador y recuperados absoluto de la dignidad humana.
De ahora en adelante, el único sacrificio expiatorio, la única ofrenda agradable será la adhesión a Cristo y a su causa. Será el único sacrificio y ofrenda agradable a Dios ya que Cristo se ha convertido en el único camino de acceso a Dios.
Vivir en Cristo es vivir amando, con la verdad, con la justicia, construyendo la paz, con la fraternidad es la única garantía de salvación y de felicidad presente y futura.


Aleluya Jn.14, 23
El que me ama guardará mi palabra -dice el Señor-,
y mi Padre lo amará, y vendremos a él.


EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Marcos 12, 28b‑34
No estás lejos del reino de Dios

En aquel tiempo, un escriba se acercó a Jesús y le preguntó:
-“¿Qué mandamiento es el primero de todos?”
Respondió Jesús:
-“El primero es: “Escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único Señor: amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser.” El segundo es éste: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo.” No hay mandamiento mayor que éstos.”
El escriba replicó:
-“Muy bien, Maestro, tienes razón cuando dices que el Señor es uno solo y no hay otro fuera de él; y que amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todo el ser, y amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios.”
Jesús, viendo que había respondido sensatamente, le dijo:
-“No estás lejos del reino de Dios.”
Y nadie se abrevió a hacerle más preguntas.
Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

EL AMOR DE DIOS SE HA HECHO HUMANO
Cuando se le acerca a Jesús un maestro de la ley para preguntarle qué es lo más importante de toda la ley y la espiritualidad bíblica, Jesús no duda en responderle con lo que todos repiten tres veces al día: ““Escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único Señor: amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser.”. Esto es algo que lo tienen muy claro, es el espíritu de la alianza, eso es lo que le da sentido a toda la vida, pero eso no es una “idea”, una frase, un principio… eso solo se entiende y se cree cuando se hace realidad palpable y esa realidad entre los hombres solo tiene una forma de expresarse, aquella que los hombres entienden: EL AMOR HUMANO por eso, Dios se bajó de la nubes y se hizo humano y amó como los humanos y cuando se encontraba un enfermo no se ponía a darle un discurso y a hacerle entender la teoría del amor divino ni a hacerle una declaración de principios, sino que le preguntaba ¿qué quiere? Y, lógicamente le mostraba su necesidad: ¡Cúrame! Y cuando se muere su amigo o se encuentra a la viuda de Naín se estremece y llora y devuelve con vida a la persona.
Por eso, cuando el maestro de la ley le pregunta, le contesta con lo que dice la ley, pero inmediatamente la hace aterrizar porque una falta de fidelidad y lealtad a la ley es dejarla solo en los principios, en las nubes, o en la mera aplicación al individuo y nosotros nos quedamos fuera.
Cuando esto no se tiene claro o se quiere desviar, entonces nos vamos por las leyes en donde nos enzarzamos en discusiones inútiles: los judíos habían puesto 248 mandatos y 365 prohibiciones divididas por categorías según la importancia que tenía, con lo que el núcleo fundamentas se perdía.
Algo muy parecido es lo que hoy nos ocurre dentro y fuera de la iglesia: nos quedamos en cositas, en preceptos y nos perdemos en interpretaciones minuciosas y nos dejamos a un lado la justicia y el amor que son los que nos deberían distinguir

martes, 20 de octubre de 2009

DOMINGO XXX DEL T.ORDINARIO -B-

PRIMERA LECTURA

Lectura del libro de Jeremías 31, 7‑9
Guiaré entre consuelos a los ciegos y cojos

Así dice el Señor:
*Gritad de alegría por Jacob, regocijaos por el mejor de los pueblos;
proclamad, alabad y decid: El Señor ha salvado a su pueblo, al resto de Israel.
Mirad que yo os traeré del país del norte, os congregaré de los confines de la tierra.
Entre ellos hay ciegos y cojos, preñadas y paridas: una gran multitud retorna.
Se marcharon llorando, los guiaré entre consuelos;
los llevaré a torrentes de agua, por un camino llano en que no tropezarán.
Seré un padre para Israel, Efraín será mi primogénito.+
Palabra de Dios.

REFLEXIÓN

“DIVIDE Y VENCERÁS”

El pueblo ha caído en lo más profundo, ha tocado fondo: se ha dividido en dos partes : el reino del norte y el del sur y ha sido llevado al exilio; este ha sido el resultado del desorden en el que se ha entrado. Cuando las esperanzas parecen perdidas, cuando ya no se ve solución, pues nadie sabe cómo va a salir del hueco donde se han metido, los pobres tienen todas las esperanzas perdidas y se sienten sin fuerzas, ellos claman al cielo y Dios no se deja insistir, ahí suena su voz con el profeta Jeremías anunciando la liberación y el retorno de la alegría; Dios va a hacer una alianza que garantizará la libertad y la prosperidad, pero esto no va a venir de aquellos que han hundido al pueblo, ni de los poderosos que no sienten deseo de liberación, ellos lo tienen todo y no van a poner las bases para que se les venga abajo su estatus de privilegio; la liberación va a venir de ese pequeño grupo que se ha mantenido fiel al Señor, que siente que le han quitado la voz, esos que han sufrido en silencio y que no tenían ni autoridad ni fuerza para nada, por ellos se salvará Israel y ADios será un Padre para ellos y Efraín será su hijo primogénito@
El profeta invita a levantar los ánimos, que será la base para que renazca la esperanza. Con un pueblo hundido y desmotivado no se puede pensar en nada. Dios se ha puesto de su parte, ellos tendrán que responder arrimando el hombro.
La situación vuelve a repetirse y el problema vuelve a ser el mismo: frente al poderoso, la masa de los débiles se agacha, se inhibe, se asusta y se humilla dejándose que le hagan lo que quieran, incluso llegan a pensar que no vale la pena luchar, que mejor es unirse y apoyar al enemigo.
El profeta viene a plantear la lucha contra esa postura de pérdida de la esperanza, como lo más negativo que puede ocurrir. Dios se acerca para hacer ver a este pueblo humillado y roto que la salvación la tiene en sus manos, basta que recuperen la confianza en ellos mismos, en que restablezcan la solidariddad y destruyan la competencia, eso solo lo puede hacer el pueblo, los tiranos no lo van a hacer de ninguna forma, a ellos no les interesa y por eso nos inducirán como borregos a lo contrario.
Un ejemplo claro lo tenemos en momentos de crisis como el actual, que estamos viviendo: vemos que cada uno va a solucionar “su” problema sin importarle el de los demás y jamás se arregla nada.
Basta con que cada uno arrime su hombro y piense en el bien de todos antes que en el suyo propio y, sobre todo, no cometan la estupidez de poner en la cabeza a alguien que no esté en esta onda.
La utopía se hizo realidad muchas veces en muchos sitios y esta actitud logró sacar del caos a muchos pueblos, pues en es dinamica de solidaridad Dios se compromete y lucha junto al pueblo.


Salmo responsorial Sal 125, 1‑2ab. 2cd‑3. 4‑5. 6

R/. El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres.
Cuando el Señor cambió la suerte de Sión,
nos parecía soñar: la boca se nos llenaba de risas,
la lengua de cantares. R/.
R/. El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres.
Hasta los gentiles decían:
“El Señor ha estado grande con ellos.”
El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres. R/.
R/. El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres.
Que el Señor cambie nuestra suerte,
como los torrentes del Negueb.
Los que sembraban con lágrimas cosechan entre cantares. R/.
R/. El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres.
Al ir, iba llorando, llevando la semilla;
al volver, vuelve cantando,
trayendo sus gavillas. R/.
R/. El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres.

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta a los Hebreos 5, 1‑6
Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec

Hermanos:
Todo sumo sacerdote, escogido entre los hombres, está puesto para representar a los hombres en el culto a Dios: para ofrecer dones y sacrificios por los pecados.
Él puede comprender a los ignorantes y extraviados, ya que él mismo está envuelto en debilidades.
A causa de ellas, tiene que ofrecer sacrificios por sus propios pecados, como por los del pueblo.
Nadie puede arrogarse este honor: Dios es quien llama, como en el caso de Aarón. Tampoco Cristo se confirió a sí mismo la dignidad de sumo sacerdote, sino aquel que le dijo: “Tú eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy”, o, como dice otro pasaje de la Escritura: “Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec.”
Palabra de Dios.


REFLEXIÓN

CRISTO MEDIADOR Y SACERDOTE UNICO”

Según la ley antigua, el que cometía un pecado debía pagar una multa y, saldada ésta, quedaba libre de la pena y recuperaba su estado de libertad. Esta multa se pagaba con un animal en perfectas condiciones y con características especiales de perfección establecidas por la ley.
Este animal era entregado al templo como primicia y después era comprado en el templo para el sacrificio que se hacía para expiación por el pecado cometido.
Una vez al año, el Sumo sacerdote entraba en el santuario para ofrecer el sacrificio expiatorio por los pecados del pueblo, pero antes debía ofrecer él un sacrificio para limpiarse de sus propios pecados y así poder ofrecer el sacrificio por el pecado de los demás.
Este era el esquema antiguo a través del cual la persona podía recuperar su estado de “ciudadano”
Cristo es presentado como el Sumo y eterno Sacerdote de la Nueva Alianza, puesto y llamado por Dios Padre, el que ha de recibir la alabanza y la expiación de los pecados, pero El es AEl Cordero puro y santo que no ha conocido el pecado ni ha sido manchado por él@. Su sacrificio y entrega en favor de los hombres se convierte en la abolición de todos los sacrificios anteriores; por él queda regenerado y santificado todo para siempre.
Con el sacrificio de Cristo el hombre ha recuperado para siempre su dignidad de “ciudadano del Pueblo de Dios” de Hijo de Dios.


Aleluya cf. 2 Tm 1, 10
Nuestro Salvador Jesucristo destruyó la muerte y sacó a la luz la vida, por medio del Evangelio.

