martes, 30 de diciembre de 2008

DOMINGO -II- DESPUES DE NAVIDAD -B-


PRIMERA LECTURA
La sabiduría habita en medio del pueblo elegido

Lectura del Libro del Eclesiástico 24, 1‑4. 12‑16

La sabiduría hace su propio elogio, se gloría en medio de su pueblo.
Abre la boca en la asamblea del Altísimo y se gloría delante de sus Potestades.
En medio de su pueblo será ensalzada y admirada en la congregación plena de los santos;
recibirá alabanzas de la muchedumbre de los escogidos y será bendita entre los benditos.
Entonces el Creador del Universo me ordenó, el Creador estableció mi morada: Habita en Jacob, sea Israel tu heredad.
Desde el principio, antes de los siglos, me creó, y no cesaré jamás.
En la santa morada, en su presencia ofrecí culto y en Sión me estableció; en la ciudad escogida me hizo descansar, en Jerusalén reside mi poder.
Eché raíces en un pueblo glorioso, en la porción del Señor, en su heredad.

Palabra de Dios.

REFLEXIÓN

“LA SABIDURÍA, FUENTE DE FELICIDAD”
El autor del libro del Eclesiástico sostiene que la sabiduría es como la fuerza y la luz que ayuda al hombre a encontrar el sentido y el camino en la vida para ser feliz; esta sabiduría para él es expresión viva de la presencia de Dios. Esa sabiduría personificada y hecha real se concretiza en Jesús, Dios mismo hecho hombre para los hombres.
El autor del Eclesiástico compara esa sabiduría con la niebla que llena y se extiende en la tierra llenado hasta el último rincón de su frescor y de su vida: todo es perfecto, todo tiene un orden establecido, nada existe sin un sentido, todo tiene su razón de ser. La sabiduría de Dios lo llena todo, está presente en todo; únicamente hay un ser que puede aislarse y no dejarse impregnar por esta “niebla” (sabiduría): el hombre: él puede son su libertad y su inteligencia oponerse, rechazar la sabiduría de Dios y establecer en contraposición la suya. Un ejemplo concreto de lo que ocurre nos puede ser bien aclaratorio: sería como competir la neblina que llena un valle de un río en una mañana de invierno, con la tapadera de contaminación que cubre las grandes ciudades en las que hay que ponerse una mascarilla para poder respirar; esa es la imagen que nos puede representar las dos sabidurías: la de Dios, que llena la tierra de vida y la del hombre en competencia que llena la tierra de muerte.
Y es que toda sabiduría que se presenta de espaldas a Dios no es más que necedad y destrucción. Cuando el hombre se deja impregnar y envolver por la sabiduría de Dios, se convierte en un cooperador de Dios para la vida. Un ejemplo concreto: a la tierra le sobran recursos para alimentar 3 veces la población del planeta, si a eso añadimos la capacidad que el hombre tiene para multiplicarlos, no tiene sentido que en la tierra las 3 cuartas partes de la humanidad vivan en la pobreza y cada día mueran más de cien mil personas e hambre.



Salmo responsorial Sal 147, 12‑13. 14‑15. 19‑20

V/. La Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros.
R/. La Palabra se hizo carne
y acampó entre nosotros.

V/. Glorifica al Señor, Jerusalén,
alaba a tu Dios, Sión:
que ha reforzado los cerrojos de tus puertas,
y ha bendecido a tus hijos dentro de ti.

R/. La Palabra se hizo carne
y acampó entre nosotros.

V/. Ha puesto paz en tus fronteras,
te sacia con flor de harina;
él envía su mensaje a la tierra,
y su palabra corre veloz.

R/. La Palabra se hizo carne
y acampó entre nosotros.

V/. Anuncia su palabra a Jacob,
sus decretos y mandatos a Israel;
con ninguna nación obró así,
ni les dio a conocer sus mandatos.

R/. La Palabra se hizo carne
y acampó entre nosotros.


SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Efesios 1, 3‑6. 15‑18
Nos predestinó a ser hijos adoptivos suyos por Jesucristo

Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo en Cristo con toda clase de bendiciones espirituales, en el cielo.
Ya que en El nos eligió, antes de la creación del mundo, para que fuésemos santos e irreprochables en su presencia, por amor.
Nos predestinó a ser hijos adoptivos suyos por Jesucristo, conforme a su agrado; para alabanza de la gloria de su gracia, de la que nos colmó en el Amado.
Por lo que también yo, que he oído hablar de vuestra fe en Cristo, no ceso de dar gracias por vosotros, recordándoos en mi oración, a fin de que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, os dé espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo, e ilumine los ojos de vuestro corazón, para que comprendáis cuál es la esperanza a la que os llama y cuál la riqueza de gloria que da en herencia a los santos.

Palabra de Dios.


REFLEXIÓN

“UNA ÚNICA OPORTUNIDAD”
S. Pablo entona un canto de acción de gracias a Dios porque se ha dignado venir a vivir con nosotros con el cual se ha hecho solidario con nosotros, nuestra historia es su historia, su presencia ha llenado el mundo de su luz y ha puesto al hombre en el camino de la salvación y del triunfo.
El proyecto que tenía desde el principio lo ha activado, ya no hay vuelta atrás. Pablo pide a Dios la luz para que todos lleguen a darse cuenta de la posibilidad que todos tienen en sus manos y nadie cometa el error de cerrarse y perderse, pues ya no hay justificación que exima: en nuestras manos está como una gran herencia la gloria de los santos. ¿Seremos tan torpes que desperdiciemos la oportunidad?
Eso que Pablo no acaba d entender que se puede dar, sin embargo constata que se da, no solo entre los que rechazan y no creen, sino dentro de la misma comunidad de creyentes: hay gente que, incluso, en nombre de Dios quiere establecer la “sabiduría humana” y hasta en nombre de la Paz y de la Justicia y de la Libertad se dedica a atropellar la humanidad.

Aleluya 1 Tm 3, 16
Si no se canta, puede omitirse

Aleluya, aleluya.
Gloria a ti, Cristo, proclamado a los gentiles.
Gloria a ti, Cristo, creído en el mundo.
Aleluya.

EVANGELIO
La Palabra se hizo carne, y acampó entre nosotros
El texto entre [ ] puede omitirse por razón de brevedad.

Lectura del santo Evangelio según San Juan 1, 1‑18

En el principio ya existía la Palabra,
y la Palabra estaba junto a Dios,
y la Palabra era Dios.
La Palabra en el principio estaba junto a Dios.
Por medio de la Palabra se hizo todo,
y sin ella no se hizo nada de lo que se ha hecho.
En la Palabra había vida,
y la vida era la luz de los hombres.
La luz brilla en la tiniebla,
y la tiniebla no la recibió.

[ Surgió un hombre enviado por Dios,
que se llamaba Juan:
éste venía como testigo,
para dar testimonio de la luz,
para que por él todos vinieran a la fe.
No era él la luz,
sino testigo de la luz. ]
La Palabra era la luz verdadera,
que alumbra a todo hombre.
Al mundo vino y en el mundo estaba;
el mundo se hizo por medio de ella,
y el mundo no la conoció.
Vino a su casa,
y los suyos no la recibieron.
Pero a cuantos la recibieron,
les da poder para ser hijos de Dios,
si creen en su nombre.
Estos no han nacido de sangre,
ni de amor carnal,
ni de amor humano,
sino de Dios.
Y la Palabra se hizo carne,
y acampo entre nosotros,
y hemos contemplado su gloria:
gloria propia del Hijo único del Padre,
lleno de gracia y de verdad.
[ Juan da testimonio de él y grita diciendo:
—Este es de quien dije: «el que viene detrás de mí,
pasa delante de mí, porque existía antes que yo».
Pues de su plenitud todos hemos recibido, gracia tras gracia:
porque la ley se dio por medio de Moisés,
la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.
A Dios nadie lo ha visto jamás:
el Hijo único, que está en el seno del Padre,
es quien lo ha dado a conocer. ]
Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

“LA PALABRA, SIGNO DE PRESENCIA”

La “Palabra” como la “imagen” son expresiones concretas de la persona. Cuando oímos a la persona o la vemos, o lo palpamos, en cada una de sus manifestaciones percibimos a la persona entera.
La “Palabra” como la “Sabiduría” es expresión real de la presencia viva de la persona. Para Juan es la forma de expresar la realidad de la presencia de Dios que se ha hecho visible y presente en el mundo: quien lo ve, lo oye, es al Padre a quien oye, ve o recibe
Pero esta presencia real no deja al mundo indiferente: no nos queda más remedio que definirnos frente a él: o lo creemos o no lo creemos, o lo aceptamos o lo rechazamos, o nos ponemos a su favor o nos ponemos en contra. Su presencia En su Palabra es una espada que corta y divide poniendo a unos a un lado y a otros en el otro. La luz deja al descubierto la claridad y a las tinieblas, como la verdad, deja al descubierto la mentira, o la paz, no puede tolerar ni permitir la guerra o la división.
Sin embargo, esto que está tan claro, da vergüenza ver como en la practica se quiere compaginar una cosa con otra y así, en nombre de la paz se monta la guerra, se persigue y se mata a la gente: a Jesús lo mataron en nombre de la paz y de la seguridad del pueblo. En nombre de la justicia se atropella, se hacen leyes partidistas, que castigan y aplastan al que no está en mi onda.
La otra gran contradicción es mantener la creencia y la aceptación de Dios y al mismo tiempo justificar la practica absolutamente contradictoria viviendo de espaldas al amor, a la amistad, al perdón, a la solidaridad…

jueves, 25 de diciembre de 2008

SAGRADA FAMILIA -B-



DOMINGO EN LA OCTAVA DE NAVIDAD


Lectura del Libro del Eclesiástico 3, 3‑7. 14‑17a
El que teme al Señor honra a sus padres

Dios hace al padre más respetable que a los hijos y afirma la autoridad de la madre sobre la prole.
El que honra a su padre expía sus pecados, el que respeta a su madre acumula tesoros;
el que honra a su padre se alegrará de sus hijos y cuando rece, será escuchado; el que respeta a su padre tendrá larga vida, al que honra a su madre el Señor le escucha.
Hijo mío, sé constante en honrar a tu padre, no lo abandones, mientras viva; aunque flaquee su mente, ten indulgencia, no lo abochornes, mientras seas fuerte.
La piedad para con tu padre no se olvidará, será tenida en cuenta para pagar tus pecados; el día del peligro se te recordará y se desharán tus pecados como la escarcha bajo el calor.
Palabra de Dios.

