martes, 30 de septiembre de 2008

DOMIGO VEINTISIETE T. O. -A-

Lectura del profeta Isaías 5,1‑7
La viña del Señor de los ejércitos es la casa de Israel

Voy a cantar en nombre de mi amigo un canto de amor a su viña. Mi amigo tenía una viña en fértil collado. La entrecavó, la descantó, y plantó buenas cepas; construyó en medio una atalaya y cavó un lagar. Y esperó que diese uvas, pero dio agrazones. Pues ahora, habitantes de Jerusalén, hombres de Judá, por favor, sed jueces entre mí y mi viña. ¿Qué más cabía hacer por mi viña que yo no lo haya hecho? ¿Por qué, esperando que diera uvas, dio agrazones? Pues ahora os diré a vosotros lo que voy a hacer con mi viña: quitar su valla para que sirva de pasto, derruir su tapia para que la pisoteen. La dejaré arrasada: no la podarán ni la escardarán, crecerán zarzas y cardos; prohibiré a las nubes que lluevan sobre ella.
La viña del Señor de los ejércitos es la casa de Israel; son los hombres de Judá su plantel preferido. Esperó de ellos derecho, y ahí tenéis: asesinatos; esperó justicia, y ahí tenéis: lamentos.
Palabra de Dios

REFLEXIÓN

“LAS UVAS AMARGAS DE LA INSATISFACCIÓN”

El profeta Isaías intenta hacer una especie de retrato del pueblo de Israel y pone dos focos de atención: su amigo, que representa a Yavé ilusionado con su huerto y dispuesto a hacer y emplear en él todo lo que tiene y sus mejores esfuerzos. El otro foco de interés es el huerto, la viña, que representa al pueblo de Israel, dispuesta para recibir todo lo que le den, creyéndose merecedora de todos los mimos que se le hagan, exigiendo sus derechos, pero no reconociendo ni uno solo de sus deberes.
El tema fundamental es exponer todo el amor y la ilusión que su amigo tiene con su viña, pero ante la respuesta que ésta le está teniendo, invita a que los mismos israelitas sean los jueces y digan qué harían ellos si se encontraran con esa situación: les expone todo lo que está haciendo: La entrecavó, la descantó, y plantó buenas cepas; construyó en medio una atalaya y cavó un lagar…” Sin embargo, ante esta actitud de entrega, de ilusión, la viña está respondiendo así: “esperó que diese uvas, pero dio agrazones”
Si nos damos cuenta, el escenario es el mismo que el que se presenta en el capítulo tres del Génesis: Dios ha soñado con que el hombre sea feliz, le ha dado todo lo creado, que es hermoso y espera que el hombre se comporte a semejanza de Dios, pero la respuesta es negativa. Ahora es la misma cosa y el pueblo tendrá que cargar con las consecuencias: va a dejar que el pueblo cargue con lo que ha querido “voy quitar su valla para que sirva de pasto, derruiré su tapia para que la pisoteen. La dejaré arrasada: no la podarán ni la escardarán, crecerán zarzas y cardos; prohibiré a las nubes que lluevan sobre ella”.
La historia sigue repitiéndose porque Dios sigue siendo justo y jamás va a obligar al hombre a aceptar algo que no quiera, siempre lo ha hecho, respetando sus decisiones, pero, eso sí: la responsabilidad está en el hombre de cargar con las consecuencias del uso de su libertad.
¿A quién podrá el hombre actual acusar por la deriva que ha tomado de quitar al Dios de la VIDA del horizonte y poner el dinero como único y absoluto valor de la vida? Porque el dios dinero exige como culto la muerte.

Salmo responsorial: 79

R/La viña del Señor es la casa de Israel.
Sacaste una vid de Egipto, /
expulsaste a los gentiles, y la trasplantaste. /
Extendió sus sarmientos hasta el mar, /
y sus brotes hasta el Gran Río.
R/La viña del Señor es la casa de Israel..
¿Por qué has derribado su cerca /
para que la saqueen los viandantes, /
la pisoteen los jabalíes /
y se la coman las alimañas?
R/La viña del Señor es la casa de Israel..
Dios de los ejércitos, vuélvete: /
mira desde el cielo, fíjate, /
ven a visitar tu viña, /
la cepa que tu diestra plantó, /
y que tú hiciste vigorosa.
R/La viña del Señor es la casa de Israel..
No nos alejaremos de ti: /
danos vida, para que invoquemos tu nombre. /
Señor, Dios de los ejércitos, restáuranos, /
que brille tu rostro y nos salve.
R/La viña del Señor es la casa de Israel..

Lectura de la carta del apóstol S. Pablo a los Filipenses 4,6‑9
Poned esto por obra, y el Dios de la paz estará con vosotros.