EVANGELIO


Lectura del santo evangelio según san Marcos 10, 46‑52
Maestro, haz que pueda ver

En aquel tiempo, al salir Jesús de Jericó con sus discípulos y bastante gente, el ciego Bartimeo, el hijo de Timeo, estaba sentado al borde del camino, pidiendo limosna. Al oír que era Jesús Nazareno, empezó a gritar:
-“Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí.”
Muchos lo regañaban para que se callara. Pero él gritaba más:
-“Hijo de David, ten compasión de mí.”
Jesús se detuvo y dijo:
-“Llamadlo.”
Llamaron al ciego, diciéndole:
-“ánimo, levántate, que te llama.”
Soltó el manto, dio un salto y se acercó a Jesús.
Jesús le dijo:
-“¿ Qué quieres que haga por ti?”
El ciego le contestó:
-“Maestro, que pueda ver.”
Jesús le dijo:
-“Anda, tu fe te ha curado.”
Y al momento recobró la vista y lo seguía por el camino.
Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

“NO SEGUIMOS A UN DESCONOCIDO”

En estos domingos nos viene presentando la liturgia varios episodios que suceden en el camino, mientras Jesús va hacia Jerusalén: uno se le acerca para preguntarle qué es lo que tiene que hacer para entrar en la vida eterna; Santiago y Juan que se le acercan para pedirle que les ubique en el mejor puesto del reino, a ambos les aclara el tema, pues ninguno está dispuesto a liberarse del prestigio que da el poder y, en definitiva, es esto lo que buscan.
Hoy aparece un ciego, Bartimeo, que se encuentra a la orilla del camino, en la soledad y en la exclusión, ciego: sin posibilidades de levantarse; le pide a Jesús recuperar la vista y cuando Bartimeo se encuentra con Jesús de un salto se incorpora y lo sigue. No ocurrió así con el otro que tenía mucho dinero.
La noticia de la presencia de Jesús hace nacer el deseo de conocerlo y da posibilidad para reconocer las expectativas y hasta las esperanzas de la gente: unos quieren compaginar lo irreconciliable, otros buscan equivocadamente algo que no es posible y otros, como el ciego, poniendo su esperanza en el único que puede devolver el sentido de la vida, se levantan y lo siguen. Pero ha sido necesario un anuncio de su presencia.
Bartimeo se aferra a Jesús como su única esperanza, pues ante los demás se encuentra en la marginación total, Jesús es el único que puede tener compasión de él, pues ve que los que se sienten seguros hasta le reprochan que pronuncie el nombre de Jesús y le impiden que se levante; ellos pasan de largo a su lado y piensan que su sitio es la marginalidad.
Pero Jesús no es indiferente y se detiene ante su grito: pide que lo llamen y el ciego salta de alegría al percibir que Jesús le ha tomado en cuenta. El encuentro con Jesús le colma todas sus expectativas y Bartimeo se convierte en su discípulo: oye hablar de Jesús, se encuentra con Él y lo sigue en el camino.
El gran problema nuestro hoy es que tenemos reparo en hablar de Jesús, y estamos privando de una gran cantidad de posibilidades que podrían darse a todos los niveles: suscitar el deseo de conocerlo, posibilitar un encuentro y, lógicamente, abrir cauces para que la gente se abra al reino, pero al faltar esto, no hay deseos de encuentro, no se da la posibilidad de un conocimiento y lógicamente, tampoco habrá seguimiento. Lo triste es que a esa situación de rechazo de la propuesta de Jesús le llamamos “seguimiento de Cristo”.

jueves, 15 de octubre de 2009

DOMINGO XXIX DEL T.ORDINARIO -B-

PRIMERA LECTURA


Lectura del libro de Isaías 53, 10‑11
Cuando entregue su vida como expiación, verá su descendencia, prolongará sus años

El Señor quiso triturarlo con el sufrimiento, y entregar su vida como expiación: verá su descendencia, prolongará sus años, lo que el Señor quiere prosperará por su mano.
Por los trabajos de su alma verá la luz, el justo se saciará de conocimiento.
Mi siervo justificará a muchos, porque cargó con los crímenes de ellos.
Palabra de Dios.

REFLEXIÓN:


“DIOS SE HA PUESTO DE NUESTRO LADO”

La acción salvadora de Dios se realiza en medio de un mundo dominado por el mal y éste produce la muerte, es, por tanto, la lucha de la vida en el imperio de la muerte, en consecuencia, no es nada agradable el trabajo que hay que hacer: el creyente vive como un retoño verde en medio de un campo desierto y quemado.
Su acción de vida es despreciada y rechazada por el mundo que no la soporta. Queda claro y evidente que la fidelidad a Dios y la lealtad a su causa, no es nada fácil ni bien recibido, sino todo lo contrario.
Dios, en su plan, podía haber hecho las cosas de otra manera, pero asumió el mismo mundo y la misma dinámica que el hombre ha establecido y por la que tiene que pasar; entrando de esta manera en él, se somete al dolor y al sufrimiento, pero con la certeza de que de ese dolor nace la alegría.
Como podemos ver, es una manera completamente distinta de hacer y pensar las cosas a como las hace el hombre, aunque sea desde dentro: el triunfo de la vida sobre la muerte se ha de hacer desde el dolor que produce la muerte, desde dentro y no desde fuera.
Es el problema constante que nos acosa: el rechazo que sentimos al dolor y al sufrimiento, a la lucha y a la complicación y cuando las cosas no resultan como a nosotros nos gustarían, entonces sacamos el hombro y desde fuera nos dedicamos a decir cómo se tienen que hacer y a criticar al que está implicado, corrigiendo lo que ha hecho o criticando las equivocaciones que comete, pero siempre desde fuera, que es desde donde más cómodamente se ven los toros, con lo cual nos convertimos en los nuevos obstáculos que hacen más doloroso el camino, ya que ni hacemos ni dejamos que se haga.



Salmo responsorial Sal 32, 4‑5. 18‑19. 20 y 22

R/. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.
Que la palabra del Señor es sincera,
y todas sus acciones son leales;
él ama la justicia y el derecho,
y su misericordia llena la tierra. R/.
R/. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.
Los ojos del Señor están puestos en sus fieles,
en los que esperan en su misericordia,
para librar sus vidas de la muerte
y reanimarlos en tiempo de hambre. R/.
R/. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.
Nosotros aguardamos al Señor:
él es nuestro auxilio y escudo.
Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros,
como lo esperamos de ti. R/.
R/. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.


SEGUNDA LECTURA


Lectura de la carta a los Hebreos 4, 14‑16
Acerquémonos con seguridad al trono de la gracia

Hermanos:
Mantengamos la confesión de la fe, ya que tenemos un sumo sacerdote grande, que ha atravesado el cielo, Jesús, Hijo de Dios.
No tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino que ha sido probado en todo exactamente como nosotros, menos en el pecado.
Por eso, acerquémonos con seguridad al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y encontrar gracia que nos auxilie oportunamente.
Palabra de Dios.


REFLEXIÓN


“SI DIOS ESTÁ DE NUESTRA PARTE…”


La carta a los hebreos hace una proclamación de la obra de Jesús: Él no se salió escurriendo el bulto –como se suele decir- sino que se metió de lleno en la dinámica de la muerte que el hombre ha establecido, para dar la derrota desde dentro, rompiéndole el ritmo al meter el revulsivo de la vida: al odio le puso en contra el amor, a la mentira le opuso la verdad, a la injusticia le opuso la justicia, a la violencia y a la división les contrapuso la paz y la unidad; es decir: se metió de lleno en la pelea y probó todo el dolor y el sufrimiento que supone el enfrentamiento de cualquiera, por eso se ha convertido en el Sumo Sacerdote, que entiende a la perfección el dolor y la dificultad de sus hermanos y por eso también, se convierte en la base de la confianza que podemos tener en Dios, pues sabemos que nos comprende, cosa que durante muchos siglos había sido un acto simbólico, con el que esperaban que Dios quedara complacido y creyera la buena voluntad del hombre, expresándolo con un rito en el que se sacrificaba un animal, como gesto visible del agradecimiento y de la voluntad que el hombre tenía de agradar a Dios, aunque sus fuerzas no dieran para más.
Cristo hace real todo esto que era simbólico para el hombre, ha cambiado todo y desde ahora, el hombre ha encontrado el camino abierto a Dios y la seguridad de que es escuchado y atendido, gracias al camino que Cristo ha recorrido y ha dejado abierto para todos.
En esta obra, Cristo no aparece como alguien extraño y lejano a los hombres, sino todo lo contrario: Él se ha embarrado hasta los ojos, Él ha pasado por todas las tribulaciones de la naturaleza humana y, de esa forma, ha derribado la gran barrera que nos apartaba de Dios, ha sido el mismo Dios quien la ha derribado y se ha puesto a nuestro lado.
Pensar en todo esto nos llena de alegría y de esperanza, hasta el punto que nos hace gritar con S. Pablo: “Si Dios está de nuestra parte ¿quién se nos podrá poner en contra?” pues no tengo un Dios vengativo que espera mi fracaso para castigarme, sino a un Dios Padre y amigo que cuando caigo se para a mi lado para levantarme, curarme y cogerme en sus brazos, si es que fuera necesario.



Aleluya Mc 10, 45
El Hijo del hombre ha venido para servir y dar su vida en rescate por todos.



EVANGELIO


Lectura del santo evangelio según san Marcos 10, 35‑45
El Hijo del hombre ha venido para dar su vida en rescate por todos

En aquel tiempo, se acercaron a Jesús los hijos de Zebedeo, Santiago y Juan, y le dijeron:
-“Maestro, queremos que hagas lo que te vamos a pedir.”
Les preguntó:
-“¿Qué queréis que haga por vosotros?”
Contestaron:
-“Concédenos sentarnos en tu gloria uno a tu derecha y otro a tu izquierda.”
Jesús replicó:
-“No sabéis lo que pedís, ¿sois capaces de beber el cáliz que yo he de beber, o de bautizaros con el bautismo con que yo me voy a bautizar?”
Contestaron:
-“Lo somos.”
Jesús les dijo:
-“El cáliz que yo voy a beber lo beberéis, y os bautizaréis con el bautismo con que yo me voy a bautizar, pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; está ya reservado.”
Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra Santiago y Juan.
Jesús, reuniéndolos, les dijo:
-“Sabéis que los que son reconocidos como jefes de los pueblos los tiranizan, y que los grandes los oprimen.
Vosotros, nada de eso: el que quiera ser grande, sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos.
Porque el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por todos.”
Palabra del Señor.
O bien más breve:
Lectura del santo evangelio según san Marcos 10, 42‑45
En aquel tiempo, Jesús, reuniendo a los Doce, les dijo:
-“Sabéis que los que son reconocidos como jefes de los pueblos los tiranizan, y que los grandes los oprimen.
Vosotros, nada de eso: el que quiera ser grande, sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos.
Porque el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por todos.”
Palabra del Señor.