REFLEXIÓN

“EL HOMBRE, UN LOBO PARA EL HOMBRE”
El texto del Génesis presenta dos grandes momentos: 1º) Dios coge una realidad humana: una familia, la de Abraham y con esta familia comienza su proyecto de salvación del hombre; hace un pacto con esta familia: mientras le dejen un espacio en ella, Dios la cuidará y hará que sea referente de estabilidad y seguridad para todos los pueblos de la tierra. La familia de Abraham se convertirá en la primera célula de su pueblo.
2º) La otra gran realidad que aparece en el texto: ABRAHAM: escucha a Dios, se fía de Él, confía plenamente y no solo le deja un espacio en su familia, sino que le deja la dirección de su casa; Dios hará que por su descendencia serán benditas todas las naciones de la tierra.
La vida de Abraham y toda la trayectoria de su familia no es de color de rosa, pero sin embargo hay algo en ella que la mantiene siempre unida y fuerte: Dios es el horizonte de su vida y todo lo que va ocurriendo en su historia es algo que encuentra su sentido dentro del plan que Dios tiene para ella y siempre aparece claro el sentido de su existencia: de dónde viene, qué hace aquí y a dónde va.
El gran problema de nuestro mundo y de nuestra cultura actual es haber roto el marco en el que estaba encuadrada la familia; lógicamente, roto el marco, quedan dañados los cimientos del edificio social.
Se ha querido desvincular la familia de Dios y del mismo marco natural en el que ha estado desde el principio y se le ha roto el horizonte que Dios mismo le había puesto, le ocurre como a todas las realidades humanas: cuando les quitas su fin y su marco quedan a la deriva y pueden convertirse en algo pernicioso para el hombre. Nosotros hemos roto el orden natural y el horizonte y finalidad que Dios le dio y la hemos querido enmarcar en otro marco, concretamente el económico. La familia ha dejado, pues de ser el espacio afectivo en donde el individuo aprende a amar y a ser amado, a respetar, a relacionarse; en donde crece vive y se siente valorado y acogido, en donde aprende a ser persona, a tomar conciencia de si mismo y su papel dentro del mundo.
La familia ha quedado reducida a una pieza de consumo dentro de la sociedad y al individuo se le ha abocado a la soledad más angustiosa: a la persona se la valora por lo que consume o produce y cuando deja de hacer una de las dos cosas, estorba en la sociedad.
Aunque a esto le llamemos progreso, no es sino una vuelta a las cavernas, en donde el hombre es su estado originariamente animal era un lobo para el hombre.


Salmo responsorial Sal 127, 1‑2. 3. 4‑5

V/. ¡Dichoso el que teme al Señor, y sigue sus caminos!
R/. ¡Dichoso el que teme al Señor,y sigue sus caminos!

V/. ¡Dichoso el que teme al Señor,
y sigue sus caminos !
Comerás del fruto de tu trabajo,
serás dichoso, te irá bien.
V/. ¡Dichoso el que teme al Señor, y sigue sus caminos!

V/. Tu mujer, como parra fecunda,
en medio de tu casa;
tus hijos como renuevos de olivo,
alrededor de tu mesa.

V/. ¡Dichoso el que teme al Señor, y sigue sus caminos!

V/. Esta es la bendición del hombre
que teme al Señor:
Que el Señor te bendiga desde Sión,
que veas la prosperidad de Jerusalén,
todos los días de tu vida.

V/. ¡Dichoso el que teme al Señor, y sigue sus caminos!



Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Colosenses 3, 12‑21
La vida de familia vivida en el Señor

Hermanos:
Como pueblo elegido de Dios, pueblo sacro y amado, sea vuestro uniforme: la misericordia entrañable, la bondad, la humildad, la dulzura, la comprensión.
Sobrellevaos mutuamente y perdonaos, cuando alguno tenga quejas contra otro.
El Señor os ha perdonado: haced vosotros lo mismo.
Y por encima de todo esto, el amor, que es el ceñidor de la unidad consumada.
Que la paz de Cristo actúe de árbitro en vuestro corazón: a ella habéis sido convocados, en un solo cuerpo.
Y sed agradecidos: la Palabra de Cristo habite entre vosotros en toda su riqueza; enseñaos unos a otros con toda sabiduría; exhortaos mutuamente.
Cantad a Dios, dadle gracias de corazón, con salmos, himnos y cánticos inspirados.
Y todo lo que de palabra o de obra realicéis, sea todo en nombre de Jesús, ofreciendo la Acción de Gracias a Dios Padre por medio de él.
Mujeres, vivid bajo la autoridad de vuestros maridos, como conviene en el Señor.
Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas.
Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, que eso le gusta al Señor.
Padres, no exasperéis a vuestros hijos, no sea que pierdan los ánimos.
Palabra de Dios.

REFLEXIÓN

“EL VALOR DE LA DIFERENCIA”
Las personas caminamos en la vida impulsados por principios que son como el motor que lo mueve todo y que le da sentido a todo lo que hacemos. S. Pablo escribe a los cristianos de Colosas y les pide que no se acomoden a los esquemas del mundo, que suelen ser muy distintos a los que tiene Dios establecidos para su pueblo: “sea vuestro uniforme: la misericordia entrañable, la bondad, la humildad, la dulzura, la comprensión”, de aquí se va a derivar una actuación concreta que va a ser la que identifique al pueblo en medio de todos los otros.
No obstante, siempre van a tener la otra propuesta, la del mundo, que pone como motor de su vida otros principios, otras ideas: la confianza y la seguridad están puestas en el dinero, y no existe otro objetivo posible que poseer cuanto más dinero, mejor; y el único motor es la avaricia y el horizonte la codicia, que sostiene que cuanto más se tiene más se desea y más se necesita.
Otros ponen como motor de su vida el “placer”: al final, su vida se puede resumir en aquello que el mismo Pablo dice: “su meta es su vientre y su gloria sus vergüenzas”; otros ponen como meta de su vida el “poder” hasta endiosarse y creerse “mesías” salvadores del pueblo, que están fundando el mundo y su paso por la tierra lo convierten en una pesadilla para todos los que los tienen que soportar y sufrir las consecuencias de su locura y su megalomanía.
Al final, todos pasamos por la tierra, pero nuestro paso puede ser como el que pone una piedra en la construcción de un mundo mejor o como el que pasa y derriba todo lo que se había puesto u obliga a volver atrás e impide seguir adelante construyendo.


Aleluya Col 3, 15a. 16a

Aleluya, aleluya.
Que la paz de Cristo actúe de árbitro en vuestro corazón;
que la Palabra de Cristo habite entre vosotros en toda su riqueza.
Aleluya.




Lectura del santo Evangelio según San Mateo 2, 13‑15. 19‑23
Coge al niño y a su madre y huye a Egipto

Cuando se marcharon los Magos, el ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo:
—Levántate, coge al niño y a su madre y huye a Egipto; quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo.
José se levantó, cogió al niño y a su madre de noche; se fue a Egipto y se quedó hasta la muerte de Herodes; así se cumplió lo que dijo el Señor por el Profeta:
«Llamé a mi hijo para que saliera de Egipto.»
Cuando murió Herodes, el ángel del Señor se apareció de nuevo en sueños a José en Egipto y le dijo:
—Levántate, coge al niño y a su madre y vuélvete a Israel; ya han muerto los que atentaban contra la vida del niño.
Se levantó, cogió al niño y a su madre y volvió a Israel.
Pero al enterarse de que Arquelao reinaba en Judea como sucesor de su padre Herodes tuvo miedo de ir allá. Y avisado en sueños se retiró a Galilea y se estableció en un pueblo llamado Nazaret. Así se cumplió lo que dijeron los profetas, que se llamaría Nazareno.
Palabra de Dios


REFLEXIÓN

“COMO EL ACEITE Y EL VINAGRE”
Dios sigue manteniendo su plan a favor del hombre, pero éste también sigue empecinado en mantenerse en su postura contraria.
Dios ha hecho el universo y ha decidido poner su morada en un puntito de este universo; podía haberlo hecho en cualquier otro sitio, pero lo hace aquí, y de la forma menos escandalosa: sin ruidos, sin molestar a nadie, sin atropellar a nadie, sin quitar a nadie de su puesto, aceptando lo que hay, sometiéndose a lo que el hombre tiene establecido, aunque no coincida con lo que Él había pensado para el hombre. Dios se hace hombre y entra en el mundo de los humanos.
Y Dios viene a este mundo que Él creó para los hombres y éstos siguen organizando las cosas de espaldas a Dios y en contra del proyecto que Él había pensado para ellos: Mientras Dios había pensado para el hombre una tierra en la que pudiera ser feliz y tuviera lo necesario para vivir feliz todo el mundo, los hombres se han apoderado de ella, la han dividido, la están destrozando e impiden que otros vivan y cuando se ven amenazados en sus intereses, persiguen a muerte y matan.
Es vergonzoso ver cómo florecen los “herodes” por todas partes y cómo al mismo tiempo, el pueblo que vive en otra onda, cuando llegan momentos como estos de una navidad se puedan llegar a pagar hasta 3000 € por una cena, mientras en Chiapas, un indígena vive con menos de 90 € al año.
Dios hizo al HOMBRE varón y mujer para que se amaran y se relacionaran como PERSONAS a imagen y semejanza de la Trinidad (en familia), que es como el aire propicio y el ambiente propicio en el que el ser humano puede crecer y ser feliz, como el pez que vive en el océano, pero los hombres determinaron que el ser humano no fue puesto en la tierra para amar y ser feliz, sino para producir y consumir y al poner esta finalidad, se le ha destruido el espacio vital de la familia y se ha creado otro tipo de “familia” de acuerdo a los intereses del sistema, obligándosele a que se adapte a las condiciones que se imponen desde el sistema: algo así como si , al pez lo sacas del océano y lo metes en una pecera de agua dulce, un agua artificial que le va a generar anticuerpos contra todo lo que convenga al sistema. El resultado final: la perdida de sentido, la insatisfacción, la soledad y la muerte: cada vez se oyen más voces denunciando la cultura de la muerte y el sistema que apostó por la muerte proclamándola incluso como uno de los derechos del hombre. Dios se mete en esta dinámica del hombre teniendo que aceptar, incluso el ser excluido y perseguido cuando el hombre intuye que algo o alguien le puede torcer sus intereses.
Y es que el momento en que nos atrevemos a tocar los pilares del hombre, el edificio entero se nos viene abajo; después pasarán muchas generaciones para poder levantarlo.

martes, 23 de diciembre de 2008

NACIMIENTO DE JESÚS -B-

25 de Diciembre



Lecturadel libro de Isaías 52, 7‑10

¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la paz, que trae la buena nueva, que pregona la victoria, que dice a Sión: «Tu Dios es Rey»!
Escucha: tus vigías gritan, cantan a coro, porque ven cara a cara al Señor, que vuelve a Sión.
Romped a cantar a coro, ruinas de Jerusalén, que el Señor consuela a su pueblo, rescata a Jerusalén: el Señor desnuda su santo brazo a la vista de todas las naciones, y verán los confines de la tierra la victoria de nuestro Dios.
Palabra de Dios.


Salmo responsorial Sal 97, 1. 2‑3ab. 3cd‑4. 5‑6

V/. Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios.
R/. Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios.
V/. Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas.
R/. Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios.
V/. Su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo;
el Señor da a conocer su victoria,
revela a las naciones su justicia:
se acordó de su misericordia y su fidelidad
en favor de la casa de Israel.
R/. Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios.
V/. Tocad la cítara para el Señor,
suenen los instrumentos:
con clarines y al son de trompetas
aclamad al Rey y Señor.
R/. Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios.


SEGUNDA LECTURA:
Dios nos ha hablado por su Hijo

Lectura de la carta a los Hebreos 1, 1‑6

En distintas ocasiones y de muchas maneras habló Dios antiguamente a nuestros padres por los Profetas.
Ahora, en esta etapa final, nos ha hablado por el Hijo, al que ha nombrado heredero de todo, y por medio del cual ha ido realizando las edades del mundo.
El es reflejo de su gloria, impronta de su ser.
El sostiene el universo con su palabra poderosa.
Y, habiendo realizado la purificación de los pecados, está sentado a la derecha de Su Majestad en las alturas; tanto más encumbrado sobre los ángeles, cuanto más sublime es el nombre que ha heredado.
Pues, ¿a qué ángel dijo jamás: «Hijo mío eres tú, hoy te he engendrado», o: ¿«Yo seré para él un padre y él será para mí un hijo»?
Y en otro pasaje, al introducir en el mundo al primogénito, dice: «Adórenlo todos los ángeles de Dios.»
Palabra de Dios.