Hermanos: Nada os preocupe; sino que, en toda ocasión, en la oración y súplica con acción de gracias, vuestras peticiones sean presentadas a Dios. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo juicio, custodiará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. Finalmente, hermanos, todo lo que es verdadero, noble, justo, puro, amable, laudable, todo lo que es virtud o mérito, tenedlo en cuenta. Y lo que aprendisteis, recibisteis, oísteis y visteis en mí, ponedlo por obra. Y el Dios de la paz estará con vosotros.
Palabra de Dios

REFLEXIÓN

“LA FUENTE DE LA INSATISFACCIÓN”

Las palabras de S. Pablo a los filipenses parecen dichas expresamente para cada uno de los que hoy componemos nuestras comunidades del s. XXI: el ritmo de vida en que nos hemos metido, la gran cantidad de cosas que suceden sin que nosotros podamos controlar llegan a desbordarnos de tal manera, que al final no sabemos a qué responder y cada día nos vamos a la cama con la sensación de no haber hecho nada o de no haber alcanzado a todo lo que deberíamos haber hecho, y empiezan a acumularse cosas que van horadando nuestro ánimo, hasta que caemos en una especie de depresión diciendo que no podemos seguir el ritmo que hemos establecido.
Esa situación que nos hemos creado, es una de las causas más frecuentes de la perdida de la paz interior y hasta de las depresiones en las que caemos, pues no tenemos tiempo para nada y siempre vamos corriendo y llegando tarde a todas partes.
Éste no es exactamente el caso de los Filipenses, pues ellos no tenían el ritmo trepidante nuestro, pero sí algo parecido: las preocupaciones de la vida les hacían olvidar lo principal y perder la paz y hasta el horizonte. Frente a este obstáculo les invita a mirar siempre el referente que les va a orientar en el camino: “poned vuestros pensamientos en Cristo Jesús. Finalmente, hermanos, todo lo que es verdadero, noble, justo, puro, amable, laudable, todo lo que es virtud o mérito, tenedlo en cuenta.” Y teniendo esto como norma de la vida, podemos estar seguros que la Paz estará siempre como la luz que ilumina nuestro ser.
Si nos detenemos a pensar, fácilmente nos daremos cuenta que el vacío de nuestras vidas, la sensación de insatisfacción, la tristeza… que muchas veces se apodera de nuestras vidas, no es sino por haber perdido de vista lo que es esencial y habernos ido detrás del anzuelo que nos han puesto, al que queremos coger y nunca llegamos a poseerlo, con el agravante de que cuando lo alcanzamos y mordemos, nos sentimos atrapados e incapacitados para poder hacer otra cosa en la que soñamos y ansiamos, pero la sentimos como algo de primera necesidad, pero imposible de conseguir.


Lectura del santo evangelio según S. Mateo 21,33‑43
Arrendará la viña a otros labradores

En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los senadores del pueblo: "Escuchad otra parábola: Había un propietario que plantó una viña, la rodeó con una cerca, cavó en ella un lagar, construyó la casa del guarda, la arrendó a unos labradores y se marchó de viaje. Llegado el tiempo de la vendimia, envió sus criados a los labradores, para percibir los frutos que le correspondían. Pero los labradores, agarrando a los criados, apalearon a uno, mataron a otro, y a otro lo apedrearon. Envió de nuevo otros criados, más que la primera vez, e hicieron con ellos lo mismo. Por último les mandó a su hijo, diciéndose: "Tendrán respeto a mi hijo." Pero los labradores, al ver al hijo, se dijeron: "Éste es el heredero: venid, lo matamos y nos quedamos con su herencia." Y, agarrándolo, lo empujaron fuera de la viña y lo mataron. Y ahora, cuando vuelva el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores?" Le contestaron: "Hará morir de mala muerte a esos malvados y arrendará la viña a otros labradores, que le entreguen los frutos a sus tiempos." Y Jesús les dice: "¿No habéis leído nunca en la Escritura: "La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente"? Por eso os digo que se os quitará a vosotros el reino de Dios y se dará a un pueblo que produzca sus frutos."
Palabra del Señor

REFLEXIÓN

“A LA SOMBRA DEL PODER ESTABLECIDO”
Jesús vuelve a encontrarse con su pueblo, el mismo con el que se encontró el profeta Isaías y después de tanto tiempo, ve que perduran las mismas actitudes, los mismos problemas corregidos y aumentados y, en consecuencia, lo mismo que una enfermedad que no se cura, se hace crónica y va empeorando cada vez más.
Retoma el mismo cuento que en otro tiempo contara el profeta Isaías y se lo vuelve a contar a la gente de su tiempo poniéndolos como testigos, exactamente como hizo el profeta.
Aparece una diferencia en el texto: en el texto de Isaías no dejó que los testigos contestaran, en cambio Jesús sí lo hizo, y la respuesta que dieron fue: "Hará morir de mala muerte a esos malvados y arrendará la viña a otros labradores, que le entreguen los frutos a su tiempo." Algo así como cuado preguntamos a un joven que está furioso contra su padre porque no lo deja hacer lo que quiere, si él dejaría a su hijo que haga lo que él está haciendo y responde inmediatamente:”¡Nunca!”
Los que escuchaban a Jesús se sintieron cogidos por sus mismas palabras y se pusieron furiosos en contra de Él, pues se dieron cuenta que los estaba denunciando.
Yo no puedo evitar la imagen actual de aquellos que en cuanto oyen que algo les cuestiona su forma de vida o su actuación, inmediatamente saltan diciendo que la iglesia no debe meterse en política, que se dedique a lo suyo (que lo suelen reducir a rezar en la intimidad) y no divida a la gente. Es una manera extraordinaria de retratarse y decir dónde nos encontramos, pues quien responde así es porque tiene tomada su opción: Es curioso ver que todo el que dice esto, lo mismo que ocurría a los fariseos, es porque vive guarecido al amparo del poder establecido.