REFLEXIÓN


“JESÚS NO ACEPTA EL JUEGO SUCIO”


Jesús ha venido presentando con toda claridad su proyecto en todo momento, pero por más que se lo ha hecho ver con sus palabras y con sus obras, ellos siguen sin dar a torcer su brazo sosteniendo su idea. Su proyecto no coincide en absoluto con el de sus discípulos, sin embargo, ellos siguen a su lado esperando, quizás que cambie en algún momento; las expectativas y el proyecto de los discípulos es el que tiene todo el mundo: ser grandes, ocupar puestos de honor, ser reconocidos por todo el mundo como grandes, tener éxito y poder… son las aspiraciones de todo ser humano, muy lícitas por su parte, pero en una onda completamente distinta a lo que viene planteando Jesús.
Juan y Santiago, por su cercanía con Jesús por su amistad y por su parentesco, se atreven a plantearle su ambición: “queremos que hagas lo que te vamos a pedir.” Y lo que quieren es que Jesús los ponga por encima de los demás, cosa que cuando los otros se dan cuenta, se enfadaron cuando vieron que los dos hermanos se les adelantaron: quieren los primeros puestos en el reino y eso era lo que todos esperaban.
Jesús les da la primera lección directa sobre el tema: no han entendido de lo que va la película. Ellos tienen aspiraciones normales de gloria, todos desean ser los primeros y Jesús no les rompe su aspiración, simplemente les aclara los términos, pues se ve que están hablando las mismas palabras pero el contenido es distinto: “Ser el primero y el más importante” no consiste en ocupar un puesto de honor, sino en ejercer una función en la que hay que “beber la copa del dolor” y sufrir el “bautismo de sangre”, es decir: enfrentarse al dolor, al sufrimiento, sumergirse en la muerte; eso significa ser consecuentes con el puesto de honor que ellos buscan, eso no se gana con el esfuerzo, sino que es Dios quien lo concede; ese puesto no es de gloria humana, al estilo de la grandeza de los que se suben al poder aupados por el pueblo y luego se convierten en sus verdugos y en unos tiranos oprimiendo a quienes los subieron al puesto. “No ha de ser así entre vosotros”. Y si alguien funciona así se convierte en un estorbo para el reino de Jesús
Nuestro modelo de grandeza no es ese, sino el que Cristo mismo ha planteado: Él se ha hecho el “servidor” humilde que se pone en el último puesto para sostenerlos a todos: la imagen de poder que se tiene tradicionalmente de una pirámide que en el vértice está el poder asentado sobre una serie de peldaños y al final todos descansan sobre la base, Cristo la invierte y el vértice lo coloca en la base, sosteniendo a toda la estructura. Él se ha colocado en la base y quien quiera ser el primero que se una a Él.
Cuando la iglesia, o cualquier cristiano entiende esto así, se convierte en una luz importantísima para el mundo que refleja con toda claridad el rostro de Cristo, por el contrario, cuando la pirámide la deja asentada sobre la base e incita a subir hasta el vértice, deja de ser signo de Cristo y del reino y se convierte en una imagen más de las que presenta el mundo con el agravante de que se vale de lo “sagrado” y juega con la conciencia que es lo más sagrado de la persona..

martes, 6 de octubre de 2009

DOMINGO XXVIII DEL T.ORDINARIO -B-




PRIMERA LECTURA


Lectura del libro de la Sabiduría 7, 7‑11
En comparación de la sabiduría, tuve en nada la riqueza

Supliqué, y se me concedió la prudencia; invoqué, y vino a mí el espíritu de sabiduría.
La preferí a cetros y tronos, y, en su comparación, tuve en nada la riqueza.
No le equiparé la piedra más preciosa, porque todo el oro, a su lado, es un poco de arena, y, junto a ella, la plata vale lo que el barro.
La quise más que la salud y la belleza, y me propuse tenerla por luz, porque su resplandor no tiene ocaso.
Con ella me vinieron todos los bienes juntos, en sus manos había riquezas incontables.
Palabra de Dios.


COMENTARIO:

“LA VERDADERA SABIDURÍA”
El autor del libro de la Sabiduría intenta dar un testimonio de la sabiduría como la expresión más genuina de la presencia de Dios en medio del pueblo. Esta sabiduría que no es el resultado de un cúmulo de éxitos y consensos humanos, sino de la constatación de momentos concretos en los que Dios se hace presente en la sensatez del hombre y en la bondad natural de su corazón.
El texto recoge aquella actitud que tuvo el rey Salomón que prefirió la sabiduría y la rectitud de corazón antes que los cetros, los tronos, la riqueza, el oro, la plata, la salud, la belleza y la misma luz de los ojos; Dios se sintió tan complacido por aquel gesto de sensatez, que junto a la sabiduría le regaló todo el resto de cosas que Salomón había puesto en un segundo plano.
El texto está escrito para los judíos que viven en la diáspora y que tienen el peligro de perderse en medio de tantas ideas y culturas y modas existentes, el principal peligro será el que se les llene la mente de “cosas” y lleguen a creer que la felicidad está en “Tener” y llenarse bienes mientras van perdiendo la fraternidad.
El pasaje adquiere una actualidad enorme para nosotros que vivimos una realidad muy parecida en la que la mentira se ha puesto como bandera e instrumento de poder haciendo que tanta gente viva confundida huyendo del dolor, del sufrimiento, del compromiso y embarcados en un viaje hacia el absurdo, como es el vivir la vida sin ilusión y sin esperanza y en la insaciable agonía de acumular cosas, pues nos instalamos en un camino que no lleva a ningún sitio.
El hombre más realizado y feliz no es, como todo el mudo cree, aquél que logra hacer una fortuna y toda su vida se la pasa pensando cómo acumular más, sino quien sabe vivir como amigo y hermano de aquellos que le rodean. En cambio, cuando una persona renuncia a vivir en fraternidad y construyendo la alegría entre los que le rodean, lo vemos que se va encerrando y convirtiéndose en enemigo de todos, pues llega a creer que todos le atacan y se refugia en su riqueza creyendo que eso le basta; al final termina fracasado como persona.
Sabio no es el que Asabe muchas cosas, es avezado en los negocios del mundo y hábil para salir siempre victorioso. Desde esta mentalidad, un Asabio se encontraría siempre en una constante confrontación con el mundo y por eso necesita de todos los recursos para atacar y defenderse.
Por el contrario, Asabio para Dios es aquel que se siente parte integrante de este mundo y hace suyos los sufrimientos y alegrías de sus hermanos y su vida la convierte en un aporte positivo para la felicidad de este mundo, hasta el punto que él mismo se convierte en parte esencial de esa felicidad. Sentir y vivir así, es más valioso que todos los tesoros del mundo juntos.
La invitación que nos hace la palabra de Dios es a hacer nuestra la actitud de Salomón y presentar al Señor nuesstra petición: “Danos, Señor, un corazón puro, un espíritu fuerte y capaz de discernir entre el bien y el mal, que no nos dejemos guiar por lo fácil, por lo placentero, sino sino por la verdad y la justicia, que son el único bien supremo.


Salmo responsorial Sal 89, 12‑13.14‑15. 16‑17

R/. Sácianos de tu misericordia, Señor. y toda nuestra vida será alegría.
Enséñanos a calcular nuestros años,
para que adquiramos un corazón sensato.
Vuélvete, Señor, ¿hasta cuando?
Ten compasión de tus siervos. R/.
R/. Sácianos de tu misericordia, Señor. y toda nuestra vida será alegría.
Por la mañana sácianos de tu misericordia,
y toda nuestra vida será alegría y júbilo.
Dános alegría, por los días en que nos afligiste,
por los años en que sufrimos desdichas. R/.
R/. Sácianos de tu misericordia, Señor. y toda nuestra vida será alegría.
Que tus siervos vean tu acción,
y sus hijos tu gloria.
Baje a nosotros la bondad del Señor
y haga prósperas las obras de nuestras manos. R/.
R/. Sácianos de tu misericordia, Señor. y toda nuestra vida será alegría.

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta a los Hebreos 4, 12‑13
La palabra de Dios juzga los deseos e intenciones del corazón

La palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, penetrante hasta el punto donde se dividen alma y espíritu, coyunturas y tuétanos. Juzga los deseos e intenciones del corazón.
No hay criatura que escape a su mirada. Todo está patente y descubierto a los ojos de aquel a quien hemos de rendir cuentas.
Palabra de Dios.

COMENTARIO:

“LA VERDADE MEDICINA PARA LA FELICIDAD”

Todavía resuena en mis oídos el grito enfurecido de una chica jóven que me atacaba por dcir que abortar es un crimen y me gritaba diciendo que me callara, que “le hacían daño mis palabras, que no quería oírme…” Y se tapaba los oídos.
Después vino a protestarme su madre diciéndome que yo no tenía derecho a herir la sensibilidad de nadie ni a trastornar su conciencia.
¡Hasta esos niveles estamos llegando! Y cuando estamos ahí, lógicamente, la palabra de Dios es una espada cortante e hiriente, lo mismo que lo es el bisturí de un cirujano que separa la carne sana de la dañada. La estupidez más grande es no aceptar que hay que quitar la carne podrida que nos lleva a la muerte; cualquiera puede cometer un fallo en su vida, pero lo que no se puede aceptar es quedarse instalado en él asumiendolo como la mejor situación, eso es optar por la muerte como unico horizonte de la vida.
La palabra de Dios es esa espada afilada, porque delante de Dios no hay engaño, todo está al desnudo y la luz de la verdad, como la del sol, no podemos taparla por mucho que nos escondamos en la oscuridad de la mentira.
El pueblo de Israel se separó torpemente de la sabiduría divina expresada en la sensatez y en el sentido común de la persona, cayendo en el absurdo y en aberraciones; será necesario que vuelva a estos principios elementales para que pueda recuperar la vida de nuevo.
En este mundo que nos hemos inventado, en el que llegamos a estupideces tan grandes como el decir que lo que hay en el vientre de una mujer no es un ser humano y esto lo sostenemos en aras a justificar otros disparates como es el perderle el respeto a la vida en aras del placer y del bienestar material, a partir de ahí podemos imaginar todo lo imaginable.
Los “brotes verdes” –de los que hoy se habla- han de empezar por recuperar el conocimiento y el sentido común y en estas circunstancias, la palabra de Dios es el bisturí que corta por lo sano y purifica.
Aunque sigan empecinados, no podemos dejar de admitir que de la corrupción y la podredumbre moral solo se puede esperar, porque eso es lo que genera, la muerte y la destrucción, pero jamás la vida y la felicidad.
El gran peligro que siempre nos acecha es el de intentar coger el camino de enmedio y vemos la lucha que constantemente mantenemos por defender la imagen y los intereses que a cada uno nos conviene y para ello hacemos todos los malabarismos posibles buscando argumentos que convenzan a los demás y a nosotros mismos. Pero al final siempre volvemos a nuestro propio interior que es el que nos aprueba o nos reprocha. La Palabra de Dios es como el espejo interior ante el que nos miramos y no hay posibilidad de esconder o camuflar nada. La Palabra de Dios es la VERDAD y es la única alternativa de felicidad y de libertad.
Aceptar a Dios, aunque cueste romper y cortar con el mal, siempre será optar por la esperanza y cuando nuestra vida se ve iluminada por la Palabra de Dios y nos sentimos en consonancia con ella, es lo único que nos hace recuperar la paz, la alegría, la estabilidad y la felicidad.