Aleluya, aleluya.
Nos ha amanecido un día sagrado: venid, naciones, adorad al Señor,
porque hoy una gran luz ha bajado a la tierra.
Aleluya.


EVANGELIO
La Palabra se hizo carne, y acampó entre nosotros

Lectura del santo Evangelio según San Juan 1, 1‑18

En el principio ya existía la Palabra,
y la Palabra estaba junto a Dios,
y la Palabra era Dios.
La Palabra en el principio estaba junto a Dios.
Por medio de la Palabra se hizo todo,
y sin ella no se hizo nada de lo que se ha hecho.
En la Palabra había vida,
y la vida era la luz de los hombres.
La luz brilla en la tiniebla,
y la tiniebla no la recibió.
[ Surgió un hombre enviado por Dios,
que se llamaba Juan:
éste venía como testigo,
para dar testimonio de la luz,
para que por él todos vinieran a la fe.
No era él la luz,
sino testigo de la luz. ]
La Palabra era la luz verdadera,
que alumbra a todo hombre.
Al mundo vino y en el mundo estaba;
el mundo se hizo por medio de ella,
y el mundo no la conoció.
Vino a su casa, y los suyos no la recibieron.
Pero a cuantos la recibieron,
les da poder para ser hijos de Dios,
si creen en su nombre.
Estos no han nacido de sangre,
ni de amor carnal,
ni de amor humano,
sino de Dios.
Y la Palabra se hizo carne,
y acampó entre nosotros,
y hemos contemplado su gloria:
gloria propia del Hijo único del Padre,
lleno de gracia y de verdad.
[ Juan da testimonio de él y grita diciendo:
—Este es de quien dije: «el que viene detrás de mí pasa delante de mí, porque existía antes que yo».
Pues de su plenitud todos hemos recibido gracia tras gracia:
porque la ley se dio por medio de Moisés,
la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.
A Dios nadie lo ha visto jamás:
El Hijo único, que esta en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer.]

REFLEXIÓN

VINO Y SE QUEDÓ CON NOSOTROS”

Por todos lados se están esforzando en querer cambiar el sentido de la navidad, están queriendo montar otra “cosa” con otros signos, con otro tipo de alegría, con otra felicidad. Y las ciudades se llenan de luz de neón y los escaparates se llenan de regalos y en todas partes se habla de felicidad, que se construye a base de regalos y de sonrisas postizas...
Pero el hecho evidente es, que cada vez hay más gente que todo esto le produce tristeza, porque el sentido de la NAVIDAD, se basaba en la presencia de Dios que producía cercanía, fraternidad y ahora se está queriendo inventar otra cosa, montar una fiesta que produzca lo mismo, pero con motivación diferente, pero eso es algo que no resulta: se ha querido sustituir la fuente por “un barril de cerveza”; lógicamente los motivos que se exponen chocan con lo que la gente vive, y nos damos cuenta que son fechas que todo el mundo recuerda con nostalgia pues en ellas se unían lazos de amistad, de cariño, de perdón, de familia... de PAZ, y ahora todo esto brilla por su ausencia, y hasta se rechaza, entonces, la gente se repliega en la tristeza porque lo que se produce es pura contradicción:
- Cada vez hay gente más sola, más gente triste y abandonada, más gente desarraigada, que ha perdido su familia, personas con las que compartía lo más grande y auténtico que recuerda de su vida, a cambio se nos obliga a entrar en un ritmo que no podemos seguir, ni estamos de acuerdo en hacerlo, pero no te queda más remedio que entrar en él, o te quedas en la cuneta.
Celebramos el gran regalo que Dios hizo a la humanidad: el hombre se sentía solo, desamparado, perdido y Dios vino y se quedó para siempre a nuestro lado, para que nunca, nadie, vuelva a sentirse solo, sin horizontes, sin fuerzas... para que todo el mundo tenga la seguridad de que alguien piensa en él y está a su lado para todo lo que lo necesite.
Pero alguien ha querido quitar el puesto a Dios y ha precipitado a la persona en el anonimato, de tal manera que vivimos rodeados de mucha gente pero cada vez estamos más solos.
Dios ha querido llamarse “Emmanuel” (Dios con nosotros) pero el mundo del dinero ha querido sacarlo del horizonte del hombre y ponerse en su lugar haciendo creer que es lo que da prestigio. Pero la persona cada vez se siente más aislada, menos valorada y menos escuchada.
De todas maneras, la opción que nosotros tomemos no va a cambiar la de Dios. Él decidió bajarse a la tierra, quedarse con nosotros y quedarse como la invitación eterna a abrir el corazón a su presencia que es lo único que llenará nuestras vidas de PAZ y de ALEGRÍA.
Este es el gran secreto de la NAVIDAD, el mensaje y la razón de toda la alegría: Dios ha venido, se ha quedado, vive a nuestro lado, se ha identificado con el rostro de cada uno de los que desean la Paz, viven en la Verdad, lucha por la Justicia y tiene como norma el Amor. Dios es perfectamente identificable, y esto nos abre a la esperanza y nos llena de la verdadera alegría.
Todo lo demás, es una navidad de luces de colores de neón, de papel de celofán, de sonrisas ficticias, de mentiras tristes, de alegría comprada en rebajas de la época.
Pero a pesar de que se empeñen en decir que eso es navidad, la realidad no hay quien la cambie, porque la decisión de Dios es irreversible: solo la luz del sol es la que da vida, y solo la sonrisa que nace del amor es la que cambia y da sentido a la existencia del hombre, y esto, solo es posible realizarlo desde aquellos que, aceptando su presencia, se han convertido en verdaderos signos de NAVIDAD para el mundo. ¡Felicidades a todos aquellos hombres y mujeres de buena voluntad que siguen creyendo que vale la pena AMAR y ser testigos de la PAZ

jueves, 18 de diciembre de 2008

DOMINGO IV de ADVIENTO -B-

PRIMERA LECTURA

Lectura del segundo libro de Samuel 2 Sam 7, 1‑5. 8b‑11. 16.

Cuando el rey David se estableció en su palacio, y el Señor le dio la paz con todos los enemigos que le rodeaban, el rey dijo al Profeta Natán:
—Mira: yo estoy viviendo en casa de cedro, mientras el arca del Señor vive en una tienda.
Natán respondió al rey:
—Ve y haz cuanto piensas, pues el Señor está contigo.
Pero aquella noche recibió Natán la siguiente palabra del Señor:
—Ve y dile a mi siervo David: «¿Eres tú quien me va a construir una casa para que habite en ella?
Yo te saqué de los apriscos, de andar tras las ovejas, para que fueras jefe de mi pueblo Israel. Yo estaré contigo en todas tus empresas, acabaré con tus enemigos, te haré famoso como a los más famosos de la tierra. Daré un puesto a Israel, mi pueblo: lo plantaré para que viva en él sin sobresaltos, y en adelante no permitiré que animales lo aflijan como antes, desde el día que nombré jueces para gobernar a mi pueblo Israel.
Te pondré en paz con todos tus enemigos, te haré grande y te daré una dinastía. Tu casa y tu reino durarán por siempre en mi presencia y tu trono durará por siempre.»
Palabra de Dios


REFLEXIÓN

“LA TENTACIÓN DEL ENDIOSAMIENTO”

El texto del libro de Samuel es sumamente elocuente: en un primer momento aparece una intención primera y muy loable: el rey David vive en un gran palacio, se siente tranquilo y estable; ha conseguido el gran sueño de todo poderoso: tener el control del pueblo y el que la gente se sienta a gusto con él, es el gran sueño de todo gran político.
La tentación le viene en forma de gesto de acción de gracias: ¿Cómo va a sentirse a gusto y seguro mientras Yahvé vive en una tienda de campaña en medio del pueblo? Es bueno que tenga un templo como mínimo igual a su palacio.
Pero detrás de este razonamiento aparentemente correcto y loable, que al mismo profeta Natán le hace caer, se esconde otro movimiento: en la grandeza del templo que piensa construir se va a reflejar su propia grandeza y al mismo tiempo va a querer obligar a Dios a someterse a la estructura que él determine.
El otro gran sueño de todo político que detenta el poder es el manejar y controlar la conciencia y la acción de Dios en el corazón y en la mente de los súbditos de ahí el afán de todos los ansiosos de poder de hacerse con las riendas de la religión y de la conciencia moral y espiritual del pueblo; esto es más codiciado que las mismas riquezas, pues significa el endiosamiento.
Esta tentación que sintió David la han sentido a través de la historia todos los poderosos, que llegan a sentirse dioses de su pueblo apoyados por el grupo de los parásitos de turno que viven como sanguijuelas a su alrededor.
Pero Dios para en seco a David y le hace ver que no es él quien establece los planes y obliga a Dios a entrar por donde a él se le antoja o le conviene, sino que, si él quiere continuar sintiéndose bien deberá entrar por el plan que Dios tiene establecido y de esa manera podrá sentirse seguro y a gusto conduciendo a su pueblo.
La lección tiene un encaje perfecto en nuestros días y en nuestra situación donde los políticos y los líderes religiosos o sociales y económicos se levantan con la voz del que pretende ser el mesías salvador del pueblo, pues tiene en sus manos todo el poder para hacerlo. Y ya estamos viendo todos en qué consiste la salvación que nos presentan: una nueva forma de esclavitud en donde la única seguridad que te ofrecen dura mientras los mantenemos en la cumbre del poder, terminado esto la inmensa mayoría van a parar a cárceles o terminan despreciados por el pueblo.


Salmo responsorial Sal 88, 2‑3. 4‑5. 27 y 29

V/. Cantaré eternamente las misericordias del Señor.
R/. Cantaré eternamente las misericordias del Señor.

anunciaré tu fidelidad por todas las edades.
Porque dije: «tu misericordia es un edificio eterno,
más que el cielo has afianzado tu fidelidad».
R/. Cantaré eternamente las misericordias del Señor.

V/. Sellé una alianza con mi elegido, jurando a David mi siervo:
«Te fundaré un linaje perpetuo, edificaré tu trono para todas las edades.»
R/. Cantaré eternamente las misericordias del Señor.

V/. Él me invocará : «Tú eres mi padre, mi Dios, mi Roca salvadora.»
Le mantendré eternamente mi favor, y mi alianza con él será estable.
R/. Cantaré eternamente las misericordias del Señor.


SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Romanos 16, 25‑27.
Hermanos:
Al que puede fortalecernos según el evangelio que yo proclamo, predicando a Cristo Jesús —revelación del misterio mantenido en secreto durante siglos eternos y manifestado ahora en la Sagrada Escritura, dado a conocer por decreto del Dios eterno, para traer a todas las naciones a la obediencia de la fe—, al Dios, único Sabio, por Jesucristo, la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Palabra de Dios


REFLEXIÓN

“FUERA DE DIOS EL HOMBRE ES PELIGROSO”

S. Pablo se dirige a los cristianos de Roma y viene a dar justamente la respuesta a todos los planteamientos de poder y de seguridad que se planteaba David en el 2º libro de Samuel 7, 1‑5. 8b‑11. 16.
- Frente al deseo desenfrenado de poder y a la tentación de endiosare, Pablo sostiene que el único que da paz, estabilidad y seguridad es Dios; Él es el único que puede fortalecernos, es el único sabio, origen y fin de toda inquietud y búsqueda humana.
- Por otro lado, los planes de un hombre, su visión de la vida jamás pueden levantarse como palabra absoluta e inefable; el hombre es limitado, débil, pobre y nada de él tiene más valor que el que se le da en un momento puntual, que puede estar muchas veces condicionado por los intereses concretos de la circunstancia que se vive.
El único plan válido y absoluto que el hombre puede acepta para siempre es el de Dios (el misterio). Este plan ha sido mostrado en Jesús que es el centro de toda la historia de la salvación y en el que se ha manifestado definitivamente la voluntad de Dios para el hombre.
-Frente al deseo escondido de dominar hasta la conciencia del hombre, Pablo presenta el anuncio del evangelio como el mensaje de liberación total del hombre que no puede ser sometido por nada ni por nadie en este mundo; esto será una de las notas más identificativos del mensaje evangélico.
-De todas formas, sigue siendo triste que la iglesia teniendo en su herencia la respuesta a estas tentaciones constantes que amordazan al ser humano se muestre tan cauta en anunciarlo y exponerlo a la luz para que nadie se deje embaucar ni entre en el engaño, antes bien, ella misma se ve envuelta muchas veces en las redes de la tentación


Aleluya Lc 1, 38

Aleluya, aleluya.
Aquí está la esclava del Señor,
hágase en mí según tu palabra.
Aleluya.



EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según San Lucas 1, 26‑38.
A los seis meses, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María.
El ángel, entrando a su presencia, dijo:
—Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo; bendita tú entre las mujeres.
Ella se turbó ante estas palabras, y se preguntaba qué saludo era aquél.
El ángel le dijo:
—No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.
Y María dijo al ángel:
—¿Cómo será eso, pues no conozco varón?
El ángel le contestó:
‑El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios.
Ahí tienes a tu pariente Isabel que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible.
María contestó:
—Aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra.
Palabra del Señor


REFLEXIÓN

“AL SERVICIO DEL PLAN DE DIOS”


El eco de la palabra de Natán a David tiene su máxima expresión en la Virgen María: la arrogancia y las ansias de poder y dominio de David contrastan con la actitud de María: David quiere poner a Dios en el puesto que él cree que le corresponde. Aquí en cambio, es Dios quien dispone a María lo que quiere hacer y es ella la que no tiene nada qué decir; su única palabra es: “Dime en qué puedo serte válida para que se haga lo que tú quieres y no lo que yo pienso o me conviene”.
Y vemos cómo todo aquello que se le prometió a David, ahora tendrá pleno cumplimiento en la persona de Jesús: - A David se le dijo: “Soy yo quien te va a construir una casa (dinastía) Yo estaré contigo en todas tus empresas, acabaré con tus enemigos, te haré famoso como a los más famosos de la tierra. Daré un puesto a Israel, mi pueblo… Te pondré en paz con todos tus enemigos, te haré grande y te daré una dinastía. Tu casa y tu reino durarán por siempre en mi presencia y tu trono durará por siempre”
A María le dice el Ángel: “Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin”; es decir: en Jesús se cumple exactamente todo aquello que se prometió a David y por eso Pablo asegura a los romanos que no hay otro plan para el hombre que el de Jesús. Él es el nuevo templo en el que se encontrará Dios con el hombre y de este encuentro va a nacer el nuevo pueblo que llevará adelante el ideal del reino que Dios tiene preparado.
Contrasta la grandeza del proyecto de Dios con la sencillez de María; frente a toda la grandeza del plan de Dios, está la sencillez de María que no pone condiciones ni pide explicaciones, simplemente pregunta qué es lo que tiene que hacer.
Es la gran lección que deberíamos aprender: mientras nos perdemos en planes y proyectos de grandeza, como David, cosa muy típica de la burocracia actual, faltan “Marías” dispuestas a vivir y hacer real todo lo que bellamente está escrito en los papeles..
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miércoles, 10 de diciembre de 2008

DOMINGO III DE ADVIENTO -B-





Lectura del Profeta Isaías Is. 61, 1‑2a. 10‑11.

El Espíritu del Señor está sobre mí, porque el Señor me ha ungido. Me ha enviado
para dar la buena noticia a los que sufren, para vendar los corazones desgarrados, para proclamar la amnistía a los cautivos y a los prisioneros, la libertad, para proclamar el año de gracia del Señor.
Desbordo de gozo con el Señor, y me alegro con mi Dios: porque me ha vestido un
traje de gala y me ha envuelto en un manto de triunfo, como novio que se pone la corona, o novia que se adorna con sus joyas.
Como el suelo echa sus brotes, como un jardín hace brotar sus semillas, así el Señor hará brotar la justicia y los himnos, ante todos los pueblos.
Palabra de Dios

REFLEXIÓN

“VIVIR PARA SERVIR”
El profeta Isaías hace una especie de confesión de sus sentimientos, lo mismo que cuenta en otro momento cómo se sintió llamado por Dios; ahora confiesa que siente que el Espíritu del Señor se le ha regalado y no es algo para quedarse con Él, sino que es un don que se le ha dado par que realice la misión a la que ha sido llamado:
1º- Para proclamar la buena noticia a los que sufren
2º- Para vendar los corazones desgarrados.
3º- Para proclamar la amnistía a los prisioneros y a los cautivos
4º- Para proclamar el año de gracia del Señor.
Este mismo espíritu ha sido dado a la iglesia, es el alma de la iglesia y la vida de cada uno de los que la componemos; no es posible que permanezca callado, como si estuviera muerto: no es posible que condescienda y se quede callado ante las cosas y los atropellos que se están dando.
La iglesia no puede dejar de proclamar la verdad y la justicia en favor de los que sufren. Bien es cierto que un gran sector de la iglesia es hoy en el mundo la voz de aquellos a quienes se les ha callado y no se les deja abrir la boca de mil formas, pero también es cierto que, en otros momentos y circunstancias, se calla y condesciende.
La iglesia, y cada uno de los que la componemos, estamos llamados a ser portadores de consuelo y de esperanza para aquellos que la han perdido: por la explotación a la que están sometidos, por la perdida del trabajo o por el sometimiento que tienen a unas formas inhumanas de subsistencia.
A la iglesia, y a cada uno de los que la componemos, se nos ha dado el Espíritu y hemos sido consagrados por Él, para que seamos proclamadores de la libertad y no permitamos que nadie ni nada se apropie el derecho de someter a alguien, de modo que se le haga perder su libertad de alguna manera.
Cada uno de nosotros fuimos ungidos y se nos dio el Espíritu del Señor… ¿Cómo se explica que nos deje insensibles y no sintamos en absoluto su presencia?

Salmo responsorial Lc. 1, 46‑48. 49‑50. 53‑54

V/. Se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador.
R/. Se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador.
V/. Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
R/. Se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador.
V/. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mi:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
R/. Se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador.
V/. A los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel su siervo,
acordándose de la misericordia.
R/. Se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador.

Lectura de la primera carta del Apóstol San Pablo a los Tesalonicenses 5, 16‑24.

Hermanos: Estad siempre alegres. Sed constantes en orar. En toda ocasión tened la Acción de Gracias: ésta es la voluntad de Dios en Cristo Jesús respecto de vosotros.
No apaguéis el espíritu, no despreciéis el don de profecía; sino examinadlo todo,
quedándoos con lo bueno.
Guardaos de toda forma de maldad. Que el mismo Dios de la paz os consagre
totalmente, y que todo vuestro ser, alma y cuerpo, sea custodiado sin reproche hasta la Parusía de nuestro Señor Jesucristo.
El que os ha llamado es fiel y cumplirá sus promesas.
Palabra de Dios

REFLEXIÓN

“COSTUMBRES Y CARISMAS”
S. Pablo se dirige a la comunidad de los tesalonicenses con toda una serie de exhortaciones para que no se vengan abajo ni se desvíen.
La comunidad de Tesalónicas es una comunidad ya hecha y madura, en la que empiezan a darse frutos, en la que han empezado a aflorar carismas, que a veces pueden entrar en colisión con costumbres que ya se han asentado y empiezan a ser tradición (“lo que se ha hecho de siempre”) y de repente alguien llega queriendo no dejar que se estanque una cosa.
Para evitar estos posibles encontronazos, les invita a que no dejen lo fundamental: La oración, que es donde se han de ver todas las cosas, delante de Dios; la acción de gracias a Dios y a los hermanos, que son los que le dan sentido a todo lo que hacemos. Por tanto, no se debe apagar el Espíritu, no se puede despreciar los dones que constantemente se van dando, pero hay que revisarlos a la luz de lo que es fundamental, hay que examinarlo todo a la luz de estos principios y quedarse con aquello que es bueno para la comunidad, mas no con aquello que trae discordia, división y a veces desprecio, eso se convierte en piedra de choque y en escándalo dentro de la comunidad, que hace que mucha gente se disperse cuando las cosas no salen como a cada uno le gustaría.
La exhortación de Pablo a los cristianos de Tesalónicas nos viene como anillo al dedo a cada una de nuestras comunidades, empezando por sus pastores, que llegan barriendo con todo lo que hizo el anterior, despreciando todo el camino que se ha hecho, la vida que se ha puesto y hasta el dinero que se ha gastado y a partir de él parece que todo es nuevo, sin darse cuenta que la iglesia es mucho más antigua que ninguno. Este peligro que está en la iglesia, se multiplica por mil en el mundo civil

Aleluya Is. 61, 1

Aleluya, aleluya.
El Espíritu del Señor está sobre mí,
me ha enviado para dar la Buena Noticia a los pobres.
Aleluya.