Aleluya Mt 5, 3
Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.

EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Marcos 10, 17‑30
Vende lo que tienes y sígueme

En aquel tiempo, cuando salía Jesús al camino, se le acercó uno corriendo, se arrodilló y le preguntó: -“Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?”
Jesús le contestó: -“¿Por qué me llamas bueno? No hay nadie bueno más que Dios.
Ya sabes los mandamientos: no matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no estafarás, honra a tu padre y a tu madre.”
El replicó: -“Maestro, todo eso lo he cumplido desde pequeño.”
Jesús se le quedó mirando con cariño y le dijo: -“Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, dale el dinero a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego sígueme.”
A estas palabras, él frunció el ceño y se marchó pesaroso, porque era muy rico.
Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: -“¡Qué difícil les va a ser a los ricos entrar en el reino de Dios!”
Los discípulos se extrañaron de estas palabras. Jesús añadió: -“Hijos, ¡qué difícil les es entrar en el reino de Dios a los que ponen su confianza en el dinero! Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios.”
Ellos se espantaron y comentaban: -“Entonces, ¿quién puede salvarse?”
Jesús se les quedó mirando y les dijo: -“Es imposible para los hombres, no para Dios. Dios lo puede todo.”
Pedro se puso a decirle: -“Ya ves que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido.”
Jesús dijo: -“Os aseguro que quien deje casa, o hermanos o hermanas, o madre o padre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, recibirá ahora, en este tiempo, cien veces más -casas y hermanos y hermanas y madres e hijos y tierras, con persecuciones- y en la edad futura, vida eterna."
Palabra del Señor.

O bien mas breve:
Lectura del santo evangelio según san Marcos 10, 17‑27

En aquel tiempo, cuando salía Jesús al camino, se le acercó uno corriendo, se arrodilló y le preguntó: -“Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?”
Jesús le contestó: -“¿Por qué me llamas bueno? No hay nadie bueno más que Dios.
Ya sabes los mandamientos: no matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no estafarás, honra a tu padre y a tu madre.”
EL replicó: -“Maestro, todo eso lo he cumplido desde pequeño.”
Jesús se le quedó mirando con cariño y le dijo: -“Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, dale el dinero a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego sígueme.”
A estas palabras, él frunció el ceño y se marchó pesaroso, porque era muy rico.
Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: -“¡Qué difícil les va a ser a los ricos entrar en el reino de Dios!”
Los discípulos se extrañaron de estas palabras. Jesús añadió: -“Hijos, ¡qué difícil les es entrar en el reino de Dios a los que ponen su confianza en el dinero! Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios.”
Ellos se espantaron y comentaban: -“Entonces, ¿quién puede salvarse?”
Jesús se les quedó mirando y les dijo: -“Es imposible para los hombres, no para Dios. Dios lo puede todo.”
Palabra de1 Señor


COMENTARIO:

¿POR QUÉ SE HUYE DE CRISTO?

El personaje que nos muestra S. Marcos es genial, pues en él nos vemos todos retratados: comienza diciendo que se le acercó “UNO”, es un indefinido, por lo que podemos ser tú, yo, cualquiera… Ese “Uno” es la persona que se plantea el tema de su vida: ¿Qué hacer y cómo hacer para vivir en paz , con alegría y ser feliz por haber realizado la misión para la que nacimos?
La pregunata se la plantea a Jesús “UNO” a quien, sin titubear, Jesús le da como respuesta los principios básicos sobre los que se ha de construir todo el proyecto de acción y formación de una PERSONA: los DIEZ MANDAMIENTOS, que son los fundamentos naturales sobre los que se apoya la vida de la PERSONA. Estas Diez Palabras son los ejes en torno a los que gira la actuación de alguien que se desarrolla y actúa como tal con otras personas, con el universo y con Dios.
Cuando el individuo que ha preguntado a Jesús, escucha la respuesta que le da, feliz responde contento que todo eso lo conoce y lo ha cumplido desde pequeño. Jesús se siente feliz de encontarse con una “PERSONA” que se ha tomado en serio su dignidad, tiene las bases y cimientos para poder pensar en otro proyecto superior: “Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, dale el dinero a los pobres, … y luego sígueme”. Condición básica que pone Jesús: “Ser persona” y sobre eso vendrá el paso siguiente: “Ven y sígueme”
El individuo cambió su gesto cuando escuchó que debía ahora liberarse de aquello que le tenía amarrado el corazón: “sus muchos bienes”, ante este reto, prefirió quedarse como “buena persona” antes que aceptar el proyecto del reino que le plantea Jesús.
Hay algo que Jesús tiene clarísimo y que se lo plantea: la vida no se nos ha dado para que acumulemos dinero o cosas, sino para que la vivamos como hermanos. Esto no lo tenía muy claro el individuo que había querido tapar el vacío que tenía con el cumplimiento exacto de unas normas.
Si nos damos cuenta, esta es la situación que constanemente se repite, pero lo más triste es ver cómo queremos cambiar las cosas y compaginar lo irreconciliable: la avaricia que llevamos enganchada en el corazón, que nos lleva necesariamente a la codicia, al egoísmo, a la insolidaridad, al atropello…con la solidaridad, la gratuidad, la fraternidad…y se hacen malabarismos para demostar que se puede ser persona renunciando al principio básico que Dios ha establecido como ley natural e incluso, se pretende militar en el proyecto de Jesús, no solo prescindiendo de la base, sino teniendo el corazón amarrado al dinero, al poder y a otros intereses contrarios, incluso, al mismo reino.
Es el gran problema que estamos viendo en nuestras comunidades cristianas: nos instalamos cómodamente en nuestra practica religiosas, con nuestras devociones, nuestros ritos y nos fastidia escuchar el evangelio “crudo” que nos reta a cambiar nuestra vida.
Nuestra vivencia cristiana la hemos convertido en algo que no nos exige cambiar; constantemente vamos rebajando el listón de tal forma que cada vez ponemos más bajos lo mínimos y nos damos cuenta que cada vez nos sentimos más vacíos y la vivencia del cristianismo no es fuente de alegría, de consuelo y de esperanza.
La pregunta de Jesús sigue siendo hoy la misma: ¿Conoces y cumples los mandamientos primeros? Que dicho con otras palabras sería: ¿Vives y actúas como una persona con dignidad?.
Lo que ya no podemos asegurar, por haber rebajado tanto el listón, es si seríamos capaces de responder con la misma alegría que respondió el “individuo”: “Maestro, todo eso lo he cumplido desde pequeño.”. El resto… ya podemos imaginarlo.






martes, 29 de septiembre de 2009

DOMINGO XXVII DEL T.ORDINARIO -B-



PRIMERA LECTURA

Lectura del libro del Génesis 2, 18‑24
Y serán los dos una sola carne

El Señor Dios se dijo:
-“No está bien que el hombre esté solo; voy a hacerle alguien como él que le ayude.”
Entonces el Señor Dios modeló de arcilla todas las bestias del campo y todos los pájaros del cielo y se los presentó al hombre, para ver qué nombre les ponía. Y cada ser vivo llevaría el nombre que el hombre le pusiera.
Así, el hombre puso nombre a todos los animales domésticos, a los pájaros del cielo y a las bestias del campo; pero no encontraba ninguno como él que lo ayudase.
Entonces el Señor Dios dejó caer sobre el hombre un letargo, y el hombre se durmió. Le sacó una costilla y le cerró el sitio con carne.
Y el Señor Dios trabajó la costilla que le había sacado al hombre, haciendo una mujer, y se la presentó al hombre.
El hombre dijo:
-“¡Ésta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne!
Su nombre será Mujer, porque ha salido del hombre.
Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne.”
Palabra de Dios.

REFLEXIÓN

“HECHO A SU IMAGEN Y SEMEJANZA”
El relato del Génesis pone de relieve dos grandes características con las que Dios adornó al ser humano: 1ª Lo hizo dueño y señor de la creación; 2ª lo hizo un ser social-comunitario:
Cuando una persona pone nombre a una cosa es porque es suya: Dios entregó toda la creación al hombre para que le pusiera nombre a todo lo que había, declarándolo de esa forma, dueño y señor de todo lo creado; Dios pone el mundo en manos del ser que ha creado a su imagen, por tanto, capaz de establecer la paz, la justicia, la verdad, la felicidad, el progreso… bajo la luz del BIEN. Se trataría después de que el hombre realizara toda esa capacidad que le había dado Dios a semejanza de su creador en todos los niveles.
Esa “imagen” que Dios pone en el hombre es la PERSONA: libre, inteligente, con voluntad y capacidad de dominio de si mismo y de lo que le rodea, con capacidad de amar y necesidad de hacerlo y ser amado, de forma que su naturaleza es amar y por eso es “social” (Varón-Mujer).
El varón necesita un TÜ para relacionarse y ése “Tú” es la MUJER y lo mismo al contrario, de tal forma que, ambos son la misma carne de la misma realidad y forman una unidad, sin perder su individualidad. Ambos se necesitan y a ambos se les ha encomendado el señorío del universo. A ambos se les ha asignado la misma misión: ser co-creadores con Dios, transmisores de la vida y constructores del bien.
Todo el problema surge el momento en que la persona echa mano de su libertad para actuar y ya no lo hace a “semejanza” de su creador, sino enfrentándose, incluso, a Él y entonces cambia el fin de todas las cosas y destruye, de esa manera, toda la creación que Dios le había regalado.
Todo esto que confesamos como principio de nuestra dignidad y grandeza de PERSONAS, hoy estamos viendo cómo se quiere borrar y demostrar que es algo pasado de moda, algo obsoleto y represivo, pero con el agravante de que no se presenta alternativa que pueda superar y dar un sentido mejor a la existencia y se quiere demostrar que el ser humano es más libre y se realiza mejor quedándose a merced de la fuerza ciega de los instintos, despreciando lo que nos hace diferentes a todos los animales. No se trata de entablar una discusión dialéctica, La palabra de dios nos invita a que abramos los ojos y constatemos resultados: ¿Es el hombre más libre, más feliz, más realizado como persona… y el mundo es más humano, solidario y fraterno? Los frutos son los que dicen la calidad del árbol.


Salmo responsorial Sal 127, 1‑2. 3. 4‑5. 6
R/. Que el Señor nos bendiga todos los días de nuestra vida.
Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos.
Comerás del fruto de tu trabajo, serás dichoso, te irá bien. R/.
R/. Que el Señor nos bendiga todos los días de nuestra vida.
Tu mujer, como parra fecunda, en medio de tu casa;
tus hijos, como renuevos de olivo, alrededor de tu mesa. R/.
R/. Que el Señor nos bendiga todos los días de nuestra vida.
Esta es la bendición del hombre que teme al Señor.
Que el Señor te bendiga desde Sión,
que veas la prosperidad de Jerusalén todos los días de tu vida. R/.
Que veas a los hijos de tus hijos. (Paz a Israel! R/.
R/. Que el Señor nos bendiga todos los días de nuestra vida.


SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta a los Hebreos 2, 9‑11
EL santificador y los santificados proceden todos del mismo

Hermanos:
Al que Dios había hecho un poco inferior a los ángeles, a Jesús, lo vemos ahora coronado de gloria y honor por su pasión y muerte.
Así, por la gracia de Dios, ha padecido la muerte para bien de todos.
Dios, para quien y por quien existe todo, juzgó conveniente, para llevar a una multitud de hijos a la gloria, perfeccionar y consagrar con sufrimientos al guía de su salvación.
EL santificador y los santificados proceden todos del mismo.
Por eso no se avergüenza de llamarlos hermanos.
Palabra de Dios.

REFLEXIÓN

“EL MISTERIO DEL AMOR DE DIOS”
El texto de hebreos presenta la persona de Jesús y su misión como la realización plena del plan de Dios para el hombre, un plan que resulta incomprensible y escandaloso: Jesús ha sido rebajado a condiciones inferiores, incluso a los ángeles, y se ha entregado su vida como rescate de los hombres.
Esta decisión de Dios es algo que se escapa y rompe todos nuestros esquemas, pues no tenía obligación ninguna de hacerlo, no habíamos hecho nada que lo mereciera, simplemente se trata de una voluntad divina de no dejar abandonado y perdido al hombre.
Y Jesús se ha rebajado a la condición humana y se ha convertido en la expresión y en la manifestación más espectacular del amor de Dios, que no ha podido rebajarse más para elevar al máximo al ser querido, en este caso al hombre, esto es inimaginable, la acción de amor más impresionante que alguien pueda soñar; por eso, Cristo se ha convertido en el salvador único del hombre, en el camino único de retorno al Padre.
Esto no lo podrán hacer ni los ángeles ni nadie más, esta prerrogativa solo le pertenece a Cristo, porque nadie ha hecho algo igual.
Por esta misión tan especial que le ha sido confiada y por su obediencia plena a la voluntad del Padre, Jesús se ha convertido en el único sacerdote mediador, Él comparte la naturaleza de los hombres, que en Él ha sido elevada y, por tanto, ha sido salvada.
Al pensar en el misterio de Cristo y en el plan divino de salvación, uno queda estupefacto ante tanta grandeza de un amor sin límites, que da la sensación de ser un capricho de Dios, o una cabezonería en la que se lo juega todo: ¿Por qué hace Dios todo esto con el hombre? ¿Qué motivación tiene para ello? ¡¡Ninguna!! Dios actúa “¡Porque sí!”, Y esta es la única motivación del AMOR: la GRATUIDAD.
Al unir a Cristo a la naturaleza humana, está poniendo al hombre a la altura de Dios, por encima de los ángeles, pero para poder hacer esto, Dios se ha rebajado por debajo de ellos, sin embargo, también resulta incomprensible ver cómo el hombre es capaz de rebajarse tanto que llega a renunciar y despreciar el don tan grande que ha recibido y se coloca, no ya debajo de los ángeles, sino de los animales. ¿Será también este el misterio del ser humano?



Aleluya 1 Jn 4, 12
Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros,
y su amor ha llegado en nosotros a su plenitud.

EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Marcos 10, 2‑16
Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre

En aquel tiempo, se acercaron unos fariseos y le preguntaron a Jesús, para ponerlo a prueba:
-“¿Le es lícito a un hombre divorciarse de su mujer?”
Él les replicó:
-“¿Qué os ha mandado Moisés?”
Contestaron:
-“Moisés permitió divorciarse, dándole a la mujer un acta de repudio.”
Jesús les dijo:
-“Por vuestra terquedad dejó escrito Moisés este precepto. Al principio de la creación Dios "los creó hombre y mujer. Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne". De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.”
En casa, los discípulos volvieron a preguntarle sobre lo mismo.
Él les dijo:
-“Si uno se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra la primera. Y si ella se divorcia de su marido y se casa con otro, comete adulterio.”
Le acercaban niños para que los tocara, pero los discípulos les regañaban.
Al verlo, Jesús se enfadó y les dijo:
"Dejad que los niños se acerquen a mí: no se lo impidáis; de los que son como ellos es el reino de Dios. Os aseguro que el que no acepte el reino de Dios como un niño, no entrará en él."
Y los abrazaba y los bendecía imponiéndoles las manos.
Palabra del Señor.

O bien más breve:

Lectura del santo evangelio según san Marcos 10, 2‑12
En aquel tiempo, se acercaron unos fariseos y le preguntaron a Jesús, para ponerlo a prueba:
- “¿Le es lícito a un hombre divorciarse de su mujer?”
É1 les replicó:
-“¿Qué os ha mandado Moisés?”
Contestaron:
-“Moisés permitió divorciarse, dándole a la mujer un acta de repudio.”
Jesús les dijo:
-“Por vuestra terquedad dejó escrito Moisés este precepto. Al principio de la creación Dios “los creó hombre y mujer. Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne”. De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.”
En casa, los discípulos volvieron a preguntarle sobre lo mismo.
Él les dijo:
-"Si uno se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra la primera. Y si ella se divorcia de su marido y se casa con otro, comete adulterio.”
Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

“LOS HIZO HOMBRE-MUJER”
En el pasaje de hoy nos encontramos a Jesús enfrentado a los fariseos que buscan cualquier resquicio para acusarlo de violador de la ley; en este momento le atacan con un problema que está sobre la mesa: el divorcio (es el tema estrella también hoy contra la iglesia) y Jesús les pone una vez más contra las cuerdas: ¿Qué es más importante la ley de Moisés (ley humana) o la ley natural (la establecida por Dios)?
Jesús les hace ver que Él no está contra la ley de Moisés, aunque éste haya condescendido en su interpretación de lo que Dios establece y es inmutable, no porque esté de acuerdo, sino “por la dureza de sus corazones”, pero esa interpretación de Moisés no ha roto en absoluto la ley que Dios ha establecido desde el principio. “El hombre y la mujer están llamados a ser una unidad inseparable que afecta a todo su ser personal”.
Querer ignorar esto, porque haya una ley posterior que permita lo contrario, porque haya habido que responder a situaciones conflictivas, no quiere decir que se anula lo primero ni se puede pasar por encima desconociéndolo, porque hacerlo es atentar contra la integridad del ser humano y de su estructura.
El pasaje nos presenta también el momento en que los apóstoles vuelven a la carga insistiendo en lo que le han planteado los fariseos, pues se ve que no acababan de ver muy clara la postura de Jesús y pretenden que rebaje el listón dejando algún resquicio para poder justificar todo lo que se viene haciendo, pero Jesús no solo no lo rebaja, sino que lo refuerza abogando, además, por la absoluta igualdad entre el hombre y la mujer, esto no es solo cosa del hombre, como ellos vienen haciendo, de acuerdo a las leyes judías y acentúa lo que ya está establecido en Dt. 24,1 :” No cometerás adulterio”, es decir: el respeto absoluto al compromiso matrimonial, que es la expresión máxima de la ley natural establecida por Dios: “Ambos serán una sola carne”, y esta realidad, Cristo le confiere la dignidad de ser expresión de la realidad de Dios. Lo demás, lo que se está dando como fruto de “nuestra dureza de corazón” de nuestra cabezonería o de… lo que sea, no se puede pretender que Dios lo acepte como signo de su propia realidad. Esto no quiere decir que aquel que sufra las consecuencias de este daño quede excluido del amor de Dios ni de nada, simplemente sufre el daño que nos causamos con nuestra torpeza y encontrará a Dios, a la iglesia como su familia siempre dispuesta a echarle una mano, pero no para dar el beneplácito a lo que supone un dolor para sus hijos
Efectivamente, la actitud de Jesús choca frontalmente no solo con la practica judía, sino con la que en la actualidad se quiere establecer como “normal”, de la misma manera que se llegó en Israel cuando Moisés: por la dureza del corazón tuvo que “ceder”; pero Jesús deja bien claro que el culpable de la ruptura y del daño tendrá que responder delante de Dios, aunque la ley lo ampare, de todos los daños, no solo de la pareja inocente, sino de los mismos hijos que, al final, como los seres más indefensos, son los que pagan todos los platos rotos y Dios no cambias su postura: siempre lo encontraremos al lado de los más débiles e indefensos.

martes, 22 de septiembre de 2009

DOMINGO XXVI DEL T.ORDINARIO -B-


PIMERA LECTURA

Lectura del libro de los Números 11, 25‑29
¿Estás celoso de mi? ¡Ojalá todo el pueblo fuera profeta!

En aquellos días, el Señor bajó en la nube, habló con Moisés y, apartando algo del espíritu que poseía, se lo pasó a los setenta ancianos. Al posarse sobre ellos el espíritu, se pusieron a profetizar en seguida.
Habían quedado en el campamento dos del grupo, llamados Eldad y Medad. Aunque estaban en la lista, no habían acudido a la tienda. Pero el espíritu se posó sobre ellos, y se pusieron a profetizar en el campamento.
Un muchacho corrió a contárselo a Moisés:
- “Eldad y Medad están profetizando en el campamento.”
Josué, hijo de Nun, ayudante de Moisés desde joven, intervino:
-“Señor mío, Moisés, prohíbeselo.”
Moisés le respondió:
-“¿Estás celoso de mí? ¡Ojalá todo el pueblo del Señor fuera profeta y recibiera el espíritu del Señor!”
Palabra de Dios.