Lectura del santo Evangelio según San Juan 1, 6‑8. 19‑28.
Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que por él todos vinieran a la fe. No era él la luz, sino testigo de la luz.
Los judíos enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a Juan, a que le preguntaran:
— ¿Tú quién eres?
El confesó sin reservas:
—Yo no soy el Mesías.
Le preguntaron:
—Entonces ¿qué? ¿Eres tú Elías?
Él dijo:
—No lo soy.
— ¿Eres tú el Profeta?
Respondió:
—No.
Y le dijeron:
— ¿Quién eres? Para que podamos dar una respuesta a los que nos han enviado, ¿qué dices de ti mismo?
Él contestó:
—Yo soy «la voz que grita en el desierto: Allanad el camino del Señor» (como dijo el Profeta Isaías).
Entre los enviados había fariseos y le preguntaron:
—Entonces, ¿por qué bautizas, si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?
Juan les respondió:
—Yo bautizo con agua; en medio de vosotros hay uno que no conocéis, el que viene detrás de mí, que existía antes que yo y al que no soy digno de desatar la correa de la sandalia.
Esto pasaba en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde estaba Juan bautizando.
Palabra del Señor

REFLEXIÓN

SER TESTIGOS DE JESÚS”
El texto del evangelio de hoy sitúa a Juan en el Jordán y cerca de Betania (Casa de testimonio) además, comienza el texto presentando a Juan como “testigo” y lo hace en un momento en que de Jerusalén han enviado una comisión para que le pregunte quién es él y es interesante que no dice su identidad, sino el sentido de su vida, su misión “Yo soy «la voz que grita en el desierto: Allanad el camino del Señor»”: el sentido de su vida es preparar el camino al que viene, la razón de su existencia es establecer unas condiciones favorables para que el reino de Dios se implante, su persona y su vida no tienen otro sentido ni otro valor sino ser signo que oriente al reino.
La actitud de Juan es bien clara: en ningún momento deja que su persona aparezca como referente para nada: él no es Elías, no es el profeta que esperan, no es nadie con importancia, simplemente es un signo que está indicando que el mesías está entra el pueblo e invita a reconocerlo
La lección de Juan bautista es impresionante para cada uno de nosotros y para la iglesia entera: la iglesia ha de ser “lugar o espacio de testimonio” del reino y su existencia; no tiene otro sentido que establecer unas condiciones favorables para que el reino se implante; cada vez que un cristiano, un grupo, una institución… se pone como centro y por encima de cualquier otra cosa, deja de ser testigo y él mismo se convierte en referente, cuando cada uno debemos ser un signo que orienta hacia Jesucristo que ha de ser la única referencia.
Quizás el gran problema haya sido éste durante mucho tiempo: todos hemos luchado por ser centro, referente y hemos hecho propias y para nuestro curriculum las “obras” que hemos realizado: “Yo hice”, “Yo conseguí”, “Mi misa”, “Mi iglesia” “Mi”… y hemos ido haciendo de la iglesia una parcela particular, en la que cada uno se siente dueño absoluto y no hemos sido signos que ayudan a encontrarse con Jesucristo, de esa manera, al final está resultando que Jesucristo es el gran desconocido.

martes, 2 de diciembre de 2008

DOMINGO -II- DE ADVIENTO -B-







Lectura del Profeta Isaías Is 40, 1‑5. 9‑11.

Consolad, consolad a mi pueblo, dice vuestro Dios;
hablad al corazón de Jerusalén, gritadle: que se ha cumplido su servicio, y está pagado su crimen,
pues de la mano del Señor ha recibido doble paga por sus pecados.
Una voz grita: En el desierto preparadle un camino al Señor;
allanad en la estepa una calzada para nuestro Dios;
que los valles se levanten, que los montes y colinas se abajen,
que lo torcido se enderece y lo escabroso se iguale.
Se revelará la gloria del Señor, y la verán todos los hombres juntos —ha hablado la boca del Señor—.
Súbete a lo alto de un monte, heraldo de Sión,
alza con fuerza la voz, heraldo de Jerusalén, álzala, no temas,
di a las ciudades de Judá: aquí está vuestro Dios.
Mirad: Dios, el Señor, llega con fuerza, su brazo domina.
Mirad: le acompaña el salario, la recompensa le precede.
Como un pastor apacienta el rebaño, su mano los reúne.
Lleva en brazos los corderos, cuida de las madres.
Palabra de Dios



REFLEXIÓN


“EL GRAN ERROR: REPETIR LAS EQUIVOCACIONES”

El profeta se dirige al pueblo en el momento en que Ciro, rey de Persia, ha dado el
edicto en que declara al pueblo judío como pueblo libre y le permite volver a su tierra.
Es un momento importantísimo en el que el pueblo no puede perder de vista la acción que Dios ha venido realizando hasta poder llegar a donde se encuentran; las cosas no suceden porque sí. La intervención de Dios ha sido constante hasta hacerle ver a Ciro la necesidad de dar la libertad al pueblo.
Dios ha respondido al clamor del pueblo enviándole el consuelo de la libertad. El pueblo tiene el peligro de olvidarse ahora de todo el dolor y la humillación que ha venido sufriendo durante tanto tiempo y puede convertirse en alguien que repite lo que le han hecho en sus propios hermanos.
Ha sido Dios quien les ha consolado proporcionándoles la libertad y poniéndose a la cabeza como pastor que ha ido buscando a sus ovejas y las ha venido curando, acomodándose al ritmo de cada una de las ovejas, cuidando de ellas, sanándolas y cargándolas sobre sus hombros cuando ya no han podido caminar.
Únicamente pide que no se olviden y que eso mismo que Dios ha hecho con ellos ahora lo imiten y se conviertan en portavoces de ese consuelo para el pueblo. Lo que no podrán jamás hacer es convertirse en repetidores de la misma situación entre ellos.
Esto que el profeta advierte al pueblo, es justamente lo que suele ocurrir, no solo al pueblo de Israel, sino a todos los pueblos de la tierra, también al nuestro: nos hemos olvidado que también nosotros hemos sido emigrantes de nuestra tierra, que fuimos acogidos en otras naciones… Nos hemos olvidado del dolor tan grande que situaciones de intolerancia produjeron tanto dolor a nuestro pueblo… y volvemos sobre los mismos pasos a repetir las mismas actitudes que produjeron tanta tristeza.
El consuelo de la libertad y la restauración que Dios ha prometido a su pueblo debe llevar a una respuesta de cambio y conversión de aquella postura que les hizo caer en esa situación de postración y deterioro.





Salmo responsorial Sal 84, 9ab‑10. 11‑12. 13‑14

V/. Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación.
R/. Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación.
V/. Voy a escuchar lo que dice el Señor:
«Dios anuncia la paz a su pueblo y a sus amigos.»
La salvación está ya cerca de sus fieles
y la gloria habitará en nuestra tierra.
R/. Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación.
V/. La misericordia y la fidelidad se encuentran,
la justicia y la paz se besan;
la fidelidad brota de la tierra
y la justicia mira desde el cielo.
R/. Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación.
V/. El Señor nos dará la lluvia,
y nuestra tierra dará su fruto.
La justicia marchará ante é1,
la salvación seguirá sus pasos.
R/.. Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación.


Lectura de la segunda carta del Apóstol San Pedro 3, 8‑14.

Queridos hermanos:
No perdáis de vista una cosa: para el Señor un día es como mil años y mil años como un día.
El Señor no tarda en cumplir su promesa, como creen algunos.
Lo que ocurre es que tiene mucha paciencia con vosotros, porque no quiere que nadie perezca, sino que todos se conviertan.
El día del Señor llegará como un ladrón.
Entonces el cielo desaparecerá con gran estrépito; los elementos se desintegrarán abrasados y la tierra con todas sus obras se consumirá.
Si todo este mundo se va a desintegrar de este modo, ¡qué santa y piadosa ha de ser vuestra vida!
Esperad y apresurad la venida del Señor, cuando desaparecerán los cielos consumidos por el fuego y se derretirán los elementos.
Pero nosotros, confiados en la promesa del Señor, esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva, en que habite la justicia.
Por tanto, queridos hermanos, mientras esperáis estos acontecimientos, procurad que Dios os encuentre en paz con Él, inmaculada e irreprochable.
Palabra de Dios




REFLEXIÓN


“LA PACIENCIA DE DIOS”

La gente esperaba la venida del reino de forma inminente, la llegada de un Mesías que los sacara de la situación en que vivían, pero cada día van desapareciendo del horizonte las esperanzas y la gente se decepciona: “Ya nuestros padres esperaban lo mismo y murieron sin que se diera y todo sigue igual que al principio…” (3,4)
Pedro sale al paso de esta tentación que se está generalizando en el pueblo y que está haciendo que pierdan la actitud de esperanza haciéndoles ver que los planes y los intereses de Dios no son los nuestros: para Dios, mil años son un día nuestro; a Él, lo que fundamentalmente le interesa es que el hombre se dé cuenta de su error y cambie; no le importa el tiempo que dure, por eso, lo que para nosotros es motivo de decepción, para Dios no es sino la paciencia que tiene para con nosotros: cada día que pasa es una oportunidad nueva que Dios nos da, para Él no cuentan los días, sino las oportunidades que nos da y su dolor es ver cómo las desperdiciamos.
Por eso, los que piensan que están en lo cierto, que no tienen nada que cambiar y consideran que Dios está retrasando la ejecución de la justicia, y llegan a afirmar: si no lo hace es por dos motivos: 1º porque “pasa” del mundo, no le interesa, no puede hacer nada y… por tanto, no es Dios. 2º- porque no existe, y por eso deja que todo ocurra. A estos no se les ocurre pensar en la paciencia que Dios está derrochando con ellos mismos esperando que se den cuenta de su error y cambien.
Esta situación que denuncia Pedro, nos viene hoy a todos como anillo al dedo, pues seguimos haciendo lo mismo, incluso ponemos en duda su existencia porque Dios no hace lo que a nosotros se nos ocurre que debería hacer, pero si lo hiciera… ¿A dónde estaríamos cada uno de nosotros?




Aleluya Lc 3, 4. 6
Preparad el camino del Señor,
allanad sus senderos; y todos verán la salvación del Señor.
Aleluya.

Lectura del santo Evangelio según San Marcos 1, 1‑8

Comienza el Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios.
Está escrito en el Profeta Isaías: Yo envío mi mensajero delante de ti para que te prepare el camino.
Una voz grita en el desierto: Preparadle el camino al Señor, allanad sus senderos.
Juan bautizaba en el desierto: predicaba que se convirtieran y se bautizaran, para que se les perdonasen los pecados. Acudía la gente de Judea y de Jerusalén, confesaban sus pecados y él los bautizaba en el Jordán.
Juan iba vestido de piel de camello, con una correa de cuero a la cintura y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre. Y proclamaba:
—Detrás de mí viene el que puede más que yo, y yo no merezco agacharme para desatarle las sandalias.
Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo.
Palabra del Señor



REFLEXIÓN


“SALIRSE DEL CARRIL DE DIOS ES IR A LA DERIVA”


S. Marcos se plantea frente a la venida de Cristo y comienza diciendo que es algo que ya ha sido anunciado por los profetas, es algo que lleva mucho tiempo preparándose: 1º ha sido a través de los profetas que lo han venido anunciando, 2º al final ha venido Juan indicando el camino e invitando a la gente a que tome conciencia y se una a la marcha, detrás vendrá el que va “a bautizar con Espíritu”.
No es algo que se le ocurre a alguien en un momento y que se quiere imponer medio a la fuerza, sino que es una necesidad vital que se viene sintiendo desde mucho tiempo atrás, algo de lo que ha hablado ya mucha gente y por lo que muchos han dado la vida; no es, por tanto una ilusión, sino una esperanza labrada durante siglos.
¿Pero cómo se descubren los signos de que se está cumpliendo? Juan fue capaz de descubrirlo y mostró el camino y la actitud para acogerlo.
También entre nosotros hace ya mucho tiempo que venimos sintiendo la necesidad de cambio y son muchos los que vienen hablando del desastre al que nos estamos abocando e indicando el camino de solución: El Papa Benedicto XVI hablaba hace 33 años de una forma impresionantemente clara de la situación en que nos veríamos abocados, cosa que se está cumpliendo al pie de la letra; Juan Pablo II ha pasado más de 20 años hablando de un tema al que nadie ha querido clavarle el diente: La NUEVA ERA, sin embargo nadie ha querido hacerle caso y todos siguen buscando soluciones:
Se intenta arremeter el cambio por la educación, pero vemos que las cosas cada vez empeoran y se nos va de las manos: teniendo muchísimas mejores condiciones, estando mejor informados que nuca, teniendo todos los medios necesarios…sin embargo, cada vez existe menos capacidad de síntesis de la cultura y de asumir lo que verdaderamente nos hace más humanos.
Vivimos en un mundo en el que se han roto las distancias, se ha globalizado todo y podemos tener en el acto la presencia de la gente y de las noticias, sin embargo, cada vez estamos más solos, más aislados y nos fiamos menos los unos de los otros.
Hace no mucho tiempo salir de casa e ir al Norte de España era algo así como una proeza, una aventura; hoy es lo más normal visitar cada año un rincón del mundo y si no podemos hacerlo físicamente, podemos tener un conocimiento virtual impresionante. Incluso cada vez hay mayores y mejores posibilidades de realizar todas nuestras capacidades, pero cada vez nos sentimos más insatisfechos de nosotros y de todo lo que nos rodea
Hemos adelantado lo increíble en respuestas a la enfermedad y al dolor, pero cada vez muere más gente, es menor la capacidad para acceder a la salud, nos sentimos más débiles e indefensos y hasta vivimos con la angustia de las constantes y nuevas enfermedades que nos persiguen y aunque se han alargado las posibilidades de vida, el futuro nos aterroriza, porque lo vemos como el aparcamiento de trastos viejos condenados a la soledad y al olvido o también a la muerte.
Todo esto nos hace pensar con toda certeza que nos hemos equivocado, que este no es el camino del que habla Juan: “Preparad el camino”. El problema consiste en cómo prepararlo. Nos estamos dando cuenta que cuando la preparación no está en la onda de Dios, el camino nos aparta de la felicidad y de la dignidad de la persona y nos destruye, apareciendo cada vez más gente insatisfecha y decepcionada.
Plantear la vida sin Dios, es plantear la vida sin esperanza. Esta es la gran alegría y la novedad cristiana: el hombre, al hacer el proyecto de su vida tiene siempre un punto de referencia Dios, y la clave está en JESUCRISTO.

jueves, 27 de noviembre de 2008

DOMINGO -I- ADVIENTO -B-

Lectura del Profeta Isaías 63, 16b‑17; 64, 1. 3b‑8.
Tú, Señor, eres nuestro padre, tu nombre de siempre es *nuestro redentor y Señor, ¿por qué nos extravías de tus caminos y endureces nuestro corazón para que no te tema?
Vuélvete por amor a tus siervos y a las tribus de tu heredad.
¡Ojalá rasgases el cielo y bajases, derritiendo los montes con tu presencia!
Bajaste y los montes se derritieron con tu presencia. Jamás oído oyó ni ojo vio un Dios, fuera de ti, que hiciera tanto por el que espera en él.
Sales al encuentro del que practica la justicia y se acuerda de tus caminos.
Estabas airado y nosotros fracasamos: aparta nuestras culpas y seremos salvos.
Todos éramos impuros, nuestra justicia era un paño manchado; todos nos marchitábamos como follaje, nuestras culpas nos arrebataban como el viento.
Nadie invocaba tu nombre ni se esforzaba por aferrarse a ti; pues nos ocultabas tu rostro y nos entregabas al poder de nuestra culpa. Y, sin embargo, Señor, tú eres nuestro padre, nosotros la arcilla y tú el alfarero: somos todos obra de tu mano.
No te excedas en la ira, Señor, no recuerdes siempre nuestra culpa: mira que somos tu pueblo.

Palabra de Dios


REFLEXIÓN
¡OJALA BAJE EL SEÑOR!
Ha habido un tiempo en que el pueblo, alegremente se metió por un camino y avanzaba por un callejón sin salida despreciando, incluso, las advertencias que le hacían los profetas hasta que llegó al final y ahí se dio cuenta que ya no había salida, que el camino que había emprendido no tenía otro horizonte que el de la muerte y la destrucción.
Es en este momento cuando se encaja el texto que nos presenta la liturgia de hoy: el
Pueblo reacciona asumiendo su equivocación y su culpa, reconociendo su pecado: han
profanado el templo que es el signo máximo de de su identidad como pueblo, lo cual
indica que han renunciado a ser pueblo de Dios, lo que tienen no es más que el resultado
de su empecinamiento; ahora, hundido en lo más profundo del fango, sin fuerzas para
levantarse, ya no les queda otro asidero que volver a Dios a quien han despreciado para
decirle: “ Eres nuestro padre, ¿Por qué nos has dejado llegar a donde estamos? No te
excedas en la ira, Señor, no recuerdes siempre nuestra culpa: mira que somos tu
pueblo”. Cuando el pueblo ha reconocido su error, vuelve a desear lo que con tanta
alegría dejó: “¡Ojalá rasgases el cielo y bajases, derritiendo los montes con tu
presencia!”
La situación vuelve a cobrar una actualidad enorme: es impresionante ver cómo la
Gente obcecada por una moda a la que llaman progreso se precipita al vacío barriendo
de sus vidas todos los valores que le dieron sentido a la existencia de cientos de
generaciones y cierran los ojos a la evidencia del caos en el que se están metiendo a lo
que llaman “libertad” y “respeto a la persona”, entrando como borregos en un
pensamiento dirigido y único que es el que impone el régimen de turno echándose en
sus brazos y renunciando a todo lo que nos identificó ante el mundo; es exactamente lo
mismo que hizo el pueblo de Israel, esperamos que vuelva a repetirse la segunda parte:
darnos cuenta de la equivocación y volver a desear estar en el camino de Dios. Por el
momento –lo mismo que le ocurrió a Israel cuando advertían los profetas- no vemos la
equivocación, ni nos arrepentimos de los pasos dados, a pesar de haber visto cómo otros
pueblos se han precipitado, y los que nos vamos dando cuenta, volvemos la vista para
otro lado y nos callamos con lo que el silencio es el mayor signo de aprobación.
¿No será que nuestra generación está queriendo repetir los mismos errores que todavía
están pagando nuestras generaciones anteriores?
¡Ojalá rasgases el cielo, Señor, y bajases antes que nos demos de morros!




Salmo responsorial Sal 79, 2ac y 3b. 15‑16. 18‑19

V/. Señor, Dios nuestro, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve.
R/. Señor, Dios nuestro, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve.
V/. Pastor de Israel, escucha,
tú que te sientas sobre querubines, resplandece.
Despierta tu poder y ven a salvarnos.
R/. Señor, Dios nuestro, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve
V/. Dios de los ejércitos, vuélvete:
mira desde el cielo, fíjate,
ven a visitar tu viña,
la cepa que tu diestra plantó
y que tú hiciste vigorosa.
R/. Señor, Dios nuestro, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve.
V/. Que tu mano proteja a tu escogido,
al hombre que tú fortaleciste.
No nos alejaremos de ti; danos vida,
para que invoquemos tu nombre.
R/. Señor, Dios nuestro, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve.

Lectura de la primera carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 1, 3‑9

Hermanos:
La gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo sean con vosotros.
En mi Acción de Gracias a Dios os tengo siempre presentes, por la gracia que Dios os ha dado en Cristo Jesús.
Pues por él habéis sido enriquecidos en todo: en el hablar y en el saber; porque en vosotros se ha probado el testimonio de Cristo.
De hecho, no carecéis de ningún don, vosotros que aguardáis la manifestación de nuestro Señor Jesucristo.
El os mantendrá firmes hasta el final, para que no tengan de qué acusaros en el tribunal de Jesucristo Señor Nuestro.
Dios os llamó a participar en la vida de su Hijo, Jesucristo Señor Nuestro. (Y El es fiel!
Palabra de Dios


REFLEXIÓN
¡¡PROHIBIDO DORMIRSE!!

S. Pablo se encuentra con una comunidad recién fundada, con toda la alegría, la euforia y el ímpetu propio del que empieza entusiasmado una cosa y con un corazón abierto a cualquier llamada del Espíritu; es la actitud abierta del joven con un horizonte de esperanza.
Pablo intenta encauzar toda esta fuerza abriéndola hacia un horizonte de esperanza para que sea creadora de vida y la previene contra la tentación que acecha: “dormirse”.
El Espíritu nos da todos esos dones pero no es para que nos los guardemos dentro de la comunidad o para autocomplacerse individualmente, sino para ponerlos en práctica en la construcción del Reino.
Una fuente no se abre para guardarse el agua, sino para repartirla y que llegue al máximo número de sedientos.
Esta advertencia de Pablo sobre la tentación que acecha a la comunidad de Corinto creo que ha sido la gran equivocación nuestra: nos guardamos durante mucho tiempo el “agua” del Espíritu, nos dedicamos demasiado tiempo y esfuerzo a cuidar y adornar nuestra fuente; nos confiamos en que no era posible que surgieran otras fuentes que calmaran la sed de otra manera y nos sentimos dueños del “agua”.
Al final estamos viendo cómo se han ido horadando pozos y cuando hemos querido acordar nos hemos quedado con nuestra fuente muy bien adornada, con una liturgia exquisita, pero vacía, y con una estructura perfecta, pero sin vida. Creíamos tener guardada el agua pero se nos escapó pues estamos viendo que el venero está reventando por otros sitios, lejos de la estructura y ahora nos cuesta saber y reconocer cuál es la verdadera agua, pues no entra dentro de nuestra estructura.
Ahora no sabemos cómo recuperar esa agua que no está ni nace en nuestra estructura y volvemos a encontrar el peligro de ver que está siendo reconducida por otras estructuras, (pensemos por ejemplo en la solidaridad que se expresa en ONGs. y no se quiere aceptar la misma propuesta desde la iglesia) con lo que la historia sigue siendo el espacio de manifestación de Dios, independientemente de cualquier estructura que lo quiera atrapar, cuando ésta se queda mirándose a si misma y dando más importancia a su imagen que al mensaje que le da sentido. De esa manera sigue repitiéndose la historia: Dios sigue manifestándose y es reconocido por unos, manipulado por otros y despreciado o perseguido por otros.
¿En qué situación nos encontramos nosotros?
¿Qué posición es la que mantiene nuestra comunidad?
¿Cuáles son nuestras preocupaciones?



Aleluya, aleluya.
Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación.
Aleluya.



Lectura del santo Evangelio según San Marcos 13, 33‑37.