REFLEXIÓN

“¡OJALÁ FUERAMOS TODOS PROFETAS!”

“¡Ojalá que todo el pueblo profetizara!”… Esta fue la expresión de Moisés y es el grito que hoy sentimos deseos de dar: ¡Que todo el pueblo y exponga con su vida y sus palabras la voluntad de Dios!
El pueblo de Dios ha sido elegido en la tierra justamente para eso: ser profeta de Dios, lo mismo que la iglesia, para ser una comunidad santa.
El problema del pueblo de Israel, lo mismo que en la iglesia, es cuando se pierde de vista esta dimensión y no se tiene claro su origen y su destino, entonces surgen los errores y las debilidades con tanta fuerza, que se imponen sobre cualquier otra cosa.
Un ejemplo claro nos lo trae hoy el pasaje del libro de los Números: Josué aparece con miedo a la libertad que Yahvé puede otorgar a su pueblo, de forma que sus miembros actúen con el mismo Espíritu que Moisés y, por tanto, se pierda la autoridad del líder; menos mal que Moisés no cae en la trampa y rápidamente se da cuenta que eso que Josué siente es celos y lo que quiere reprimir es exactamente lo que deberían hacer todos como pueblo libre.
Esta tentación está siempre presente: querer hacer del pueblo de Dios que es un pueblo profético y santo, una estructura humana y de poder que hasta el mismo Dios tenga que someterse y se encorsete dentro de unas leyes y unos espacios que ellas determinan y que se autoproclaman “voluntad de Dios” atribuyéndose la capacidad de asegurar la salvación, pasando a veces por encima de los derechos de la persona y de la dignidad humana.


Salmo responsorial Sal 18, 8. 10.12‑13.14 (R/.: 9a)

R/. Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón.
La ley del Señor es perfecta
y es descanso del alma;
el precepto del Señor es fiel
e instruye al ignorante. R/.
R/. Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón.
La voluntad del Señor es pura
y eternamente estable;
los mandamientos del Señor son verdaderos
y enteramente justos. R/.
R/. Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón.
Aunque tu siervo vigila para guardarlos con cuidado,
)quién conoce sus faltas?
Absuélveme de lo que se me oculta. R/.
R/. Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón.
Preserva a tu siervo de la arrogancia,
para que no me domine:
así quedaré libre e inocente
del gran pecado. R/.
R/. Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón.

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta del apóstol Santiago 5, 1‑6
Vuestra riqueza está corrompida

Ahora, vosotros, los ricos, llorad y lamentaos por las desgracias que os han tocado.
Vuestra riqueza está corrompida y vuestros vestidos están apolillados. Vuestro oro y vuestra plata están herrumbrados, y esa herrumbre será un testimonio contra vosotros y devorará vuestra carne como el fuego.
¡Habéis amontonado riqueza, precisamente ahora, en el tiempo final!
El jornal defraudado a los obreros que han cosechado vuestros campos está clamando contra vosotros; y los gritos de los segadores han llegado hasta el oído del Señor de los ejércitos.
Habéis vivido en este mundo con lujo y entregados al placer. Os habéis cebado para el día de la matanza. Condenasteis y matasteis al justo; él no os resiste.
Palabra de Dios.

REFLEXIÓN

“LOS TESTIGOS Y LAS PRUEBAS PARA NUESTRO JUICIO”

El texto de la carta de Santiago continua en su línea de coherencia: la diatriba del pasaje de hoy contra los ricos, contra aquellos que han puesto la riqueza como su único horizonte, su única razón de existir: la vida para ellos no ha tenido otra motivación que el dinero y para ello han robado, han atropellado a los pobres, han disminuido el jornal a los obreros, han perdido hasta el sueño pensando en el dinero… Han sido tan tontos que no se han dado cuenta que sus dinero tiene fecha de caducidad y todo el lujo, el placer, los atropellos, los gestos de insolidaridad y desprecio, todos los favoritismos y condescendencias con los ricos… se van a convertir en pruebas y documentos que testifican en su contra, pues todo ese montón de bienes que tienen acumulado, a costa del robo, del atropello y del abuso de los pobres, mientras éstos se mueren de hambre y necesidad y sin que hayan dudado en matar a quien se interponga para conseguirlos, el día del juicio, esos bienes serán la prueba que los condene.
Santiago llega a decir que vivir así es vivir engordándose, como los cerdos, para el día de la matanza; la misma gordura será la prueba de su puesta a punto para la ejecución, su propia condenación.
Los que han organizado su vida en esa dimensión llegan a lograr que el pobre y el inocente pierdan la esperanza y caigan en la impotencia de forma que llegan a creer que no vale la pena resistir, sienten que todo está perdido. Cuando el inocente o el pueblo llega a esta situación, el rico tiene concluida su faena, tendrá que ventilárselas con Dios ya que tiene destrozado al pueblo.
Santiago tiene clarísima la situación: Dios se pone siempre de parte del indefenso.
Pero en cada momento esta situación cobra diferentes ángulos y hoy nos encontramos uno que resulta interesante: es el rico que se siente de parte de los pobres pisoteados y a su robo, a su chantaje, a su atropello añade el resentimiento y odio contra los ricos a quienes identifica en la practica con el pueblo a quien explota en nombre de la justicia, pues lo considera rico; esto está siendo muy común en la clase política actual en donde el dinero llegó a cegar de tal manera, que ya perdieron todos los referentes de dignidad y, por eso, lo primero que intentan quitar de en medio es a Dios, que es el único que les estorba, pues al pueblo lo callaron y lo anularon, sin Dios tienen todo el campo libre, pues el pueblo ha renunciado a defenderse.
Pero aunque ellos hayan quitado a Dios, Yahvé no dejará de hacer justicia y se pondrá siempre al lado del débil y aplastado.
“Vuestro oro y vuestra plata están herrumbrados, y esa herrumbre será un testimonio contra vosotros y devorará vuestra carne como el fuego”.



Aleluya cf. Jn 17, 17b. a
Tu palabra, Señor, es verdad; conságranos en la verdad.


EVANGELIO


Lectura del santo evangelio según san Marcos 9, 38‑43. 45. 47‑48
El que no está contra nosotros está a favor nuestro.
Si tu mano te hace caer, córtatela

En aquel tiempo, dijo Juan a Jesús:
-“Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre, y se lo hemos querido impedir, porque no es de los nuestros.”
Jesús respondió:
-“No se lo impidáis, porque uno que hace milagros en mi nombre no puede luego hablar mal de mí. El que no está contra nosotros está a favor nuestro.
Y, además, el que os dé a beber un vaso de agua, porque seguís al Mesías, os aseguro que no se quedará sin recompensa. El que escandalice a uno de estos pequeñuelos que creen, más le valdría que le encajasen en el cuello una piedra de molino y lo echasen al mar. Si tu mano te hace caer, córtatela: más te vale entrar manco en la vida, que ir con las dos manos al infierno, al fuego que no se apaga.
Y, si tu pie te hace caer, córtatelo: más te vale entrar cojo en la vida, que ser echado con los dos pies al infierno.
Y, si tu ojo te hace caer, sácatelo: más te vale entrar tuerto en el reino de Dios, que ser echado con los dos ojos al infierno, donde el gusano no muere y el fuego no se apaga.”
Palabra del Señor.



REFLEXIÓN

“LA RISA ES DEL ÚLTIMO QUE RÍE”

El pasaje de Marcos nos presenta una situación paralela a la de Josué en el desierto (Nm. 11,28): Juan siente que la exclusiva del bien la tienen ellos y nadie se puede apropiar de lo que consideran sus “derechos de autor”
Jesús sale al paso para hacerle entender que está equivocado, que sobre el bien nadie tiene la exclusiva, porque el bien es una manifestación de Dios que no es manipulable por nadie.
Este es el gran problema de todas las religiones y “organizaciones”: creer que el bien está supeditado a una estructura legal y, por tanto, creer que a Dios, a Jesús se le puede amarrar a esa estructura y cada uno aboga por la suya. Jesús viene a corregir a Juan y a decirle que no está permitido levantar barreras en nombre de una pureza religiosa.
Jesús, Dios, el Bien…el AMOR, la VERDD, la JUSTICIA, la PAZ, la FRATERNIDAD… esto no es propiedad de nadie, por tanto, nadie puede pretender tener la exclusiva, ni manipular a la gente en su nombre.
La iglesia, la comunidad de los seguidores de Jesús, no tiene sentido si nos está en función de construir todo esto y vivirlo donde quiera que esté, y ser de los suyos no está tanto en la pertenencia a su estructura, cuanto en la vivencia de sus valores.
De hecho, vemos que hay personas que no se consideran miembros de la iglesia y ni siquiera creyentes, sin embargo realizan gestos preciosos y sus vidas no tienen nada que envidiar a la de un buen cristiano. Jesús atestigua que no han de quedar sin recompensa, incluso, cuando llegue el momento dirán: “¿Y cuándo te hemos visto nosotros con hambre, o desnudo, o en la cárcel… y te hemos asistido? Y el rey contestará: cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis humildes hermanos, lo hacíais conmigo”.
Es fortísima, en cambio, la advertencia que Jesús hace a aquellos que confunden a un niño o a una persona sin posibilidades y los orientan por el camino del mal induciéndolos a la caída y a la perdición; y al escucharlo, es imposible no tener presente a todos los jóvenes, a los niños y a toda la sociedad que se la orienta hacia el caos, y no pensar en los maestros, en los padres de familia, en los responsables de la educación, en los líderes religiosos y políticos, en los medios de comunicación, en la propaganda que grita la mentira, en todos aquellos que van metiendo las ideas en la mente y en el corazón… Jesús lo deja bien claro: “El que escandalice a uno de estos pequeñuelos que creen, más le valdría que le encajasen en el cuello una piedra de molino y lo echasen al mar”. Lo fastidiado de esto para todos es que, la última palabra la tiene Él y, al final será, no aquello que hayamos dicho nosotros, sino lo que Él tiene establecido.

martes, 15 de septiembre de 2009

DOMINGO XXV DEL T.ORDINARIO -B-

PRIMERA LECTURA

Lectura del libro de la Sabiduría 2, 12. 17‑20
Lo condenaremos a muerte ignominiosa

Se dijeron los impíos:
“Acechemos al justo, que nos resulta incómodo: se opone a nuestras acciones,
nos echa en cara nuestros pecados, nos reprende nuestra educación errada;
veamos si sus palabras son verdaderas, comprobando el desenlace de su vida.
Si es el justo hijo de Dios, lo auxiliará y lo librará del poder de sus enemigos;
lo someteremos a la prueba de la afrenta y la tortura, para comprobar su moderación y apreciar su paciencia;
lo condenaremos a muerte ignominiosa, pues dice que hay quien se ocupa de él.”
Palabra de Dios.

REFLEXIÓN

“UN PULSO A DIOS”

El libro de la Sabiduría presenta como dos cuadros, dos concepciones de la vida: uno: la vida es un espacio y un tiempo llenos de placeres y dolores; se trata de vivirla a tope gozando lo máximo que podamos, disfrutando de los placeres de ella y esquivando todos los dolores que tiene, pues al final, esto es lo que hay y esto es lo que nos vamos a llevar, pues todo queda ahí y en esto se concluye todo, como dice el dicho popular: “muerto el burro, cebada al rabo” es decir: acabado el plazo se termina todo, no hay esperanza de nada.
La otra concepción de la vida o cuadro, es aquella que sostiene que este espacio o tiempo, son dos grandes regalos que Dios nos ha dado para llenarlos de paz, amor, alegría y felicidad, que son el comienzo o anticipo de lo que nos llegará el momento de la muerte.
Los “impíos” (los no creyentes) se burlan de esta segunda dimensión y en su ignorancia, porque no pueden demostrar que es mentira, resultan atrevidos y ponen esa realidad a prueba, pues lo que ocurre es que le temen, por eso atacan a los que creen en Dios, esperando en su ataque que Dios les responda con la misma insensatez y cinismo que ellos para creer en Él. Su forma de actuar es echando un pulso a Dios esperando que Él entre en su juego.
Estas palabras del libro de la Sabiduría tienen una resonancia especial en lo alto del calvario: allí le reclaman a Jesús: “¿No se hacía llamar Hijo de Dios?, ¡A ver si ahora viene a salvarlo!”
La respuesta al cinismo de todos los hombres de todos los tiempos se dio justamente allí: no lograron doblar a Jesús y obtienen la respuesta por parte de Dios resucitando a Jesús.
Sin embargo, el cinismo, la ignorancia y las concepciones de la vida, siguen en pie y siguen planteándose los mismos retos, probando el aguante de los hombres de fe y la paciencia de Dios.
Frente a esta realidad ha aparecido un nuevo elemento o postura que es el reconocer con la cabeza la postura del creyente y el vivir en la práctica la actitud del impío.


Salmo responsorial Sal 53, 3‑4. 5. 6 y 8

R/. El Señor sostiene mi vida.
Oh Dios, sálvame por tu nombre,
sal por mí con tu poder.
Oh Dios, escucha mi súplica,
atiende a mis palabras. R/.
R/. El Señor sostiene mi vida.
Porque unos insolentes se alzan contra mí,
y hombres violentos me persiguen a muerte,
sin tener presente a Dios. R/.
R/. El Señor sostiene mi vida.
Pero Dios es mi auxilio,
el Señor sostiene mi vida.
Te ofreceré un sacrificio voluntario,
dando gracias a tu nombre, que es bueno. R/.
R/. El Señor sostiene mi vida.


SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta del apóstol Santiago 3, 16-4, 3
Los que procuran la paz están sembrando la paz, y su fruto es la justicia

Queridos hermanos:
Donde hay envidias y rivalidades, hay desorden y toda clase de males.
La sabiduría que viene de arriba ante todo es pura y, además, es amante de la paz, comprensiva, dócil, llena de misericordia y buenas obras, constante, sincera.
Los que procuran la paz están sembrando la paz, y su fruto es la justicia.
¿De dónde proceden las guerras y las contiendas entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, que luchan en vuestros miembros? Codiciáis y no tenéis; matáis, ardéis en envidia y no alcanzáis nada; os combatís y os hacéis la guerra.
No tenéis, porque no pedís. Pedís y no recibís, porque pedís mal, para dar satisfacción a vuestras pasiones.
Palabra de Dios.

REFLEXIÓN

¿A QUIÉN SERVIMOS?

Venimos viendo cómo el autor de la carta de Santiago va saliendo al paso de algunos de los peligros que acechan a la comunidad, uno de ellos es el hacer una división entre lo que decimos y lo que hacemos, el reducir la fe a una práctica de ritos vacíos o el aprendizaje de formulas muertas que no comprometen a nada.
Ahora Santiago sale al frente de otro de los peligros que tiene la comunidad: es el de los falsos maestros que se levantan dentro de ella, que se presentan con argumentos aparentemente razonables y convencen a mucha gente, sembrando con ellos la división interna, las rencillas, los chismes… Sus palabras no son testimonio de la verdad ni instrumento de unidad, sino todo lo contrario: son veneno que va matando la fraternidad.
Frente a esta situación, Santiago hace su diagnóstico y deja bien claros los principios a la comunidad: Quien solo se preocupa de si mismo y se encierra de manera egoísta en la búsqueda de sus propias gratificaciones, se comporta de tal manera que crea desorden y turbación en los demás
En cambio, “Los que procuran la paz están sembrando la paz, y su fruto es la justicia.”, la tolerancia, el perdón, la reconciliación, la compasión, la imparcialidad y la sinceridad.
A este modo de vivir invita Santiago a todos los cristianos, pues vivir en la postura contraria es motivo para que el mismo Dios no los escuche ni siquiera en la oración, que queda reducida a un gesto vacío y sin sentido.
Al escuchar todo esto, entra escalofrío, pues sientes la sensación de que estas palabras no están dichas a la comunidad primitiva, sino a la iglesia del s. XXI que ha establecido una serie de escalas de valores, que en muchos momentos no se sabe a quien se responde y mucho menos a quién se sirve.



Aleluya cf. 2Ts 2, 14
Dios nos llamó por medio del Evangelio,
para que sea nuestra la gloria de nuestro Señor Jesucristo.


EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Marcos 9, 30‑37
EL Hijo del hombre va a ser entregado. Quien quiera ser el primero, que sea el servidor de todos

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se marcharon de la montaña y atravesaron Galilea; no quería que nadie se enterase, porque iba instruyendo a sus discípulos. Les decía:
-“EL Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres, y lo matarán; y, después de muerto, a los tres días resucitará.”
Pero no entendían aquello, y les daba miedo preguntarle.
Llegaron a Cafarnaún, y, una vez en casa, les preguntó:
-“¿De qué discutíais por el camino?”
Ellos no contestaron, pues por el camino habían discutido quién era el más importante. Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo:
-“Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos.”
Y, acercando a un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo:
-“El que acoge a un niño como éste en mi nombre me acoge a mí; y el que me acoge a mí no me acoge a mí, sino al que me ha enviado.”
Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

“EL MÁS IMPORTANTE ES EL QUE MEJOR SIRVE”
El evangelio de Marcos se esfuerza en dejar bien clara la diferencia de mentalidad que existe entre Jesús y los apóstoles, que en definitiva es la diferencia de esquemas entre los que se mueve la comunidad y lo que pide el proyecto de Jesús.
Además se esfuerza en recalcar que los apóstoles no entendían lo que Jesús venía planteando, es que estaban en otra órbita completamente distinta, por eso, cuando les pregunta de qué han venido hablando por el camino, se callan, pues saben perfectamente que la onda en la que ellos se mueven no coincide en absoluto con lo que Jesús plantea; la frecuencia en la que Jesús habla no es en la que ellos escuchan y, por eso, son como dos idiomas distintos que, aunque se dicen las mismas palabras, son distintos los significados y, por tanto, hay una comprensión completamente diferente de la realidad.
En la “frecuencia” del mundo se persigue a toda costa el éxito personal, el protagonismo individual se convierte en carta de presentación, es el curriculum que presentamos para cualquier cosa que hacemos, es lo que nos avala y, cuantos más papeles, más títulos, más cosas presentemos, más posibilidad tenemos…
Jesús sigue desconcertándonos de nuevo: ““Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos.”. Y si no hubiera bastante, frente a la idea de grandeza por nuestros títulos, por nuestro abolengo, por nuestra experiencia… coge a un niño, que es lo último que existe, pues no tiene poder alguno, es completamente dependiente y lo ponen en medio de ellos diciéndoles que el que no se haga como un niño no sirve para el reino de los cielos.

martes, 8 de septiembre de 2009

DOMINGO XXIV DEL T.ORDINARIO -B-

PRIMERA LECTURA


Lectura del libro de Isaías 50, 5‑9ª
Ofrecí la espalda a los que me apaleaban

El Señor me abrió el oído;
yo no resistí ni me eché atrás:
ofrecí la espalda a los que me apaleaban,
las mejillas a los que mesaban mi barba;
no me tapé el rostro ante ultrajes ni salivazos.
El Señor me ayuda,
por eso no sentía los ultrajes;
por eso endurecí el rostro como pedernal,
sabiendo que no quedaría defraudado.
Tengo cerca a mi defensor,
¿quién pleiteará contra mí?
Comparezcamos juntos.
¿Quién tiene algo contra mí?
Que se me acerque.
Mirad, el Señor me ayuda,
¿quién me condenará?
Palabra de Dios.