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
CMirad, vigilad: pues no sabéis cuándo es el momento.
Es igual que un hombre que se fue de viaje, y dejó su casa y dio a cada uno de sus criados su tarea, encargando al portero que velara.
Velad entonces, pues no sabéis cuándo vendrá el dueño de la casa, si al atardecer, o a medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer: no sea que venga inesperadamente y os encuentre dormidos.
Lo que os digo a vosotros, lo digo a todos: ¡velad!
Palabra del Señor

REFLEXIÓN

"NO PODEMOS BAJAR LA GUARDIA"


Comenzamos este tiempo de adviento con dos invitaciones que nos lanza la palabra de Dios:
1ª- Estar con una actitud de “vigilancia”: esto lo repite al principio y al final de la lectura
2ª- Tener una actitud de “Constancia”: no sabemos cuándo va a llegar, por tanto, no nos podemos dormir, porque cualquier momento es bueno para que llegue.
La “Vigilancia no es una actitud pasiva, sino activa: se trata de ir construyendo lo que espero y deseo; voy poniendo todos los medios y lo mejor que tengo para que pueda realizarse eso que deseo: una carrera, un puesto de trabajo, el porvenir de un hijo, una casa que construyo… no puedo dejar para mañana que eso se vaya haciendo, solo porque el mañana no sé si llegará, no soy dueño del tiempo ni del futuro.
Por otro lado nos dice que “no sabemos cuándo es el momento preciso” por eso vivimos siempre en la inseguridad, no podemos estancarnos y dejar para mañana lo que debemos hacer hoy, porque lo que dejo hoy ya no es posible recuperar y el futuro no sé cómo vendrá.
La postura de brazos cruzados esperando que nos den hechas las cosas, instalados en la seguridad, es lo más anticristiano y equivocado que existe. Somos obreros del proyecto de Dios y en cada momento debemos saber cuidar, cultivar lo que se nos encomienda. No somos nosotros los que decidimos si ya es suficiente.
El tema no es de hoy, sino de muchos siglos, pertenece a la tendencia humana a dejar las cosas, a descuidarse creyendo que siempre habrá posibilidad de hacer lo que vamos dejando y en este tendencia también cae no solo la persona individual, sino la iglesia como comunidad y estructura: “Lo que os digo a vosotros a todos lo digo: velad” –dice Jesús-
Han pasado 2.000 años y estamos dándonos cuenta de que algo ha fallado: ¿Cómo se entiende que después de 20 siglos de fe y seguimiento de jesús resulta ahora que en dos días se viene todo abajo? ¿Cómo se puede explicar que en pueblos donde se ha venido predicando el mensaje de Jesús durante toda la vida se responda con violencia, con robos, con corrupción y en ello estén implicadas personas que de siempre se han llamado y se han enorgullecido de ser cristianas?
Sin lugar a duda tenemos que admitir que algo ha fallado, nos dormimos en los laureles hablando, discutiendo, escribiendo, teorizando de Jesucristo sin que su persona nos haya tocado y nos haya transformado. Nos hemos convertidos en teóricos de la fe de tal forma que cuando encontramos a alguien que vive, nos quedamos todos con la boca abierta. Este es un signo evidente de que hemos perdido la actitud de vigilancia, vivimos en una iglesia dormida y cuando empieza el “terremoto” seguimos durmiendo, creyendo que eso es un espejismo de unos cuantos exaltados. Y pensamos que como mejor estamos es callados, que es nuestro deber
Lo peor que nos puede ocurrir es no sentir la necesidad de despertar y nos molesta cuando alguien “hace un poco de ruido”, pues nos sentimos muy a gusto y no aceptamos que nadie remueva nuestra situación.
Al comenzar este adviento, creo que la mejor oración que podemos hacer es pedirle a Dios que venga, que nos despierte, que nos saque de la inercia en la que hemos caído y nos devuelva la esperanza, la alegría y el entusiasmo par seguir trabajando mientras esperamos.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

DOMINGO TREINTA Y CUATRO -CRISTO REY-

Lectura del profeta Ezequiel 34,11‑12.15‑17
A vosotras, mis ovejas, voy a juzgar entre oveja y oveja

Así dice el Señor Dios: "Yo mismo en persona buscaré a mis ovejas, siguiendo su rastro. Como sigue el pastor el rastro de su rebaño, cuando las ovejas se le dispersan, así seguiré yo el rastro de mis ovejas y las libraré, sacándolas de todos los lugares por donde se desperdigaron un día de oscuridad y nubarrones. Yo mismo apacentaré mis ovejas, yo mismo las haré sestear ‑oráculo del Señor Dios‑ Buscaré las ovejas perdidas, recogeré a las descarriadas; vendaré a las heridas; curaré a las enfermas: a las gordas y fuertes las guardaré y las apacentaré como es debido. Y a vosotras, mis ovejas, así dice el Señor: Voy a juzgar entre oveja y oveja, entre carnero y macho cabrío."
Palabra de Dios

REFLEXIÓN

“UN SUSPENSO PARA LOS PASTORES”
El profeta Ezequiel se enfrenta a los dirigentes del pueblo que lo han dejado en el caos, han abusado de él y lo han llevado a la ruina; El profeta utiliza la imagen del pastor empleada también por Jeremías y les acusa por haber dividido el rebaño y haberlo dispersado, ellos serán los culpables de todo lo que ocurra. Y Ezequiel anuncia un nuevo orden: no es que Dios vaya a cambiar unos dirigentes por otros, no, va a ser Dios mismos quien va a coger lasriendas y va a pastorear a su pueblo, va a buscar a sus ovejas, las va a sanar de las heridas que les han hecho, las va a cuidar y las va a apacentar como es debido. Y dirigiéndose a las ovejas, también les anuncia que va a establecer la justicia y va a juzgar entre oveja y oveja.
La realidad nueva que anuncia el profeta se cumplirá en Jesús que va a ser el nuevo pastor que pone como objetivo de su vida sus ovejas, el cuidado de ellas y de cada una en particular.
Esta actitud contrasta fuertemente con la de los anteriores pastores que se han engordado a costillas de las ovejas, que no les ha importado que se pierdan, que mueran, que queden heridas y que el rebaño se haya dividido y ya no se reconozcan como hermanos. Frente a esta forma de hacer, Cristo va a venir como el buen pastor que va a servir a sus ovejas y que les va a enseñar la práctica de la justicia, para que sean ellas mismas las que aprendan a conducirse sin necesidad de vivir sometidas a nadie.
El mensaje de Ezequiel es un grito de esperanza que, como en aquel tiempo, hoy tiene una resonancia especial, por la actualidad que tiene y por la necesidad tan semejante a la del pueblo de Israel: nuestro mundo busca un atisbo de luz y de esperanza al ver cómo los dirigentes están llevando al precipicio al pueblo, han logrado dividirlo y lo están metiendo en el caos y, encima tienen el cinismo de mentir descaradamente haciéndole ver que es un perfecto idiota

Salmo responsorial: 22
El Señor es mi pastor, nada me falta.
El Señor es mi pastor, nada me falta: /
en verdes praderas me hace recostar.
El Señor es mi pastor, nada me falta..
Me conduce hacia fuentes tranquilas /
y repara mis fuerzas; /
me guía por el sendero justo, /
por el honor de su nombre.
El Señor es mi pastor, nada me falta..
Preparas una mesa ante mí, /
enfrente de mis enemigos; /
me unges la cabeza con perfume, /
y mi copa rebosa.
El Señor es mi pastor, nada me falta..
Tu bondad y tu misericordia me acompañan /
todos los días de mi vida, /
y habitaré en la casa del Señor /
por años sin término.
El Señor es mi pastor, nada me falta..


Lectura de la 1ª carta del apóstol S. Pablo a los Corintios 15,20‑26.28
Devolverá a Dios Padre su reino, y así Dios lo será todo para todos

Hermanos: Cristo resucitó de entre los muertos: el primero de todos. Si por un hombre vino la muerte, por un hombre ha venido la resurrección. Si por Adán murieron todos, por Cristo todos volverán a la vida. Pero cada uno en su puesto: primero Cristo, como primicia; después, cuando él vuelva, todos los que son de Cristo; después los últimos, cuando Cristo devuelva a Dios Padre su reino, una vez aniquilado todo principado, poder y fuerza. Cristo tiene que reinar hasta que Dios haga de sus enemigos estrado de sus pies. El último enemigo aniquilado será la muerte. Y, cuando todo esté sometido, entonces también el Hijo se someterá a Dios, al que se lo había sometido todo. Y así Dios lo será todo para todos.
Palabra de Dios


REFLEXIÓN

“LOS PLANES DE DIOS SON IRREVERSIBLES”

Dios, como expresión de su amor, creó el mundo en condiciones magníficas e ideales para que el hombre viviera toda la grandeza de la que había sido dotado, y cuando el hombre se da cuenta de lo grande que es, se cree tan autosuficiente que puede prescindir de Dios y monta él su proyecto: un mundo nuevo, distinto al mundo en paz, en armonía, en justicia, en verdad, en libertad, en fraternidad…que Dios le había regalado: El hombre realiza su proyecto y como resultado obtiene la muerte, el caos, la envidia la división, la guerra, el odio, la mentira, la corrupción… Y desde entonces sigue con su arrogancia queriendo demostrar que esa forma es mejor que la de Dios, y son siempre los pobres, los indefensos, los desposeídos los que tienen que pagar todas las consecuencias, pues son los que tienen que sufrir el dolor y la opresión.
Pero Dios no ha cesado de amar al hombre y ofrecerle su puesto y su grandeza: se ha bajado a la tierra, ha tomado la naturaleza de hombre y le ha demostrado a los hombres que se puede ser feliz, que el camino está abierto, que el triunfo está asegurado y que al final, el universo entero, creado por Dios como expresión de su amor, ha de realizar el proyecto que su creador estableció, y no el del hombre que quiso hacer en competencia. “Cristo tiene que reinar hasta que Dios haga de sus enemigos estrado de sus pies”
Nuestra fe nos dice que la suerte está echada, ya no hay vuelta atrás, el hombre podrá decidir sobre su vida, pero no podrá cambiar los planes de Dios.





Lectura del santo evangelio según S. Mateo 25,31‑46
Se sentará en el trono de su gloria y separará a unos de otros

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria, y serán reunidas ante él todas las naciones. Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras. Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda.
Entonces dirá el rey a los de su derecha: "Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme." Entonces los justos le contestarán: "Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?" Y el rey les dirá: "Os aseguro que cada vez que lo hicisteis con uno de éstos, mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis."
Y entonces dirá a los de su izquierda: "Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de deber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis." Entonces también éstos contestarán: "Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?" Y él replicará: "Os aseguro que cada vez que no lo hicisteis con uno de éstos, los humildes, tampoco lo hicisteis conmigo." Y éstos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna."
Palabra del Señor


REFLEXIÓN

“CUANDO MÁS TE NECESITÉ, ESTABAS A MI LADO”

En la primera lectura, Ezequiel nos ha dicho que Dios prepara un nuevo orden que no va a estar dependiendo de unos dirigentes, que ya está demostrado que no les interesa el pueblo; va a ser Él mismo quien va a enseñar a dirigirse a su pueblo y va a hacer su juicio entre oveja y oveja, entre carnero y macho cabrío. De tal forma que cuando nos encontremos con Él, nos va a pedir cuentas de esta misma capacidad que nos ha dado y de cómo la hemos empleado.
Podríamos detenernos en cada una de las cosas por las que dice que nos va a juzgar, yo me quiero detener en una de ellas que más nos está afectando: “Venid, benditos de mi Padre, porque estuve enfermo y me visitasteis…”
Y cuando fuimos a visitarlo, fue a darle consuelo, a darle lo que estaba necesitando: de la compañía, de apoyo, frente al momento duro que supone ver que se te debilitan las fuerzas, que tienes que aceptar ser dependiente de los demás, que ya no vas a poder seguir tus planes, que se te vienen abajo tus proyectos, que no te responde tu cuerpo, que empiezas a ser una molestia para los demás, que ves cómo se va tu vida y te has dejado un montón de cosas por hacer, y ya no hay vuelta atrás; que quisieras pedir perdón por todas las equivocaciones que has cometido y poder remediar el daño causado…
En esos momentos no es fácil estar al lado del enfermo, no se trata de decirle tonterías, sino de estar atentos a lo que está viviendo, demostrarle que no está solo, que se le sigue queriendo, que sus amigos y sus familiares no le han dado la espalda cuando más los necesita. Él sabe bien que ninguno de los que le rodean puede hacer que recupere su salud, lo único que está necesitando es sentirse apoyado frente al miedo que tiene, sentir que su vida no ha sido inútil.
Estar a su lado es apoyarle para que se sienta tranquilo y en paz consigo mismo y con todos, no se trata de engañarle cuando está viendo que todo va mal, sino de ayudarle a recuperar la paz con gestos, con caricias, con la misma presencia y abriéndole a que tenga confianza en Dios Padre que lo ama y lo acoge con los brazos abiertos…
Esta situación no es agradable para nadie, pero es lo que todo ser humano quisiera encontrar al final de su vida, y cuando esto no se da, es lógico que sienta la amargura más grande al ver que en el momento más importante de su vida está solo, es un incordio para la gente, y percibe que se sienten fastidiados con su presencia. Esto es algo así como constatar que no ha valido su vida
Jesús está al tanto de estos momentos importantes de la persona, que es cuando más necesita y, por tanto, es ahí donde decimos lo que una persona ha sido para nosotros y cuando sentimos lo que hemos sido valorados. Cuando pedimos la muerte es porque todo esto ha fallado, y quien la apoya, es porque rehúye enfrentarse a este momento.
Yo ando buscando dónde me dice Jesús: “Venid benditos porque cuando estaba enfermo, me quitaste de en medio para que no sufriera ni diera más molestias, ni produjera gastos a la seguridad social, que fui pagando durante toda mi vida; ni fuera una carga para los presupuestos del estado…”
NOTA/ hemos creado una hoja para la parroquia. Puedes conectarte en ella en esta dirección:
parroquiasanjoselinares.blogspot.com

martes, 11 de noviembre de 2008

DOMINGO TREINTA Y TRES T. O. -A-






Lectura del libro de los Proverbios 31,10‑13.19‑20.30‑31
Trabaja con la destreza de sus manos