REFLEXIÓN


“CERRADOS A DIOS”

Anda por la red un cuento en el que se narra que un individuo veía cómo maltrataban a todos aquellos que se metían en política y entonces se dijo: “A mi no me interesa la política, que se las arreglen como puedan”. En otro momento vio cómo maltrataban a los inmigrantes y se dijo: “¡Bah!, yo no soy inmigrante, mejor es que no me meta en lo que no me incumbe”. Poco después vio que atacaban a la gente que se declaraba religiosa y se dijo: “Ellos verán sus cosas, a mi no me interesa la religión ni yo soy religioso”… Y esa misma actitud ira presentando con todos los que sufrían y eran atacados: él no quería saber nada de nada ni de nadie hasta que llegó el día en que lo echaron a la calle de la empresa que trabajaba y se quedó sin trabajo y sin nada y, además vio cómo le hacían injusticias y atropellos y esperaba que alguien se compadeciera y le echara una mano pero vio sorprendido cómo nadie lo tomó en cuenta para nada, todos decían lo mismo que él había venido diciendo siempre.
En el pasaje de hoy el profeta Isaías viene a presentar justamente lo contrario del cuento: se trata del hombre o del pueblo que no está dispuesto a pasar indiferente ante la injusticia, sino que, por el contrario da la cara y hace frente a la realidad de la injusticia, de la mentira, de la división y no permite ni acepta contemplar impasible el atropello de la paz, de la verdad y de la justicia y aunque el enemigo se ensañe con él no cede ni le da la batalla por perdida.
El hombre de fe tiene la certeza de que dios se pone siempre de parte de la justicia, de la verdad y de la paz y por eso, tiene la certeza de que al final, siempre saldrá victorioso, porque la verdad siempre triunfa.
El egoísmo y el individualismo son el cáncer y la sepultura de la persona y de un pueblo. La persona se centra en si y se pone ella misma como única meta y horizonte de la vida: yo, a mi, para mi, conmigo… El resultado final es la soledad más absoluta y la insolidaridad más radical.
El pueblo, el individuo o el sistema social que opta por esta forma de existencia, tiene firmada su propia sentencia de muerte y de negación de la felicidad.
Por el contrario, el pueblo, el individuo, la sociedad… que se pone en la onda de Dios, tiene asegurado el triunfo y el compromiso por parte de Dios de su permanencia que le dará toda la fuerza necesaria: “No verá decepcionada su confianza”… “El Señor le ayuda y le hace justicia”.


Salmo responsorial Sal 114, 1‑2. 3‑4. 5‑6. 8‑9

R/. Caminaré en presencia del Señor en el país de la vida.
Amo al Señor, porque escucha mi voz suplicante,
porque inclina su oído hacia mí el día que lo invoco. R/.
R/. Caminaré en presencia del Señor en el país de la vida.
Me envolvían redes de muerte,
me alcanzaron los lazos del abismo,
caí en tristeza y angustia.
Invoqué el nombre del Señor:
“Señor, salva mi vida.” R/.
R/. Caminaré en presencia del Señor en el país de la vida.
EL Señor es benigno y justo,
nuestro Dios es compasivo;
el Señor guarda a los sencillos:
estando yo sin fuerzas, me salvó R/.
R/. Caminaré en presencia del Señor en el país de la vida.
Arrancó mi alma de la muerte,
mis ojos de las lágrimas,
mis pies de la caída.
Caminaré en presencia del Señor
en el país de la vida. R/.
R/. Caminaré en presencia del Señor en el país de la vida.


SEGUNDA LECTURA


Lectura de la carta del apóstol Santiago 2, 14‑18
La fe, si no tiene obras, está muerta

¿De qué le sirve a uno, hermanos míos, decir que tiene fe, si no tiene obras? ¿Es que esa fe lo podrá salvar?
Supongamos que un hermano o una hermana andan sin ropa y faltos del alimento diario, y que uno de vosotros les dice: “Dios os ampare; abrigaos y llenaos el estómago”, y no les dais lo necesario para el cuerpo; ¿ de qué sirve?
Esto pasa con la fe: si no tiene obras, por sí sola está muerta.
Alguno dirá: “Tú tienes fe, y yo tengo obras. Enséñame tu fe sin obras, y yo, por las obras, te probaré mi fe.”
Palabra de Dios.


REFLEXIÓN


“FE MUERTA”
Santiago continúa en la misma dimensión que venimos escuchando estos domingos atrás: La fidelidad y la coherencia al principio que ha establecido: “La palabra consistencia y credibilidad el momento que se hace obras”.
La preocupación de Santiago es fuerte debido al peligro y a la tendencia tan grande que tenemos a quedarnos en las palabras bonitas, en la simple declaración de principios.
En un momento, dentro de la comunidad pudo existir el problema en la gente que se quedaba en la simple adhesión a la palabra. En la creencia intelectual, pero se daba una ruptura con la vida, lo mismo que al contrario y Santiago sale al frente, lo mismo que en otro momento en el que ocurre lo contrario, lo hará Pablo, pues está viendo que la vida cristiana la están convirtiendo en un humanismo por cuyo esfuerzo se gana la salvación y tiene que salir al paso indicando que no son las obras las que hacen merecedores a los hombres de la salvación, sino la fe en Dios que nos la ha regalado y, como respuesta agradecida se darán las obras.
Lo que Santiago viene a hacer es a clarificar justamente lo que ha indicado ya Pablo: alguien que se ha sentido amado de tal forma que ha visto cómo han dado la vida por él y le han regalado la salvación y el perdón de todas sus culpas y pecados, no tiene más remedio que responder con una actitud agradecida con obras de amor.
De alguna manera Santiago recoge lo que es norma y principio dentro de la comunidad cristiana y que el mismo Juan recoge en su primera carta (3,18) “Hijos míos, no amemos de palabra y con la boca, sino con hechos y de verdad” y es que una fe que no se expresa con hechos, está muerta, no es fe, lo mismo que las obras son las que dicen verdaderamente la fe que tenemos.

Aleluya Gal. 6,14
Dios me libre de gloriarme si no es en la cruz del Señor,
en la cual el mundo está crucificado para mí, y yo para el mundo.


EVANGELIO


Lectura del santo evangelio según san Marcos 8, 27‑35
Tú eres el Mesías... El Hijo del hombre tiene que padecer mucho

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se dirigieron a las aldeas de Cesárea de Felipe; por el camino, preguntó a sus discípulos:
-“¿Quién dice la gente que soy yo?”
Ellos le contestaron:
-“Unos, Juan Bautista; otros, Elías; y otros, uno de los profetas.”
EL les preguntó:
-“Y vosotros, ¿quién decís que soy?”
Pedro le contestó:
-“*Tú eres el Mesías.”
É1 les prohibió terminantemente decírselo a nadie.
Y empezó a instruirlos:
-“EL Hijo del hombre tiene que padecer mucho, tiene que ser condenado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar a los tres días.”
Se lo explicaba con toda claridad. Entonces Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo. Jesús se volvió y, de cara a los discípulos, increpó a Pedro:
-“¡Quítate de mi vista, Satanás! ¡Tú piensas como los hombres, no como Dios!”
Después llamó a la gente y a sus discípulos, y les dijo:
-“EL que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Mirad, el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio la salvará.”
Palabra del Señor.


REFLEXIÓN


“¿QUIÉN SOY YO PARA TI?”
S. Marcos presenta a Jesús, que ha venido hablando del reino, de lo que Él es en este proyecto y lo ha venido mostrando a través de signos que han dejado en evidencia la presencia del reino y su realidad transformadora.
Pero todo esto tiene trastornados a todos, empezando por los discípulos que están viendo la fuerza que tiene su palabra, cómo atrapa a la gente que no se cansa de escucharlo, los gestos que va haciendo dejan entusiasmado a todo el mundo…
Están escuchando un mensaje que es entusiasmante, pero no conocen las consecuencias que eso lleva consigo y lo que va a costar… están viviendo poco más o menos que un sueño; pero no se pueden entusiasmar con un sueño, no pueden comprometerse con una idea ni adherirse a una ilusión.
Jesús quiere comprobar directamente en los discípulos qué es lo que ellos han entendido y qué es lo que ellos mismos están viendo que la gente percibe y constata, lo que la gente espera: la venida de un líder que los libere de la situación en la que están; esperan un nuevo Moisés, un nuevo Elías que se peleen con los romanos, con los sumos sacerdotes… y Pedro, con todo este amasijo de ideas, coge la palabra en nombre de los apóstoles y confiesa que para ellos “Él es el Mesías Salvador que ha de venir”, aunque no tienen muy claro qué tipo de salvación es la que esperan, pues de hecho, cuando Jesús les plantea el tema, Pedro increpa a Jesús y le invita a que abandone el proyecto y es el mismo Jesús quien tiene que llamarle fuertemente la atención, pues ve que está en la misma onda de los demás, piensa como todos, más no como Dios y por primera y única vez, nos encontramos a Jesús fuertemente enojado, al ver que ni los suyos han entendido lo que trae y aquí no hay posturas intermedias: no estar en la dirección de Jesús, es estar en la lógica de Satanás.
Frente a este cuadro, no nos queda más remedio que personalizar la pregunta de Jesús: “¿Quién soy yo para ti?
Esta pregunta se la han venido haciendo a través de los siglos todos los hombres y mujeres y cada uno ha intentado dar la respuesta.
Ahora somos nosotros los discípulos que andamos con Él, ahora somos nosotros los que tenemos expectativas con respecto a Él ¿Qué buscamos en Él? ¿Qué pinta Jesús en nuestra vida, a la hora de hacer nuestro proyecto o tomar decisiones en ella?
Es muy fácil responder lo que aprendimos en el catecismo, pero esa misma repuesta la puede dar un no creyente, y también la podemos dar, pero ser una respuesta vacía, si es que no es algo que afecta a mi vida, algo que exprese un compromiso con Él.
Este es el gran problema que tenemos; hemos llenado nuestra cabeza de formulas y conceptos que repetimos hasta el punto que hemos dado por válido el que alguien confiese con la boca que “es creyente no practicante” aceptando la posibilidad de la cuadratura del círculo.
Tal vez nos hemos olvidado que “creer” no consiste en “saber” un número determinado de fórmulas que vamos repitiendo, ni tampoco consiste en aceptar un “credo” donde se exponen unas verdades que no entendemos; la FE consiste en encontrarse con la persona de Jesucristo y dejarnos tocar por ella hasta el punto que se llegue a hacer parte de nuestra existencia: en Él y con Él todo encuentra sentido y todas nuestras preguntas encuentran su respuesta.
Hoy estamos viendo cómo todo ha entrado en crisis: todas las ideologías y sistemas se han venido abajo y estamos viendo que hasta las ideas más geniales “hacen agua” por todas partes. Hoy no podemos ir a nadie vendiéndole ideologías, teorías, ideas… de eso se puede encontrar todo lo que se quiera en cantidades desorbitadas. El hombre de hoy está “harto” de todo, lo único que siente es la necesidad profunda de ser amado, acogido, escuchado… Eso no te lo da una teoría, ni una idea. Eso solo es posible que te de la respuesta una PERSONA y ésta es JESÚS.
Es triste ver cómo esto se nos ha olvidado a los cristianos, por eso hemos tenido tan poca dificultad en abandonar la fe, la iglesia y todos los valores cristianos y nos estamos quedando sin nada, pues hay en el mundo otras ideas, otras doctrinas, otras corrientes mucho más atractivas y fáciles con las que es posible ser actual y sentirse bien con el ambiente. Pero la soledad sigue siendo el denominador común.