Una mujer hacendosa, ¿quién la hallará? Vale mucho más que las perlas. Su marido se fía de ella, y no le faltan riquezas. Le trae ganancias y no pérdidas todos los días de su vida. Adquiere lana y lino, los trabaja con la destreza de sus manos. Extiende la mano hacia el huso, y sostiene con la palma de rueca. Abre sus manos al necesitado y extiende el brazo al pobre. Engañosa es la gracia, fugaz la hermosura, la que teme al Señor merece alabanza. Cantadle por el éxito de su trabajo, que sus obras la alaben en la plaza.
Palabra de Dios

REFLEXIÓN

“LLAMADOS A SER FELICES JUNTOS”

El autor del libro de los Proverbios le pone rostro a la Sabiduría y lo acopla a la belleza de la mujer que se engrandece cuando se adorna con las cualidades que la acompañan: el trabajo, el equilibrio, su buen juicio, la ternura y la prudencia. Estas cualidades en una madre y esposa, son la imagen humana más hermosa de la verdadera sabiduría que refleja al mundo a Dios.
El hombre que se siente premiado con una mujer así, representa al ser humano que ha sido llenado de la sabiduría de Dios: se sentirá seguro en la vida, feliz, tranquilo, su hogar rebosa felicidad y paz. Esa esposa y madre (la sabiduría) engrandece a todo ser humano.
Desgraciadamente, la lectura de este poema, hoy es desviada al terreno machista por aquellas personas ciegas por prejuicios que no llegan a entender que el hombre con la mujer son una misma realidad, que al dejarse iluminar por esta SABIDURÍA se convierten en una manifestación viva de la realidad de Dios.
Es aquí justamente donde está el problema: No se acepta que hombre y mujer son una misma realidad de amor, y al quitar a Dios de sus vidas y romperle este marco, desaparece esta realidad de amor y aparecen dos seres en competición, y la misma fuerza de necesidad que el uno tiene hacia el otro lo convierten en competencia y en oposición y, ya ninguno es causa de felicidad para el otro, sino todo lo contrario.
Y lo más triste de esta realidad es que, viéndolo y constatándolo, seguimos empecinados en querer demostrar que ese es el verdadero camino para el hombre y para la mujer: llamados a destruirse en lugar de: a ser felices juntos.


Salmo responsorial: 127
Dichoso el que teme al Señor.
Dichoso el que teme al Señor /
y sigue sus caminos. /
Comerás del fruto de tu trabajo, /
serás dichoso, te irá bien.
Dichoso el que teme al Señor. .
Tu mujer, como parra fecunda, /
en medio de tu casa; /
tus hijos, como renuevos de olivo, /
alrededor de tu mesa.
Dichoso el que teme al Señor. .
Ésta es la bendición del hombre /
que teme al Señor. /
Que el Señor te bendiga desde Sión, /
que veas la prosperidad de Jerusalén /
todos los días de tu vida.
Dichoso el que teme al Señor. .



Lectura de la 1ª carta del apóstol S. Pablo a los Tesalonicenses 5,1‑6
Que el día del Señor no os sorprenda como un ladrón

En lo referente al tiempo y las circunstancias no necesitáis, hermanos, que os escriba. Sabéis perfectamente que el día del Señor llegará como un ladrón en la noche. Cuando estén diciendo: "Paz y seguridad", entonces, de improviso, les sobrevendrá la ruina, como los dolores de parto a la que está encinta, y no podrán escapar. Pero vosotros, hermanos, no vivís en tinieblas, para que ese día no os sorprenda como un ladrón, porque todos sois hijos de la luz e hijos del día; no lo sois de la noche ni de las tinieblas. Así, pues, no durmamos como los demás, sino estemos vigilantes y despejados.
Palabra de Dios



REFLEXIÓN

“LA SOBRIEDAD PARA TIEMPOS DE DESPISTE”

Hay una realidad que es ineludible: no tenemos comprada la vida, vinimos sin haberlo pedido, sin esperarlo ni imaginarlo: de repente, en un instante, surgió la vida y nos trajeron a este mundo.
La otra cara de esta gran realidad es lo mismo: cuando menos lo esperemos, de la forma que menos podamos imaginar, cuando tal vez estemos queriendo otra cosa… ocurrirá el acontecimiento, nos iremos.
Pero el Señor no quiere que nos coja desprevenidos, porque ahora tenemos el peligro de perdernos, por eso nos avisa para que no nos distraigamos con aquellas cosas que nos pueden apartar del objetivo principal para el que vinimos, y perdamos un tiempo precioso que después es irrecuperable.
Lo peor que nos puede ocurrir es que, cuando ya no hay posibilidad, nos arrepintamos de lo hecho o de lo dejado de hacer y, ya no hay vuelta atrás para deshacer lo hecho o hacer lo que dejamos en el olvido o en la indiferencia. Eso debe ser un fracaso muy grande, por eso Dios avisa y nos invita a “no dormirnos como hacen los demás, sino a vigilar y vivir sobriamente” para poder dar razón de lo que se nos encomendó.
S. Pablo invita a mantener viva la “Sobriedad” que es la virtud que hace que nos abstengamos de todo aquello que nos puede hacer perder el juicio o cegarnos la mente.



Lectura del santo evangelio según S. Mateo 25,14‑30
Has sido fiel en lo poco, pasa al banquete de tu señor

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: "Un hombre, al irse de viaje, llamó a sus empleados y los dejó encargados de sus bienes: a uno le dejó cinco talentos de plata, a otro dos, a otro uno; a cada cual según su capacidad; luego se marchó. [El que recibió cinco talentos fue en seguida a negociar con ellos y ganó otros cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos. En cambio, el que recibió uno hizo un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor.]
Al cabo de mucho tiempo volvió el señor de aquellos empleados y se puso a ajustar las cuentas con ellos. Se acercó el que había recibido cinco talentos y le presentó otros cinco, diciendo: "Señor, cinco talentos me dejaste; mira, he ganado otros cinco." Su señor le dijo: "Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; pasa al banquete de tu señor."
[Se acercó luego el que había recibido dos talentos y dijo: "Señor, dos talentos me dejaste; mira, he ganado otros dos." Su señor le dijo: "Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; pasa al banquete de tu señor."
Finalmente, se acercó el que había recibido un talento y dijo: "Señor, sabía que eres exigente, que siegas donde no siembras y recoges donde no esparces; tuve miedo y fui a esconder mi talento bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo." El señor le respondió: "Eres un empleado negligente y holgazán. ¿Conque sabías que siego donde no siembro y recojo donde no esparzo? Pues debías haber puesto mi dinero en el banco, para que, al volver yo, pudiera recoger lo mío con los intereses. Quitadle el talento y dádselo al que tiene diez. Porque al que tiene se le dará y le sobrará, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene. Y a ese empleado inútil echadlo fuera, a las tinieblas; allí será el llanto y el rechinar de dientes.""]
Palabra del Señor


REFLEXIÓN

“SOMOS BUSCADORES Y NO GUARDAS”

El evangelio de hoy nos hace una llamada fuerte a un replanteamiento fuerte de nuestra vida frente a Dios: cuando miramos nuestra vida y la enfrentamos al evangelio, da la sensación que todavía vivimos en el esquema primitivo, del hombre que vive asustado, temiendo enfadar a Dios y, por tanto, procurando no hacer alguna cosa que pueda enfadarle, con lo cual convierte su vida en una eterna preocupación por guardar lo establecido, lo políticamente correcto, la ley al pie de la letra y deja de vivir el don de la vida que ha recibido.
No podemos seguir engañándonos, ese Dios al que tememos no es el que nos reveló Jesús. Quien anda escondiéndose y protegiéndose de Dios no lo quiere, le tiene miedo, no se fía de Él y teme que en cualquier momento le caiga con toda la fuerza y, por tanto, no tiene idea de la grandeza de su misericordia.
El Dios que nos ha revelado Jesús es un Padre que nos ha regalado la vida para que la arriesguemos, para que gocemos con Él haciendo un mundo mejor, aunque en esa “empresa” nos equivoquemos; quien no se equivoca nunca, es que no hace nada.
Jesús no imagina a sus seguidores como un grupo de observantes escrupulosos de una ley y de una religión, sino como gente nueva que teniendo la espalda cubierta por el Padre del universo, se arriesga a perder hasta la vida por establecer en el mundo la voluntad de su Padre. Jesús lo deja bien claro con el tercer siervo de la parábola: no se trata de devolverle intacta a Dios la vida que le dio. Es un verdadero fracaso devolver la vida a Dios sin habernos arriesgado a amar hasta donde seamos capaces de llegar.
Hemos de preguntarnos qué es lo que ha pasado para que, en tan poco tiempo se haya hundido y haya desaparecido y hasta aparezca desprestigiado todo lo que hasta hace muy poco se cuidaba con tanto esmero… ahora no queda nada y su recuerdo produce repulsa; podemos pensar en la familia, en el magisterio de la iglesia en la autoridad, la tradición… eran cosas sagradas, intocables, tabúes y se han venido por los suelos. ¿No será que hemos hecho de ellas algo muerto que se guarda como un monumento en lugar de hacerlas como una fuerza dinamizadora de la vida?
Esta situación está dando como reacción la vuelta de muchos a posiciones radicales de intolerancia y cerrazón, en las que vuelve a aparecer la imagen del Dios terrorífico que va a destruir a todos los que se desmadraron y se dedican a conservar lo de siempre, pero de todas formas, sigue en pie el reto del tercer siervo: no está permitido invalidar el don recibido y devolverlo intacto, se nos ha dado para que lo pongamos incluso en riesgo por seguir los pasos a Jesús.
Ser cristiano, creyente y seguidor de Jesús, es algo mucho más grande y fascinante que emplear la vida en guardar intactas unas leyes; es enfrentarse a un riesgo más que instalarse en una seguridad
.